Luis Rubiales y Albert Luque durante la presentación de Luis de la Fuente como seleccionador.
EP

El director de la selección masculina de fútbol, Albert Luque, ha negado este martes haber participado en las presiones que la jugadora Jenni Hermoso denunció haber sufrido por parte de varios miembros de la Real Federación Española de Fútbol para que restara importancia al beso que, sin su consentimiento, le plantó el ya expresidente Luis Rubiales en la entrega de trofeos del Mundial de Australia el pasado agosto. Durante la diligencia judicial únicamente ha contestado a las preguntas de su abogado, en el ejercicio de su derecho como investigado, apuntan fuentes fiscales presentes en la diligencia.

Luque ha prestado declaración por videoconferencia ante el instructor de la causa, Francisco de Jorge, desde los juzgados de Terrasa (Barcelona) en calidad de investigado por un posible delito de coacciones relacionado con la supuesta agresión sexual cometida por el expresidente.

Fuentes de su defensa han precisado que Luque ha reconocido que él intentó hablar con Hermoso «porque eran amigos» pero no lo consiguió y por eso lo intentó con su amiga Ana Belén Ecube. Sobre su estancia en Ibiza, donde fueron las jugadoras tras ganar el Mundial, ha negado que acudiera a propósito para tratar el asunto, pues él ya se encontraba en la isla con anterioridad.