1. Facebook y TikTok
  2. Vídeos en español
  3. “A ver cuándo empezáis a mutilar”
  4. Arrancar uñas y cortar dedos
  5. Obsesión por los militares
  6. Contra Mohamed VI
  7. Descuartizamiento
  8. “He encontrado un cuchillito”
  9. Esquizofrenia paranoide
  10. Un año y ocho meses en un psiquiátrico

— “Yo aviso a todos los militares. Por ejemplo, empiezo por Egipto. Yo estoy hablando a coroneles, generales….. os va a pasar como dije con Mohamed VI, os va a pasar a todos iguales”.

— “A esos militares, sargentos, tenientes o os venís a mi bando o ya sabéis lo que os va a pasar, va a venir el sicario de Alá jamás visto en todos los tiempos”.

— “Esos sargentos, tenientes, o generales, ahora le cortaré el cuello, así acabamos, a esos generales que cortarles el cuello a todos esos faraones y así se acaba la guerra”.

Son algunas de las amenazas que un hombre de 53 años vertió en vídeos que publicó en sus perfiles en Facebook y TikTok, y que le han costado una condena de un año y ochos meses de prisión, que debe cumplir en un centro psiquiátrico para ser sometido a tratamiento médico.

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le ha condenado como autor de un delito de enaltecimiento del terrorismo, con la eximente incompleta de enfermedad mental.

Facebook y TikTok

La investigación la inició la Brigada Provincial de Información de San Sebastián de la Policía Nacional, que solicitó intervenciones de teléfonos y mandamientos judiciales a Meta (dueña de Facebook) y a TikTok.

El 10 de marzo, la Audiencia Nacional acordó prisión provisional del investigado, que se extendió. Esta medida se acordó de manera exprés, ya que las primeras alertas se encendieron en enero de este mismo año.

Con la conformidad de la defensa del investigado, los magistrados declararon como hechos probados que “al menos desde el mes de enero de 2023 hasta la fecha de su detención en el mes de marzo de 2023, mantuvo una intensa actividad en las redes sociales (Facebook y TikTok) en las que sin ningún tipo de restricción, manifestaba su admiración por los muyahidines difundiendo propaganda de grupos terroristas y participando en la denominada yihad mediática”.

Vídeos en español

Relata la sentencia que “a través de vídeos grabados en primera persona y hablando en español, hacía patente su exponencial proceso de radicalización, con ideas subversivas hacia toda autoridad, política o militar, así como contra cualquier sistema democrático, manifestando su inequívoca intención de ejecutar todo tipo de actos violentos en nombre de la yihad e incitando a terceros a llevarlos a cabo”.

El acusado mantenía diez perfiles en redes sociales: seis en Facebook y cuatro en TikTok. Sumaba 1.522 seguidores en todas ellas, y llegó a publicar y compartir 364 vídeos, que acumularon 121.104 visualizaciones. Difundió también fotografías e imágenes y realizaba comentarios, “ensalzando y justificando las acciones llevadas a cabo por miembros de organizaciones terroristas de índole yihadista, manifestando su admiración por los muyahidines, difundiendo propaganda de grupos terroristas y participando en la denominada yihad islámica”.

“A ver cuándo empezáis a mutilar”

Entre el contenido difundido por este hombre, llamaron la atención los vídeos grabados por él, en los que aparecía haciendo llamamientos a la “guerra santa” y realizando “alusiones expresas a la ejecución de ataques terroristas”, incluida su voluntad de cometerlos:

— “Yo soy un sicario de Alá, si hace falta cortar el cuello lo corto”.

— “A qué esperáis a matar a esos perros”.

— “A ver cuándo empezáis a mutilar a esos hijos de puta y ponerlo en directo”.

Arrancar uñas y cortar dedos

La última frase pasó a ser una obsesión de este hombre. Insistía en realizar “actos de extrema crueldad”, según la sentencia, y hacerlos públicos “para provocar terror en la población, realizando un llamamiento a sus adeptos para que cometan atentados”.

Por ejemplo, la Policía detectó que en un vídeo realizó el siguiente llamamiento:

— “Yo cuando cojáis a esa gente hacerle eso hermano, no tengas piedad de esa gente, pero ninguna piedad y si hace falta grabarlo, mejor todavía, grabar esa escena, grabarlo en una habitación como le sacáis las uñitas, una vez hacéis una película de 10 minutos, de 15 minutos, le sacáis las 10 uñas de los dedos y los dejáis y los sacáis en Youtube, en Google, en toda su puta madre hasta en Qatar, que vayan a Al Jazeera. Otro día, sabes cómo te digo, en los dientes y después los deditos les cortáis un par de dedos, le cortáis 5 dedos por ejemplo y lo sacáis en directo y lo ponen en Al Jazeera para que lo saquen. Pero esto lo tenéis que hacer con los pequeños primero, los soldaditos estos…”.

Obsesión por los militares

Otro elemento que pareció convertirse en una fijación fueron los militares.

— “Esperad a los que os viene, a esos militares, sargentos, tenientes o os venís a mi bando o ya sabéis lo que os va a pasar, va a venir el sicario de Alá jamás visto en todos los tiempos”.

El 2 de enero de 2023 publicó un video “donde vuelve a realizar amenazas graves contra líderes de diversa índole, alentando a la comisión de actos violentos de naturaleza yihadista”:

— “Qué mayor recompensa verte con la cabeza de esos hijos de puta, sabes cómo te digo, esos sargentos, tenientes, o generales, ahora lecortaré el cuello así acabamos a esos generales que cortarles el cuello a todos esos faraones y así se acaba la guerra”.

Contra Mohamed VI

En estos vídeos, expresó también su odio por el rey de Marruecos:

— “El mayor corrupto de Marruecos es Mohamed VI, con mil como yo se podría dar la victoria a un estado musulmán, mi sistema no es refugiar a las balas, se trata de vigilar dónde vive ese que trabaja con el faraón”.

De nuevo, su idea era “le secuestramos y le llevamos a una habitación que grabamos en vídeo que se suba a Facebook y a Tiktok, que se vea el infierno que le haremos en vida, con un cuchillo cortamos la boca, el ojo, que muera lentamente”.

Repitió los llamamientos a secuestrar policías o militares, unas veces refiriéndose a países musulmanes, pero otras hablando en general, y de cualquier sistema que se oponga a su visión del Islam.

Descuartizamiento

Llegó a describir con todo detalle sus ideas sádicas para hacer sufrir a las víctimas de los asesinatos que proponía en nombre de la “guerra santa” del Islam:

— “Hay que hacer eso, una capucha, meterlo en una furgoneta, llevárselo a una casa aislada que nadie sepa nada, toda la casa está forrada de plástico nada de ADN, todo bien limpio, ni saliva, no dejar ni una huella dactilar, todo con guantes ropa, todo”.

— “Y todo forrado de plástico y poner una cámara, no, varias cámaras y que se le vean las cámaras de todas las formas y coger varios cuchillos entre dos o tres y empezar a descuartizarlo, a descuartizarlo y poner las cámaras en Youtube, en Tiktok, en Facebook, como todo aquel que esté en el Sistema, descuartizarlo pero no para matarlo en un día, que la muerte sea duradera por una semana o dos semanas, tres días o lo que dure su fuerza”.

— “Hay gente que son fuertes y mueren tarde, que caiga gota a gota, empezamos por sacarles las uñas, no, le sacamos las diez uñas con las tenazas, al día siguiente empezamos a cortar los dedos, le cortamos cuatro o cinco dedos, después los dedos de los pies, de las manos, la orejita en cachitos y después sacamos un ojo y después sacamos otro y así vamos poquito a poco hasta que le llegue la muerte y si hace falta lo abrimos, como hizo la película de Aníbal, la tapa de los sesos y con una pinza vamos sacando el cerebro y eso ponerlo en directo sería el colmo de los colmos”.

“He encontrado un cuchillito”

Días antes de ser detenido, publicó un vídeo especialmente alarmante.

Se grabó hablando en castellano, diciendo que “yo quiero que me veáis, yo no me escondo, yo estoy en Palma de Mallorca, he encontrado un cuchillito le voy a meter debajo de la almohada”.

Advertía que “tendréis que venir un comando los marines como matar a una vivienda, de otra manera no vais a poder conmigo o a escondidas de espaldas, pero de frente como te digo, te veo y antes de que tú saques la pistola te la quito, te pego cuatro tiros y aparte de eso, te descuartizo”.

Esquizofrenia paranoide

La Audiencia Nacional valoró que el acusado “sufre esquizofrenia residual, en la que predominan los síntomas negativos como la efectividad embotada, la abulia, el aislamiento social y el trastorno de atención”.

Entendió que esta enfermedad “no le impide conocer el significado de las actividades que realiza”. Sí que no alcanza “a comprender la total consecuencia de las mismas, pero le lleva a ejecutarlas con hipabulia”, es decir, disminución de la voluntad.

Un año y ocho meses en un psiquiátrico

Le declaró culpable de enaltecimiento del terrorismo, y considerando que su enfermedad mental, esquizofrenia paranoide, estaba evolucionando de forma favorable gracias al tratamiento que le suministraban, le condenó a un año y ocho meses de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario.

“Dicha medida podrá ser sustituida por otra de las señaladas en el artículo 96.3 del Código Penal en el caso de que así lo aconseje la evolución del tratamiento según el informe que se remita al tribunal por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria”, señala la sentencia.

La condena implica más medidas. Se le ha impuesto una multa de seis meses con cuota diaria de tres euros, pero lo que es más importante, cuando cumpla la pena principal de un año y ocho meses en un psiquiátrico, estará en libertad vigilada por otros tres años.

Además, tendrá inhabilitación absoluta durante ocho años y seis meses.