Desde que al inicio de la semana los equipos y los responsables del campeonato fueron llegando a Phillip Island ya sabían que la opción de que el domingo se cancelaran las carreras estaba en el programa y finalmente ha afectado al Sprint de MotoGP. Lo peor estaba previsto a partir del mediodía de este domingo y afectaba directamente a la categoría reina, la razón de un Gran Premio. La organización se curó en salud intercambiando el orden de las pruebas, el sábado se disputó la Carrera larga y se dejó para el domingo el Sprint. Hubo una nueva reescritura del programa adelantando una hora las carreras. Se han podido disputar Moto3 y Moto2, ésta ya suspendida por bandera roja, y media hora antes de la salida de MotoGP se ha decidido definitivamente cancelar la carrera «por cuestiones de seguridad», una buena decisión.

El viento, el peor enemigo en Phillip Island para los pilotos, estaba previsto para las tres jornadas, pero el domingo, además de lluvia, las ráfagas podían pasar a partir del mediodía de los 60 km/h lo que iba a poner en grave riesgo a los competidores. Con las actuales MotoGP se llega muy fuerte a final de recta y esas tres primeras curvas están a la intemperie. No tenía ningún sentido dar la salida a ese invento para dar contenido los sábados a las televisiones, ya han sido demasiadas caídas las acumuladas en la categoría reina desde el inicio en Portimao y que han impedido en todo el año que los pilotos oficiales 2023 hayan competido juntos en una carrera. 


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El viernes el director deportivo de MotoGP, Carlos Ezpeleta, ya había sugerido en rueda de prensa que, debido a la proliferación de la aerodinámica, MotoGP se ve más afectada por el viento en comparación con Moto3 y Moto2, de ahí que no hayan ni dejado ni que hicieran la vuelta de formación. Sólo por la mañana han disputado el warmup de diez minutos y ahí en una reunión ya ha habido división de opiniones.

Los puntos críticos eran las curvas que dan al estrecho de Bass, entran las ráfagas por la derecha y la moto se pone de lado y envía al césped en la zona de la 1 a la 3 -a final de recta es donde se produjo el accidente de Oliveira en 2019 por una ráfaga-, también es crítica la rápida 8 y la curva de entrada a meta.

Y una vez conocida la cancelación, detallazo de algunos pilotos que unos ya vestidos de calle y otros aún con los monos de piel de canguro puestos se han acercado a los valientes fans australianos -se han congregado este domingo 19.787 sabiendo que había riesgo de cancelación y que no era el día de la Carrera larga- que han aguantado un domingo extremo por el frío y la lluvia. El local Jack Miller ha ido un paso más y ha ido repartiendo las botas y guantes que llevaba puestos. «Sentarse y tener estas condiciones no es nada fácil y desafortunadamente los fans no han podido ver la Carrera, hoy deberíamos haberlo intentado al menos un par de vueltas», ha observado el ‘aussie’ de KTM.

Para Bagnaia, «siempre es una pena no poder correr, otra oportunidad para ganar puntos pero en el warmup sentía que algo no funcionaba y las últimas vueltas ya han sido complicadas y ya se ha visto por las muchas caídas en las carreras de Moto3 y Moto2 como el viento tiraba a los pilotos fuera de la pista en la curva 1, a Vietti le ha pasado como a Oliveira en 2019, y nosotros llegamos con mayor velocidad. Es una pena pero la decisión es correcta igual que correr ayer la carrera»

Jorge Martín ha explicado que «ha sido la decisión correcta, un viento increíble y ya se ha visto en las muchas caídas en Moto2. Era una buena oportunidad para recuperar algún punto porque me he sentido ben en el warmup, pero respeto la decisión de Dirección de Carrera». Ha abundando en la lección aprendida de los errores de Mandalika y Phillip Island: «Este año será o no será pero son aprendizajes para el futuro al final es mi primer año luchando por el título de MotoGP».

Johann Zarco, ganador de la carrera del sábado, ha opinado que «estaba concentrado para el Sprint, pero pensamos que es lo mejor porque el viento era muy fuerte». Para Bezzecchi, «esta mañana en el warmup estaba bien y las últimas ya se veía que iba a ser duro, había buen agarre, pero el problema era el viento en la parte cercana al Océano que soplaba demasiado fuerte. Para mí ya ha sido demasiado peligroso en Moto2».

Tras la cancelación del Sprint de este domingo Bagnaia sale de Phillip Island con 27 puntos de ventaja sobre Martín y 73 sobre Bezzecchi y quedan 160 puntos en juego hasta el domingo de Valencia. Si Martín gana todo lo que queda y Bagnaia es segundo aún le sobraría 8 puntos al madrileño con lo que aún depende de sí mismo para tumbar al piloto del equipo oficial y vigente campeón desde su equipo satélite. Pero ya no tiene margen de error ni puede tirar de calculadora.