Alejadas de la iconografía clásica de los ejemplos de sacrificio y superación, unas 700 mujeres de las zonas rurales de España revindicaron en Huesca su derecho a desarrollar su propio proyecto vital en un medio todavía agreste en algunas ocasiones al que, de todas formas, no piensan renunciar por más dificultades que se encuentren.
Reunidas en la capital oscense por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) para celebrar el Día Internacional de las Mujeres Rurales, las trabajadoras, procedentes de diferentes localidades españolas, defendieron la presencia de la mujer en el mundo rural y plantearon los retos a los que tienen que hacer frente en una jornada a la que también acudió la ministra de Educación y Formación Profesional en funciones, Pilar Alegría. .
El encuentro, de marcado carácter europeo por contar también con representantes llegadas del exterior, puso sobre la mesa cuestiones capitales como el impulso de políticas públicas para favorecer el crecimiento del número de trabajadoras en un sector en el que todavía están infrarrepresentadas, la sobrecarga de trabajo por seguir asumiendo en gran medida la tarea de los cuidados, tanto de los hijos como de las personas mayores. Además, se abordaron asuntos como la violencia machista en el medio rural y la necesaria conciliación.
La directora de comunicación de Fademur, Paula Álvarez, destacó el empeño de su asociación en que el Gobierno español abanderase la reivindicación de que la PAC recogiese medidas específicas para las mujeres. La portavoz de Fademur expuso los asuntos que ocupan a la asociación, como «la desigualdad de género» en el medio rural. «Hay muchas menos mujeres en el campo y las explotaciones en las que trabajan son mucho más pequeñas que las de los hombres, lo que supone una menor rentabilidad y menor acceso a las ayudas», explicó Álvarez.
En cuanto a la lucha contra la violencia machista, abogó por aumentar los recursos existentes y mejorar su divulgación porque, según aseguró, «son menos conocidos». Además ponentes y asistentes reflexionaron sobre «el crecimiento saludable en las zonas rurales», puesto que allí, «normalmente, suelen ser las mujeres quienes renuncian a sus empresas por el cuidado de los mayores». Un problema que Fademur intenta paliar mediante programas que buscan optimizar la calidad de vida de las personas mayores, reduciendo las situaciones de dependencia.