El PSOE exhibe tal optimismo sobre la cercanía de una reelección de Pedro Sánchez que prefiere ignorar las tensiones de Sumar con Podemos.
La difícil cohabitación de una quincena de fuerzas en un mismo grupo parlamentario siempre ha sido descontada, pero los morados preparan ya el terreno para directamente romper con Yolanda Díaz.
Sus pasos son cada vez más claros, bajo la reiteradas advertencias sobre la autonomía de sus cinco diputados. Ferraz solo contempla que Podemos vote a favor de la investidura por rebotados que estén con Sánchez y Díaz.
En caso contrario avisan, tendrían que huir del país. Aun así el choque de los de Podemos promete intensificarse con la formación de un gobierno y dejar en solfa la pretensión de Sánchez de asegurarse cierta estabilidad.
Dirigentes socialistas les otorgan capacidad para desequilibrar aún más la falta de mayoría de izquierdas en las Cortes.
Echenique carga contra Díaz
El acuerdo de gobernabilidad entre ambas formaciones ha sido precisamente uno de los puntos de desencuentro. Esta semana el exportavoz de Unidas Podemos en el Congreso Pablo Echenique ha arremetido contra la líder de Sumar, tras afirmar que Podemos «desde el minuto uno» forma parte de las decisiones y conoce el alcance del acuerdo de gobierno suscrito con el PSOE.
«Vuelve la vieja política, vuelve la mentira», ha lanzado a través de un mensaje en la red social ‘X’ junto a un vídeo con las declaraciones de la vicepresidenta segunda en Bruselas. Es más, ha elevado su reproche al escribir que en su momento dijo que «Sumar iba a hacer primarias» para la candidatura, que «no había vetado a Irene Montero», de las listas y que ahora sale con que «Podemos conocía su acuerdo con Sánchez».
Ayer al mediodía la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, afirmó que Podemos no tenía información del detalle del acuerdo, que fue anunciado por Sumar y PSOE a primera hora del martes, y evitaba así valorar el contenido.
El coportavoz estatal de la formación, Pablo Fernández, también se manifestó en una línea similar al decir que no tenía información pormenorizada del pacto, pero sí dijo que echaba en falta medidas importantes, era un «poco inconcreto» y resaltó que Podemos aspiraba a tener ministerios en un futuro Ejecutivo, dado que tan importante como los contenidos eran las personas que deben pelear porque sus puntos se llevaran a cabo.
Su homólogo en el partido morado, Javier Sánchez Serna, se desmarcó a Podemos de las negociaciones que mantenía Sumar con el PSOE de cara a la investidura y que las encaraban de forma diferenciada. «Nosotros no estamos en esas negociaciones (de Sumar), nosotros las negociaciones las hacemos como Podemos», manifestó.
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