Este miércoles se dio a conocer la dramática historia de Ana Díaz, una jubilada de Córdoba que no puede costear el alquiler de su departamento, razón por la cual analiza una única posibilidad: irse a vivir a la calle. “Ahora que se vienen las lluvias de noviembre, voy a ir a la Terminal de Ómnibus”, dijo en diálogo con El Doce.

El dueño de espacio donde vive le subió el alquiler de 80 mil a 170 mil pesos, una cifra inalcanzable para la jubilada. “Hasta 100 mil con expensas puedo pagar, después de eso tengo que vivir”, expresó. Ana contó que hace casi 10 años que está sola porque su marido falleció en 2011 y su hija, en 2014.

LA HISTORIA DE ANA CONMOVIÓ A LOS CORDOBESES

Tras la repercusión de su historia, vecinos del edificio donde vive se pusieron en campaña para ayudarla. Mediante las redes sociales difundieron la situación de Ana y un CBU para donaciones. Agostina Salado junto a su pareja, Pablo Peralta, fueron los encargados de recaudar el dinero.

En menos de un día, la solidaridad de los cordobeses se hizo presente y Ana recibió más de un millón de pesos. Además, su teléfono no paró de sonar en todo el día y, según lo que contó, recibió más de 300 llamados de todas partes del país.

Ana no puede pagar el alquiler de su departamento y decidió irse a vivir a la Terminal de Ómnibus. (El Doce/)

“Es impresionante lo que se puede lograr con una difusión. De todos lados se ponen en contacto. Todo va para Ana, para que se pueda quedar acá o buscar otro lugar”, comentó Agostina. A su vez, Pablo sostuvo: “Es increíble como las cosas, a veces, nos pasan por el lado y no nos damos cuenta. Nos propusimos ayudarla desde lo que uno puede”.

No podemos creer la solidaridad de todos los cordobeses. Ojalá se pueda colaborar con toda la gente que pasa por la misma situación que ella. Algo que tenemos los argentinos es que somos tremendamente solidarios”, agregó.

“NO TENGO MUCHA VIDA, PERO ES INOLVIDABLE ESTO”

Ana, en medio de la emoción, no podía creer lo que estaba sucediendo. “El teléfono no sé si me va a servir porque tengo un montón de llamadas, hasta me ofrecieron pagarme la luz”, contó. Asimismo, añadió que hubo gente que se ofreció como garante y otros dijeron que le brindarían el flete.

“No me puedo quejar de los cordobeses. No tengo mucha vida, pero es inolvidable esto. No esperaba esta repercusión”, sostuvo la mujer. “No tengo garantías, no puedo alquilar. Nunca me pasó esto”, siguió.

Ana recibió miles de llamados de ayuda tras la repercusión de su historia.

Ana recibió miles de llamados de ayuda tras la repercusión de su historia. (Mateo Lago/)

Sin embargo, una solidaridad sin límites llegó a la jubilada. Muchas personas y muchas inmobiliarias se comunicaron con ella para tratar de ayudarla y, de alguna forma, encaminar esta historia a un final feliz.

Para colaborar con Ana, comunicarse al teléfono 0351-153339952