Paco Molina desapareció hace 8 años, cuando todavía era un adolescente, en una noche de verano en la que le dijo a sus padres que no iba a dormir en casa, y nunca volvió.
Sus padres, que nos han visitado en ‘Y ahora Sonsoles’ en el día del cumpleaños de su hijo, siguen luchando por encontrar al joven, que cumple 25 años. Para facilitar la búsqueda, han hecho una recreación de cómo se vería ahora.
Cada año, sus padres esperan poder celebrar el cumpleaños de Paco junto a él, pero aún no se ha cumplido. Aunque ellos todavía mantienen la esperanza.
Su madre, Rosa, ha asegurado que ahora se está investigando con más exhaustividad, pero al principio lo tomaron como «una pataleta» de un adolescente y no se cogieron las cámaras.
Los recuerdos de su madre del día de la desaparición son de su hijo yéndose rápidamente de casa y, cuando dejó de dar señales de vida, fue a la casa del amigo con el que supuestamente se había ido, que le contó que había quedado en realidad con otra persona.
A día de hoy, Rosa e Isidro siguen pagando la línea de teléfono de Paco con la esperanza de que, al ser esa la única vía de contacto que se llevó, ese móvil vuelva a encenderse y pueda llamar a sus padres.
Su madre ha dejado claro que ella sabe que su hijo no es capaz de irse. «Mi hijo no se fue, a mi hijos se lo llevaron», ha asegurado, y que, además, a esas edades, con 16 años, es fácil convencer a un adolescente.
Además, Rosa siente vivo a su hijo por lo que no va a dejar de buscarlo. «Todos los días pienso que se puede hacer más», ha confesado su padre, que cree que hay quien sabe dónde está su hijo.
Un dolor por el que están pasando que ha provocado no se cierra y no se va a cerrar nunca, ha dejado claro Rosa. Los investigadores siguen buscando a Paco, y eso, han contado sus padres, y eso les da confianza.
El mensaje de Rosa a su hijo
Rosa, emocionada, ha asegurado que lo único que espera a día de hoy es que su hijo Paco Molina la llame y le diga que está bien, aunque haya decidido no saber nada de nadie.
«Con eso me conformaría», ha dicho. Y es que después de tanto tiempo no sabe qué ha podido pasar, además de dejar claro que lo buscará toda la vida.
La misteriosa desaparición de Paco Molina
Rosa, su madre, pidió ayuda en una de sus primeras entrevistas en 2015 y, tanto ella como Isidro, su marido, han analizado cada paso y cada pista que les pudiera llevar a su hijo durante todo este tiempo.
En total llevan 3.037 días buscando a su hijo, cuya pista se perdió entre el 2 y 3 de julio de 2015 en Córdoba. Paco salió vestido con polo blanco, zapatillas de cordones y 4 euros en el bolsillo. Antes de desaparecer, el joven pasó la tarde con amigos y después improvisó un plan.
Su madre ha contado que a las diez de la noche le puso un mensaje «un poco raro» diciendo que iba a dormir fuera, pero en lugar de quedar con su amigo, quedó con un hombre adulto y desconocido que aún no ha sido identificado.
Después de enviar un audio, algo más tarde de las doce de la noche, su móvil se apaga, aunque vuelven a localizarlo en una estación de autobuses, desde donde viajó a Madrid.
A lo largo de los años lo han buscado en numerosos países e incluso han detenido a falsos secuestradores.