Ya conocemos la Carta dirigida a todos los que formamos la Iglesia, al Pueblo de Dios que los participantes en este Sínodo hacían pública esta semana.

La teóloga laica española designada por el Papa Francisco con voto en este Sínodo Cristina Inogés ha pasado esta noche por La Linterna de la Iglesia: “La sinodalidad está muy presente y ha venido para quedarse. La experiencia es muy positiva con sus diferencias. Son diferencias en las que se alcanzan consensos. No va a pasar nada porque la Iglesia en algunos países de tres pasos y en otros de solo uno”.

La Carta reconoce la importancia de la escucha como herramienta para tender puentes, tal y como afirma Inogés: “El silencio y la escucha demuestran su efectividad. Es como una lluvia suave que va calando. Con el silencio todo se asienta de manera serena. Escucharnos nos permite conocer realidades que no conocemos. Tenemos visiones muy localistas. La riqueza es conocer las diferencias de cada uno. La Iglesia está viva, tiene sus diferencias y es poliédrica”.

Es cierto que este documento no habla de ningún tema concreto, para eso emplaza a la síntesis que vamos a conocer previsiblemente este sábado día 28, pero sí habla de afrontar grandes desafíos a los que se ha referido esta teóloga con voto en el Sínodo: “Estamos en un mundo en crisis y lleno de guerras a las que nos hemos acostumbrado. El mundo se nos hace pedazos y lo estamos viviendo también en el Sínodo. Estamos muy afectados porque el mundo es muy global. Todos nos sentimos afectados pero también esperanzados. No podemos tirar la toalla hay que redoblar los esfuerzos para que la paz sea definitiva”.

Cristina Inogés también ha explicado el método de trabajo que están siguiendo estos días en Roma: “Son mesas en las que cabemos doce personas en las que en cada módulo se trata un tema y ese tema se trata en cuestiones más específicas. Una vez sentados, oramos y abordamos el tema. Cada intervención dura tres minutos. Cada tres intervenciones hay un silencio de dos minutos. Cuando hemos hablado todos, vamos ampliando el tiempo de palabra y de silencio. Vamos alcanzando consensos para redactar el documento de esa mesa”.

Una vez que este sínodo concluya, Inogés afirma que es tarea de todos seguir avanzando: “Aterrizar ahora este Sínodo es una labor de todos. Ahora el pueblo de Dios es quien debe dar respuesta. Este documento no es definitivo, es un paso más. Necesitamos seguir escuchándonos en aspectos más concretos. Estamos en un proceso espiritual. En los próximos once meses el espíritu puede soplar por otro sitio. El momento actual es de entusiasmo. El mundo se nos hace pedazos y entre todos podemos hacer algo no que cambie, no podemos ser ilusos, pero sí que mejore gracias al esfuerzo de muchas personas. La diversidad en la Iglesia es muy variada pero las palabras del Papa han sido acogidas con naturalidad”.