Eliminar rutas cortas en avión que pueden ser realizadas con tren es el objetivo no solo de colectivos ecologistas, sino incluso de gobiernos europeos, como es el caso de Francia, que ha cancelado ya alguno de estos vuelos. El objetivo es reducir las emisiones de CO2 que provoca la aviación, mucho mayores de las que causa el tren, un medio de transporte más ecológico.

Un estudio realizado por  ‘Ecologistas en acción’ demuestra que solo con eliminar 11 rutas aéreas actualmente en funcionamiento en España se podría ahorrar entre un 30% y un 40% de las emisiones de los vuelos domésticos peninsulares y cerca de un 10% las emisiones del conjunto del transporte aéreo en España.

En total, se calcula que esta medida permitiría ahorrar más de 300.000 toneladas anuales de dióxido de carbono, según este estudio.

El informe señala trayectos como, por ejemplo, los que conectan Madrid con ciudades como Barcelona, Alicante, Málaga, Pamplona, Santiago de Compostela y Valencia, así como las conexiones áreas entre Barcelona y Valencia.

Rutas sustituibles por alternativa en tren Ecologistas en Acción


Se calcula que, en total, estas rutas son utilizadas por casi seis millones de pasajeros anuales, el equivalente a un 34,8% de los viajeros peninsulares. 

Según señala el estudio de ‘Ecologistas en acción’, estas son las rutas en avión que actualmente cuentan con al menos cuatro frecuencias diarias por cada sentido y que podrían sustituirse por viajes en tren de menos de cuatro horas:

  • Alicante–Madrid / Madrid–Alicante
  • Barcelona–Madrid / Madrid–Barcelona
  • Barcelona–Valencia / Valencia–Barcelona
  • Madrid–Málaga / Málaga–Madrid
  • Madrid–Pamplona / Pamplona–Madrid
  • Madrid–Santiago de Compostela / Santiago de Compostela–Madrid
  • Madrid–Sevilla / Sevilla–Madrid
  • Madrid–Valencia / Valencia–Madrid

El informe también señala tres rutas aéreas más con menos de cuatro frecuencias diarias por sentido y que podrían cambiarse por un viaje en tren:

  • La Coruña–Madrid / Madrid–La Coruña
  • Granada–Madrid / Madrid–Granada
  • Logroño–Madrid / Madrid–Logroño

Los autores de este análisis señalan que en todas las rutas identificadas el tiempo total de viaje en tren es inferior al necesario para cubrir los mismos trayectos en transporte aéreo.

En general, de hecho, se trata de trayectos que en tren demoran un máximo de cuatro horas y que en la mayoría de casos tienen mucha más frecuencia que las rutas aéreas. En el caso de los viajes entre Barcelona y Madrid, por ejemplo, se calcula que hay más de 40 trayectos diarios en tren que demoran cerca de 2,5 horas frente a menos de diez rutas aéreas que tardan 1,5 horas pero que, por el contrario, requieren desplazarse hasta los aeropuertos (con toda la inversión de tiempo que eso conlleva).

Los billetes de tren, más caros que los de avión

Sin embargo, este proyecto topa con una circunstancia que no ayuda a impulsar el uso del tren entre la población, y es que, en la mayoría de los casos, usar el ferrocarril es más caro que usar el avión.

En concreto, los billetes de tren son en Europa el doble de caros que los de avión por término medio, y hasta el cuádruple en España, según un estudio de Greenpeace. La ONG resalta que se incita a la ciudadanía a volar, favoreciendo a las aerolíneas y pide a Unión Europea (UE) y a los gobiernos nacionales que se fomente el tren en su lugar.

Los trenes suelen ser más caros que los aviones Agencias


En un contexto en el que Europa se enfrenta a severas olas de calor cada vez más recurrentes, el informe de Greenpeace muestra hasta qué punto la «injusta regulación de los viajes de larga distancia está socavando el ferrocarril europeo, permitiendo que se explote a trabajadores y trabajadoras del sector y contribuyendo enormemente a la contaminación del planeta, todo en beneficio de las aerolíneas».

«Este informe demuestra hasta qué punto se incita a los ciudadanos europeos a volar y se dificultan los viajes en ferrocarril. Estamos en esta situación porque las compañías aéreas se benefician de ventajas fiscales escandalosas«, critica Cristina Arjona, coordinadora campaña de movilidad de Greenpeace.

«Estos vuelos exageradamente baratos, sólo son posibles porque no se está pagando el coste real. Trabajos precarios, múltiples costes adicionales para los clientes, subvenciones a las aerolíneas con dinero de los contribuyentes, exenciones al queroseno e impuestos reducidos…», detalla Arjona.

Informe íntegro sobre eliminación de vuelos: https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/2023/10/Vuelos-cortos-web.pdf

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