Los expertos en defensa planetaria de la NASA creen que ni siquiera hemos encontrado la mitad de los asteroides cercanos a la Tierra de 140 metros de diámetro o más, que desarrollan órbitas con un posible punto de colisión contra nuestro planeta en el futuro. Un asteroide de ese tamaño podría destruir una ciudad entera y provocar la muerte de millones de personas.
De acuerdo a una infografía aportada por la NASA y que se analiza en un artículo publicado en Universe Today, más del 50% de todos los asteroides cercanos a la Tierra con un tamaño considerable aún no han sido identificados, por lo tanto no conocemos las características ni la inclinación de sus órbitas. Al superar los 140 metros de diámetro, una colisión de un cuerpo de estas condiciones contra nuestro planeta podría borrar literalmente de la faz de la Tierra a una ciudad mediana.
Las limitaciones de la defensa planetaria
No cabe duda que la NASA realiza una tarea vital para la Tierra mediante su sistema de defensa planetaria, que en líneas generales consiste en monitorear permanentemente a los asteroides que podrían impactar la Tierra y causar una devastación generalizada. No podemos olvidar que esta fue la forma en que se extinguieron los dinosaurios hace unos 66 millones de años: el esfuerzo de los científicos apunta a evitar un destino similar para los seres humanos.
En el mismo sentido, estrategias ya probadas como la técnica de redireccionamiento de asteroides llevada adelante por la Misión DART y otras que están en desarrollo buscan evitar lo peor en caso de que una colisión sea inminente. Sin embargo, existen otras amenazas quizás no tan cinematográficas o espectaculares, pero que igualmente pueden dañar a nuestro planeta: cualquier asteroide que supere los 140 metros de diámetro está en condiciones de destruir una ciudad por competo, causando millones de muertes.
Números que inquietan
De acuerdo a la infografía mencionada previamente, la agencia espacial estadounidense ha reconocido que quedan por encontrar 14.000 asteroides potencialmente peligrosos de estas características, una cifra que corresponde a más de la mitad de aquellos que se encontrarían en las inmediaciones de nuestro planeta. Una cifra que impone respeto y que genera inmediatamente una gran incógnita: ¿qué posibilidades existirían de que uno de estos cuerpos impacte en cualquier momento con la Tierra?
Aunque los asteroides no emiten luz propia, y por eso habitualmente la única forma de detectarlos es cuando la luz del Sol se refleja en su superficie y llega a uno de los diversos telescopios que observan el cielo nocturno, se están desarrollando nuevos modelos especialmente diseñados para ser verdaderos “cazadores de asteroides”, superando la limitación indicada previamente y aportando más certidumbre sobre la ubicación de cuerpos potencialmente peligrosos.
Por el momento, habrá que esperar hasta optimizar estos modelos para revelar el gran universo de asteroides que permanecen aún ocultos. Por si esto fuera poco, otro dato de la NASA es aún más alarmante: los científicos de la agencia espacial estadounidense estiman que hay alrededor de 50 asteroides de 1 kilómetro de diámetro que aún tenemos que encontrar flotando en el vacío del cosmos. Solamente un asteroide de ese tamaño podría generar una catástrofe mucho mayor que la destrucción de una ciudad, aunque todavía estaría lejos de la magnitud del cuerpo que acabó con los dinosaurios, que alcanzaba aproximadamente unos 10 kilómetros de diámetro.