El PSOE exhibe tal optimismo sobre la cercanía de una reelección de Pedro Sánchez que prefiere ignorar las tensiones de Sumar con Podemos.

La difícil cohabitación de una quincena de fuerzas en un mismo grupo parlamentario siempre ha sido descontada, pero los morados preparan ya el terreno para directamente romper con Yolanda Díaz.

Sus pasos son cada vez más claros, bajo la reiteradas advertencias sobre la autonomía de sus cinco diputados. Ferraz solo contempla que Podemos vote a favor de la investidura por rebotados que estén con Sánchez y Díaz.

En caso contrario avisan, tendrían que huir del país. Aun así el choque de los de Podemos promete intensificarse con la formación de un gobierno y dejar en solfa la pretensión de Sánchez de asegurarse cierta estabilidad.

Dirigentes socialistas les otorgan capacidad para desequilibrar aún más la falta de mayoría de izquierdas en las Cortes.

Echenique carga contra Díaz