Si eres de los que viaje al que vas, imán que te compras puede que estés haciendo algo mal si el destino de estos objetos es tu nevera. Sobre todo, si tu frigorífico es de última generación.
Su campo magnético podrá hacer que se vuelva loco al magnetizarse, lo que puede provocar errores o una desprogramación que hará que te lleves una desagradable sorpresa.
Los imanes que se utilizan comúnmente para pegar en neveras están hechos de materiales magnéticos, como acero inoxidable, hierro o aluminio recubierto de un material magnético, como el neodimio. También pueden estar hechos de materiales ferromagnéticos, como el níquel, que son materiales que se magnetizan fácilmente. Estos imanes suelen ser muy fuertes y pequeños, por lo que son ideales para su uso en aplicaciones domésticas y comerciales.