El Atlético de Madrid volvió a darse de bruces con la realidad y no pudo pasar del empate frente al Celtic de Glasgow. Un resultado frente al conjunto escocés que complica las opciones de estar en la siguiente ronda de la Champions League. Una situación que vuelve a poner de manifiesto la fragilidad del equipo del Cholo Simeone en la competición europea. [Así vivimos el Celtic – Atlético de Madrid]

El conjunto rojiblanco siempre tuvo que nadar a contracorriente durante el partido en Celtic Park. Los escoceses se adelantaron hasta dos veces, gracias a Furuhashi y Palma, y el Atleti tuvo que igualar en sendas ocasiones con los goles de Antoine Griezmann y Álvaro Morata

La expulsión de Rodrigo de Paul cuando mejor estaba el Atlético de Madrid acabó con cualquier atisbo de remontada final. Los últimos minutos obligaron a los rojiblancos a refugiarse en su área para evitar que se escapase el punto que habían amarrado.


De Paul se lleva el balón para el Atlético de Madrid.

REUTERS

Con este resultado, el Atlético de Madrid dice adiós al liderato del grupo y se coloca en segunda posición del grupo. Ahora es el Feyeenord el que domina con seis puntos por los cinco de los rojiblancos. Los de Simeone, por tanto, todavía deberán de pelear para estar los octavos de la Champions.

Intensa primera parte

Poco tardó en darse un baño de realidad el Atlético de Madrid. Corría el minuto 3 de partido cuando el Celtic de Glasgow pegó el primer zarpazo. Furuhashi se aprovechó de la debilidad de la zaga rojiblanca para inmiscuirse entre los defensas para definir con sutileza ante Oblak.

Esto hizo que el Atlético estuviese obligado a tomar las riendas del choque. Los de Simeone intentaban acercarse a la meta defendida por Joe Hart. La primera ocasión clara para los rojiblancos llegó de las botas del siempre clarividente Antoine Griezmann al filo del cuarto de hora. El francés recibió en el costado izquierdo y buscó sorprender al inglés por bajo con un tiro ajustado al palo, pero no hubo suerte. 

Seguía intentándolo el Atlético de Madrid y encontró la fortuna de su parte. Un derribo de Taylor a Nahuel Molina, que le leyó las intenciones para adelantarse a la jugada y provocar la falta del jugador escocés, provocó que Dingert señalase pena máxima. La responsabilidad recayó en Griezmann. El delantero galo marcaba con suspense, pues su disparo lo salvó Hart con la ayuda del palo, pero el rechace le cayó a los pies y anotó a puerta vacía.

Palma celebra su gol ante el Atlético de Madrid.


Palma celebra su gol ante el Atlético de Madrid.

REUTERS

Se había superado el ecuador de la primera mitad y el Atlético parecía regresar al partido de la mejor manera. Sin embargo, apenas le duró la felicidad un par de minutos, lo que tardó en marcar Palma. El futbolista del Celtic volvió a aprovecharse de la pasividad rojiblanca tras el centro de Maeda y disparó cruzado para batir a Oblak.

Tuvo que irse de nuevo el Atlético a por el empate. Lo encontró tras un centro lateral que remató Witsel y desvió un defensa. La posición antirreglamentaria del jugador rojiblanco evitó que el gol subiese al marcador. Mientras tanto, Oblak evitó que la ventaja del Celtic aumentase poco antes del descanso tras desviar un tiro de O’Riley. El paso por vestuarios era la mejor noticia para los de Simeone.

Morata iguala

La vuelta al terreno de juego lo hizo con la entrada de Marcos Llorente y Rodrigo Riquelme, que entraron al campo sustituyendo a Saúl y Galán. Y le surtió efecto al Cholo porque el carrilero fue el artífice de la jugada del empate al poco de arrancar la segunda mitad.

Llorente corrió por el costado derecho dejando atrás a varios rivales y puso un centro medido al segundo palo. Ahí apareció como una exhalación Álvaro Morata. El ‘7’ del Atlético se lanzó con todo para superar a Joe Hart y poner la igualada. Tan solo había transcurrido siete minutos y la cosa volvía a estar igualada.

Morata celebra su gol ante el Celtic.


Morata celebra su gol ante el Celtic.

REUTERS

El paso de los minutos provocó que el Atleti se fuese sentando mejor sobre el terreno de juego. Los del Cholo comenzaban a dominar y empezaban a generar ocasiones, llegando a creer en la remontada. Los acercamientos eran cada vez más, aunque solo fallaba el último pase.

El duelo entró en la recta final y todo lo que había conseguido escalar el Atlético quedó emborronado tras la segunda amarilla a Rodrigo de Paul a falta de poco menos de diez minutos del final. El centrocampista entró con demasiada dureza a un balón dividido y eso provocó que no acabase el partido. Era una vida extra para el Celtic, que ya parecía completamente superado.

Forrest tuvo la victoria de los escoceses poco antes del descuento, pero su disparo se fue por encima de la meta de Oblak. Sin embargo, el marcador no se movió en los minutos finales y el partido acabó con empate para los dos.