Con la llegada del otoño, el descenso en las temperaturas y el aumento en la humedad pueden crear un ambiente propicio para la acumulación de humedad en los espacios cerrados de nuestras viviendas, siendo el cuarto de baño uno de los lugares más afectados.
Este exceso de humedad no solo resulta incómodo, sino que también puede contribuir al desarrollo de moho. Se trata de un tipo de hongo que prospera en ambientes húmedos y cálidos, por lo que, debido a las condiciones de los baños, se crean las condiciones ideales para que el moho crezca y se propague en superficies como paredes, techos y mobiliario.
La exposición al moho puede tener efectos adversos en la salud como afecciones respiratorias, reacciones alérgicas o infecciones crónicas en casos más extremos. Además, un ambiente húmedo también puede ser un caldo de cultivo para ácaros del polvo, bacterias y otros patógenos, así como deteriorar la calidad del aire interior.
Los cuartos de baño son propensos a la acumulación de humedad debido a las actividades diarias como las duchas y baños. Sin una gestión adecuada, la humedad y el moho pueden abrirse paso. Según los expertos, la clave para combatir la humedad en el cuarto de baño se basa en dos principios fundamentales: ventilación y absorción.
Conseguir un flujo continuo de aire
La ventilación es crucial para expulsar el aire húmedo y traer aire fresco y seco al cuarto de baño. Mantener un flujo constante de aire ayuda a evaporar la humedad presente en el ambiente, previniendo la condensación que puede resultar en moho y deterioro de las superficies. Para ello se pueden hacer dos cosas:
- Usar dispositivos de ventilación: los ventiladores extractores son dispositivos específicos que ayudan a sacar el aire húmedo del baño y expulsarlo al exterior. También, la instalación de rejillas de ventilación puede contribuir a una circulación de aire adecuada.
- Ventilación natural: cuando es posible, abrir las ventanas y puertas para permitir que el aire fluya naturalmente es una manera efectiva y económica de ventilar el espacio.
Capturar la humedad que queda
A pesar de una buena ventilación, siempre habrá cierta cantidad de humedad residual. La absorción ayuda a capturar esta humedad, contribuyendo a un ambiente más seco. Para ello se pueden utilizar las siguientes estrategias:
- Usar desecantes naturales: los desecantes naturales como la sílice y el arroz tienen una alta capacidad para absorber la humedad del ambiente. Se pueden colocar en recipientes pequeños o bolsas permeables alrededor del baño para ayudar a mantener el aire seco. La sílice, por ejemplo, puede absorber hasta el 40% de su peso en agua, y es fácil de reutilizar tras una breve exposición al sol para eliminar la humedad absorbida.
- Poner plantas deshumidificadoras: incorporar plantas que absorben la humedad en el diseño de tu cuarto de baño no solo añade un toque estético, sino que también contribuye a un ambiente más seco. Plantas como el helecho de Boston y la palma areca son conocidas por su capacidad para absorber la humedad del aire. Además, estas plantas pueden mejorar la calidad del aire al eliminar toxinas, proporcionando así un ambiente más saludable.
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