El conflicto político interno en Venezuela se ha reactivado cuando parecía encauzarse tras los acuerdos de Barbados entre el madurismo y sus adversarios. «El que plantee la inhabilitación ahora está diciendo que lo que pasó el domingo no valió de nada. Y a la gente hay que escucharla», dijo María Corina Machado, la ganadora de las primarias de la oposición venezolana por abrumadora mayoría. Y es precisamente lo que piensa el Gobierno: ese mecanismo utilizado para designar al candidato común que debe enfrentarse con Nicolás Maduro en las presidenciales de 2024 carece de legitimidad. Maduro habló de «fraude». Lo mismo repitió condescendientemente su esposa, «la primera combatiente», Cilia Flores. Su número dos, Diosdado Cabello, advirtió que «Corina no va» a participar de los comicios porque pesa sobre ella una sanción de la Contraloría hasta 2030.
El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Jorge Rodríguez, calificó de «estafadores» a la Comisión Nacional de Primaria (CNP) y, en particular, la organización dedicada a la observación de las elecciones, Súmate, a la cual vinculó con la vencedora de la contienda. Rodríguez, nada menos que el representante del Palacio de Miraflores en las negociaciones con la oposición, dijo que lo ocurrido el pasado domingo «no fue una elección» sino una tentativa «de llevar al país a la zozobra, a la inquietud y a la búsqueda de más sanciones» de Estados Unidos. A Jesús María Casal, la autoridad de la CNP, le llamó «bárbaro» y «ladrón». A su criterio, cometió un delito. «Es una pillería lo que hicieron el domingo».
Para Rodríguez, la primaria no es otra cosa que una nueva vía para la «autoproclamación» que ha comparado con los episodios de enero de 2019, cuando el diputado Juan Guaidó se nombró a sí mismo «presidente encargado» de Venezuela con el aval de la administración de Donald Trump.
Nuevos nubarrones en el horizonte
Machado respondió de inmediato. «No ha habido una elección con más escrutinio ciudadano como la del domingo. Fue un proceso ciudadano, absolutamente civil. Las actas están fotografiadas. De manera que cada persona que estuvo ahí y contó los votos, lo puede contrastar con la base de datos digitalizada que tiene la Comisión de Primarias. Así que no pueden engañar ni a su propia gente, porque su gente (el madurismo) también salió a votar».
De esta manera, los amagos de acercamiento vuelven a quedar en suspenso. «Vamos a solicitar de inmediato que la comisión de verificación de acuerdos de Barbados, que integramos el doctor Gerardo Blyde y yo, se reúna para evaluar esta situación«, anunció. Rodríguez hizo mención al cuarto punto del acuerdo referido a que las garantías electorales deben comunes a todos los procesos de votación. La primaria, dio a entender, trasgredió ese requisito al prescindir del Consejo Nacional Electoral (CNE). El organismo, remarcó «tiene la potestad exclusiva de hacer elecciones precisamente para evitar que vengan cuatro pillos a robárselas».
También puso en entredicho el número de participantes de la primaria que dio la CNP: dos millones. Tanto Rodríguez como Cabello aseguraron que sufragaron menos de 600.000 venezolanos. Cualquier otra cifra es «insostenible». De lo que se trata, según analistas, es restarle legitimidad al triunfo de Machado, una dirigente que expresa las posturas más radicales de la oposición y cuyo partido, Vente Venezuela, no ha formado de las tratativas con el Palacio de Miraflores que llegaron a un punto de entendimiento en Barbados.
Defensa de la ganadora
«A los voceros de la cúpula roja. Les guste o no, el domingo salió mucha gente a votar en toda Venezuela. De todos los sectores. Entiendan que ustedes hace rato perdieron la conexión con el pueblo venezolano y lo único que hoy tienen es poder y que sólo lo usan para defender sus privilegios y no para resolver los graves problemas que aquejan a las mayorías. Acepten la realidad», dijo al respecto Henrique Capriles, quien semanas antes de la primaria resolvió no competir.
Rodríguez aclaró que las negociaciones con los partidos opositores no se caen. La voluntad del Gobierno, dijo, está «intacta» y arrojó un manto de duda sobre los adversarios, que el domingo reconocieron la victoria de Machado. Así lo hizo también de un modo elíptico Estados Unidos, cuya decisión de levantar sanciones económicas está supeditada a las garantías para llevar a cabo las próximas elecciones. El presidente de la AN advirtió que no aceptarán «presiones» en esa dirección de Washington.
Sobre los alcances de lo suscrito en Barbados, Machado añadió: «los acuerdos ya firmados tienen que cumplirse, incluyendo los electorales que me afectan y ya le estamos haciendo seguimiento para su cumplimiento».