El director general de Calidad y Educación Ambiental, Jorge Blanco, ha valorado el proyecto de restauración del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Real como ejemplo «de un buen sellado» y ha felicitado tanto al ayuntamiento como a la empresa Valenciana de Eliminación de Residuos (VER) por haber dado finalmente solución a un problema «histórico» ya que la instalación carecía de actividad desde hace más de veinte años. 

Blanco ha realizado estas declaraciones durante una visita a la partida de la Cabeza del Pino, donde la empresa VER ha completado el sellado del antiguo vertedero de tóxicos, acompañado por el gestor del proyecto por parte de la compañía, Fabián Núñez, el alcalde de Real, Gerardo López, y el director de la obra ejecutada por la firma Edigma Ingeniería, Enrique Solaz, así como por técnicos de la conselleria.

Núñez ha cifrado en torno a 800.000 euros el coste final de unos trabajos efectuados sobre una superficie de más de 60.000 metros cuadrados, si bien ha aclarado que el único vaso que contenía residuos ocupaba un área mucho más reducida, que ha estimado entre 7.000 y 8.000 metros, ya que un segundo vaso del vertedero ni siquiera se llegó a utilizar tras el conflicto social vivido en Real en los años noventa que derivó en la clausura tanto del vertedero de tóxicos como de otra instalación de residuos urbanos.

El director general, a la derecha, junto al jefe de obra, el representante de VER y el alcalde de Real, en el pozo de control. Perales Iborra


El portavoz de VER se mostró firme sobre la seguridad de la instalación y lanzó un mensaje de tranquilidad a la población mientras explicaba que «es imposible que puede haber un escape» ya que, detalló, los residuos están recubiertos por una lámina impermeable que envuelve toda la zona y «adicionalmente», apostilló, «se trata de una zona de arcillas y, por tanto, impermeable, lo que ofrece todavía mayor seguridad». Fabián Núñez también aclaró que la tierra utilizada para el relleno de los vasos procede de la zona. «No se ha traído nada de fuera», dijo, y definió que el objetivo del proyecto era dejar el terreno de forma que no se pueda saber lo que había con anterioridad. 

«El objetivo del proyecto era dejar el terreno de forma que no se pueda saber lo que había antes»

Fabián Núñez – Gestor del proyecto

El director general de Medio Natural, por su parte, ha señalado que la conselleria se ha limitado en este caso a supervisar los trabajos de restauración para, acto seguido, destacar que «se ha integrado con el paisaje» por lo que se trata «de un ejemplo perfecto de restauración, un ejemplo de un buen sellado de un vertedero histórico».

La distribución de semillas de gramíneas por toda la superficie permitirá que a la vuelta de unos meses la zona quede recubierta por la misma vegetación que hay en el entorno, ha señalado Enrique Solaz.

El alcalde de Real, Gerardo López, se ha mostrado satisfecho de dar «carpetazo» a un «grave problema» para el municipio que se arrastra desde hace más de veinte años y, al tratarse de terrenos municipales, ha incidido en la posibilidad de aprovecharlos para alguna instalación fotovoltaica, si la conselleria lo autoriza.

La restauración del vertedero de Real cierra finalmente un largo conflicto que se remonta a mediados de los años noventa y que provocó una fractura social en el pueblo. Los proyectos de ampliación del vertedero de residuos sólidos urbanos y del de residuos tóxicos y peligrosos provocaron una fuerte reacción social y política que dio lugar incluso a una moción de censura. El vertedero de tóxicos cesó formalmente la actividad en 2003, aunque ya antes había dejado de recibir residuos, pero la ejecución del proyecto de restauración se ha demorado en el tiempo hasta el punto que el caso pasó en dos ocasiones por la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, que acabó emplazando a la Generalitat a forzar a la empresa a aportar la documentación que le reclamaba el ayuntamiento para conceder la licencia municipal y, de ese modo, ejecutar las obras de sellado. Pascual Fandos Real