El consumo de alcohol fue la adicción que congregó un mayor número de atenciones por los responsables del Centro de Solidad Interdiocesano Huesca-Proyecto Hombre a lo largo del año pasado, un total de 42 casos de entre las 382 personas atendidas.
Así se ha puesto de manifiesto en la presentación de la Memoria de 2022 de esta organización social, en la que se ha presentado al nuevo presidente del Centro de Solidaridad, Alfredo Carrera, que ha trabajado como voluntario desde hace dos años.
Los datos reflejados en el informe apuntan que aunque el alcohol es la sustancia por la que más personas acuden al centro, el número de afectados ha descendido ligeramente, mientras que se han producido aumentos en el consumo de cannabis (22 casos), cocaína (22), ludopatías (20) y policonsumo de diferentes drogas (14). La memoria refleja, además, 5 casos de adicciones a las anfetaminas, 5 por problemas de salud mental y 3 de adicción a las nuevas tecnologías.
Del total de personas atendidas en este programa de atención psicológica y terapéutica por adicciones, que favoreció el año pasado la consecución de 38 altas terapéuticas, 125 son adultos, 152 familias, 69 internos en centros penitenciarios y 8 menores, además de las 28 acogidas en el marco del programa Sos Adolescentes.
Este último proyecto, han añadido los responsables de la organización en Huesca, es una novedad puesta en marcha el pasado año con la que se quiere responder al incremento de casos de malestar emocional entre jóvenes y menores, de conductas desadaptativas y de factores relacionados con el suicidio.
En las acciones de prevención escolar y comunitaria desarrolladas el año pasado en Huesca por el Centro de Solidaridad participaron un total de 4.934 personas.
Los portavoces de esta organización han explicado que la prevención es una de las principales líneas de trabajo del centro, por lo que el pasado curso se realizó un «gran esfuerzo» de concienciación social, con iniciativas en las que participaron 1.042 personas en el área comunitaria (campañas de prevención, sensibilización y difusión en medios de comunicación), 436 en el medio rural y 13 en espacios penitenciarios.
En centros escolares y educativos se llevaron a cabo 244 intervenciones, que llegaron a 3.171 jóvenes, 20 niños, 132 adultos y 120 docentes.