Faltan ingenieros, de hecho, «faltan muchos ingenieros» para lograr que la innovación y el desarrollo se asienten en el sistema económico de la región como «palanca para el futuro», como dijo ayer Mariví Monteserín, la alcaldesa de Avilés Aunque estas palabras las pudo haber pronunciado cualesquiera otros ponentes que se reunieron en el cine del Niemeyer en torno al encuentro de la Red de Ciudades de In4Green, el grupo que forman Avilés, Sabadell (España), Bijelo Polje (Montenegro), Dabrowa Górnicza (Polonia) Larissa (Grecia), Salerno (Italia), Navan (Irlanda) Solingen (Alemania), Vilanova de Famalicâo (Portugal) y Zdár nad Sázavou (República Checa). Y es que todos los que participaron en el encuentro de estos días están de acuerdo en que el futuro no viene solo, en que es preciso hacer que el porvenir de después de las reconversiones sea el mejor de los posibles.

Sabiendo la meta que se quiere alcanzar, es posible comenzar la aventura y hacerlo, además, con los mejores mimbres posibles, pero faltan ingenieros. Lo dijo también en su intervención Ramón Laso, responsable de la Unidad de Proyectos de I+D en Arcelor-Mittal, e Íñigo Felgueroso, director de la Fundación Idoneal (éste, en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA). Ingenieros informáticos, electrónicos, de materiales… «En general, todos», apuntó Felgueroso. «El año pasado ofertamos 35 puestos de trabajo en innovación. Más de la mitad, se cubrieron con personas de fuera de Asturias. Y de esa mitad, un cuarto, de fuera de España», especificó Laso.

Los dos directivos apuntaron en la misma dirección para explicar esta falta de personal STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, en sus siglas en inglés): el declive demográfico. «Con la pérdida de población, decrece la posibilidad de atraer talento», insistió Laso. «Cuando antes hacíamos ofertas de empleo en la fundación, llegaban cien candidaturas. Hoy, una. O ninguna en ocasiones», lamentó Felgueroso.

El directivo de Arcelor y el de Idonial explicaron el recorrido histórico tanto de la empresa siderúrgica como de la fundación cuando, a comienzos de este siglo –subrayadamente, a partir de la Gran Recesión de 2008– se embarcaron en el campo de la innovación. «Entonces empezamos a abrir la mente y convertimos el centro de innovación para Avilés en un centro mundial», contó Laso. Fue algo favorecido por tres puntos fuertes de Avilés frente a otros centros competidore:. «El primero fue el acceso a las infraestructuras». Laso mencionó, sobremanera, el Puerto de Avilés, pero también el Aeropuerto. No dijo nada de la autopista, pero está ahí, a dos pasos.

El segundo anclaje al que se amarró la gran siderúrgica para la que trabaja Ramón Laso fue «la posibilidad de captar talento». Dijo: «En aquellos tiempos había 30.000 estudiantes en la Universidad: era fácil encontrar gente en poco tiempo», señaló el directivo de Arcelor- Mittal. Esto es lo que ha caído, añadió, retroceso que es consecuencia, dijo, de la merma de población. Felgueroso remarcó ese mismo diagnóstico: «Se ha establecido un cuello de botella: hay mucha demanda de trabajadores y poca oferta», dijo el jefe de Idonial.

¿Cómo se cura esto? «Hay que crear vocaciones. Y ya no se trata sólo de las universidades. Hay que ir a los institutos», explicó. O sea, hay que elevar la cultura innovadora. «La visión no es con el ahora, es con el porvenir», apuntó Laso.

Y ahí es donde entra la administración pública. «Nuestro parque tecnológico no es una iniciativa propia. Fueron Arcelor e Idonial los que nos vinieron a buscar, los que nos vieron la necesidad de ‘paquetizar’ la oferta investigación para, de este modo, atraer inversiones», destacó Manuel Campa, concejal de Desarrollo de Avilés. El resultado de este trabajo –la colaboración público-privada– se ha materializado de tal modo, explicó Campa, que «se ha logrado que las grandes empresas cooperen con las pequeñas». La colaboración mutua facilita el camino del porvenir.

Sobre ello fue la primera de las dos mesas redondas celebradas ayer: los planes de concertación social que se han ido sellando en Avilés desde los noventa los sindicatos UGT y CC OO, la patronal FADE y el Ayuntamiento. En el marco de este encuentro fue en el que la Alcaldesa habló de la innovación como camino hacia el futuro, un futuro que tiene una guía para llegar: la concertación.

Los delegados de la Red de ciudades In4Green, reunidos en el cine del Niemeyer acudieron también ayer a la inauguración de la feria Norte Renovables y hoy tienen previsto trabajar en las instalaciones públicas de La Curtidora.

La reconversión de Famalicâo y la de Avilés

Paula Dourado es la responsable de relaciones internacionales del Ayuntamiento de Vila-Nova de Famalicâo, una ciudad de «más de cien mil habitantes situada a pocos kilómetros de Oporto (Portugal)». Guarda semejanzas con el perfil económico de Avilés. Por eso se ha sumado a la Red de Ciudades In4Green, que ayer se reunió en el cine del Niemeyer. «Nuestro ecosistema industrial guarda relación con el sector textil desde finales del siglo XIX, pero hemos tenido que diversificarnos», explicó Dourado. Y esa diversificación ha hecho que la economía de la localidad se haya encaminado hacia la industria agroalimentaria y la metalurgia del automóvil. Dourado vio semejanzas entre el devenir de Famalicâo y el de Avilés. Y es que ayer las dos mesas redondas que se celebraron en torno al programa «Urbact» dejaron patente que «Avilés pasó de la industria básica a la transformadora». Y así se suman el acero de Arcelor y los artilugios de Windar Renovables, por ejemplo. Este paralelismo con Avilés –y con el resto de las ciudades que forman parte de In4Green– es valorado positivamente por Famalicâo: «Para nosotros es muy importante formar parte de una red europea de cooperación, es el camino hacia el conocimiento, hacia la transformación de nuestra industria en una industria verde y sostenible», señaló la representante portuguesa.