La sala de emergencias del 091 recibió ayer de madrugada la llamada inquietante de una mujer que no sabía donde se encontraba al mismo tiempo que, asustada, no dejaba de llorar. La única certeza que tenía era la imposibilidad de escapar por su propio pie de un emplazamiento rodeado de pinos porque le habían maniatado con bridas de pies y manos. Según ha podido saber El periódico de Aragón, del grupo Prensa Ibérica, los agentes la localizaron en el interior de una tubería de hormigón de los Pinares de Venecia de Zaragoza y, desde el primer momento, ella les refirió que había sido víctima de una agresión sexual, si bien posteriormente fue descartada. Presentaba varios golpes en su cuerpo y señaló que se los habían propinado los amigos de su expareja.
Fue en ese momento cuando se activó el protocolo de actuación por violencia de género, de modo que los agentes trasladaron a la joven al hospital Materno Infantil de la capital aragonesa. Allí fue atendida por los sanitarios, quienes examinaron las heridas que presentaba en el cuerpo de cara a la investigación abierta por un posible caso de violación y que dirige la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Hasta el centro hospitalario también se desplazó un perito del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) para evaluar clínicamente a la joven, que también sufría un cuadro de hipotermia tras haber permanecido un buen rato a la intemperie durante la madrugada. Con el transcurso de las horas, los forenses descartaron la agresión sexual.
Los hechos referidos se remontan a las 5.00 horas de este miércoles, cuando esta mujer dio la voz de alarma al servicio de emergencias del 091. La víctima relató a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que solo sabía que se encontraba en Zaragoza. Estaba desorientada y acertó a darles una vaga descripción de su paradero porque les transmitió que se encontraba rodeada de un paraje de pinos. Los agentes trataron de tranquilizarle en todo momento y, sin descolgar la llamada, salieron a su auxilio.
Lograron hacerse con una ubicación aproximada a través de la localización por satélite de su terminal y le pidieron que les avisara en el caso de que escuchara sirenas o viera las luces del coche patrulla. Así lo hizo y los policías nacionales la encontraron dentro de una tubería de hormigón al mismo tiempo que comprobaron que estaba atada con bridas. A ellos también les indicó que había sido agredida por los amigos de su expareja e incluso manifestó que le habían violado.
De la investigación se hizo cargo inicialmente el Grupo de Atracos hasta que, poco después, las pesquisas pasaron a ser dirigidas por la UFAM. Fueron los indicativos de esta unidad quienes ordenaron la activación del protocolo por violencia de género y trasladaron a la chica al hospital Materno Infantil. Al cierre de la edición de este diario, no había detenidos.