Dios siempre cuida con amor de sus hijos y vela por ellos apra que no les falte ningún auxilio del Cielo entregando la vida por Él si es necesario. Hoy el Santoral nos presenta a los Santos Mártires de Talavera de la Reina cuyos nombres fueron Vicente, Sabina y Cristeta. Todos ellos sintieron la protección del Señor. Estos tres hermanos oriundos de Talavera de la Reina, Provincia de Toledo, en el siglo III quedan huérfanos a edad temprana.

De ellos tendrá que hacerse cargo Vicente, por ser el más mayor de todos. La preocupación de Diocleciano, en aquellos tiempos, de las disensiones y rupturas que desgarran el Imperio, en otro tiempo invencible, hace que ponga lugartenientes capaces de garantizar los intereses de Roma, haciendo frente a cualquier atisbo de rebelión. Y dentro de estas normas, tampoco falta la persecución a la Fe en Cristo.

Precisamente, Daciano -Gobernador del Imperio en Hispania- siembra de mártires Barcelona y Zaragoza, y sigue esta misma política a su paso por Toledo. Al llegar a Talavera, manda prender a Vicente, que destaca en aquel lugar por su vivencia de la caridad y el amor al prójimo, además de una gran alegría interior, que desborda rectitud de intención en su forma de obrar y proceder. Cuando llega ante el Prefecto, es obligado a abandonar la Fe.

Al reafirmarse en ella, es condenado a morir. Pero durante los días de prisión antes de sufrir, es visitado por sus hermanos, quienes le ofrecen la posibilidad de escapar, alegando que necesitan de su cuidado, como en tiempos pasados. Persuadido de esta idea, escapa con ellos. Finalmente, Los Santos de Talavera, Vicente, Sabina y Cristeta son descubiertos y martirizados los tres. Así alcanzan la gloria del Cielo.