Está más que demostrado que la alimentación influye directamente en nuestra salud. Y sabemos de sobra que la dieta mediterránea es probablemente la más saludable que existe.
Sin embargo, comamos lo que comamos, cada vez son más las personas que toman algún tipo de suplementos, ya sea en pastillas, jarabes, etc. para compensar las supuestas carencias de su dieta o para prevenir enfermedades.
Por ejemplo, es bastante común tomar:
- Vitamina C efervescente para prevenir los resfriados
- Pastillas de Magnesio para aumentar la vitalidad
- Cápsulas de Omega-3 para reducir el colesterol…
Sin embargo hay ciertas cuestiones que debemos tener en cuenta antes de comenzar a tomar estas «ayudas a la alimenbtación».
Lo primero que hay que saber es que no todos los suplementos nutricionales son iguales.
Y lo último en ponerse de moda son los ‘nutracéuticos‘. Un término que cada día se utiliza mas en redes sociales.
¿Pero qué son exactamente?
¿Qué son los nutracéuticos y en qué se diferencian de los suplementos alimenticios?
El término nutracéutico fue acuñado en 1989 por un médico, el doctor Stephen DeFelice, y viene de la unión de “nutriente” y “farmacéutico”.
Aunque lo cierto es que uno de los principales retos a la hora de hablar de nutracéuticos es la ausencia de una definición única y universal.
- La noción más extendida es la que considera como nutracéuticos a los fármacos elaborados con sustancias derivadas de alimentos que, en dosis determinadas, sirven para tratar o prevenir enfermedades, por ejemplo: vitamina C, colágeno, omega-3, vitamina B6…
Y aunque se puede pensar que nutracéutico y suplemento alimenticio son lo mismo, existe un matiz importante que los diferencia, tal y como puntualiza la doctora Beatriz Collado, vocal de alimentación y nutrición del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid:
- “No me gusta utilizar ambos términos como sinónimos, porque bajo el paraguas de ‘complemento nutricional’ hay algunos que tienen evidencia científica demostrada y otros no”.
Es otra palabras, se podría decir que los nutracéuticos son:
- Productos concretos respaldados por la evidencia científica.
- Con una concentración específica.
- Y con dosis recomendada.
Lo que los diferencia de los complementos nutricionales, que no siempre es así.
Eso sí, hay que tener claro que el objetivo de los nutracéuticos es beneficiarse de las propiedades de ciertos alimentos para mejorar el estado de salud de forma más ‘natural’ y sin efectos secundarios, pero no pretenden curar ninguna enfermedad.
Cuestión de marketing: nutracéuticos, alimentos fortificados y alimentos funcionales
Actualmente, el márketing, la publicidad y las redes sociales tienen mucho que ver con la viralización de palabras como nutracéuticos, alimentos fortificados y alimentos funcionales.
Y aunque todos pretenden sacar el máximo partido a los nutrientes presentes en los alimentos, en muchos casos estos términos son utilizados de forma intencionada para dar una imagen más saludable, como reclamo en ‘dietas milagro’, o muchas otras situaciones que pueden llevar a error al consumidor.
Para tener claras sus diferencias, el doctor Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) explica:
- Nutracéuticos: Se presentan en una matriz no alimentaria (pastillas, gotas, ampollas, etc.). Es decir, extraen los nutrientes y propiedades de un alimento para tomarlo de forma concentrada y en dosis específicas. Son lo que muchos llaman erróneamente suplementos alimenticios, como la Vitamina C, magnesio, hierro…
- Alimentos fortificados: Alimentos a los que se les añaden nutrientes y propiedades extra que normalmente no tienen. Por ejemplo, leche con omega-3, zumos con vitaminas o sal con yodo.
- Alimentos funcionales: Son aquellos alimentos que aportan beneficios más allá del valor nutricional, como pueden ser las propiedades antibióticas del ajo o los probióticos del Kéfir.
Por su parte, Collado insiste en que el nutracéutico para que sea eficaz debe ser administrado en las dosis adecuadas, no solo para tener resultados, sino también para no crear confusión en los consumidores:
- “Por ejemplo, la leche enriquecida con omega-3 no es un nutracéutico porque tomando un vaso no garantiza ingerir la dosis recomendada. Entonces, este producto puede ser bueno para la dieta, pero no va a tener eficacia. Son estos casos los que llevan a engaño al consumidor”.
Los científicos denuncian la ausencia de normativa legal específica
Una de las cosas que más denuncian los científicos es la ausencia de una regulación específica para los nutracéuticos.
- La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera que los nutracéuticos son lo mismo que los complementos alimenticios, y ambos son regulados como alimentos.
Esta situación provoca que no sea necesario demostrar una evidencia científica para comercializar dichos productos, y nos encontramos con que actualmente una barra de pan se rige por la misma legislación que un multivitamínico.
- “Nosotros, los farmacéuticos, intentamos luchar para que haya un marco legal específico y que todos los productos clasificados como nutracéuticos tengan evidencia científica demostrada” afirma Collado.
Esto crea un terreno pantanoso alrededor de estos productos, y es la principal causa de que se genere confusión en el consumidor, situación que en muchas ocasiones es aprovechada en campañas de publicidad.
¿Los beneficios de los nutracéuticos están demostrados científicamente?
Los nutracéuticos afirman tener una amplia gama de beneficios, sobre todo a la hora de prevenir enfermedades (reforzando la salud inmunitaria) o mejorando síntomas, como puede ser el control del dolor crónico. En definitiva, persiguen la mejora del bienestar general.
Pero, dichos beneficios ¿están demostrados científicamente? Una vez más, depende del caso. Porque al no existir una regulación exigente, hay algunos que sí y otros que no.
- “En la inmensa mayoría, no existen estudios que demuestren los beneficios de los nutracéuticos. Solo hay publicidad” afirma el doctor Botella.
De hecho, un estudio realizado por científicos de la universidad de medicina de Northwestern, EE.UU y publicado en la revista científica JAMA Network en 2022, confirmaba que:
- No hay evidencia suficiente de que tomar multivitaminas o suplementos alimenticios ayude a prevenir enfermedades en personas sanas (que no estén embarazadas).
Sin embargo, en algunos casos específicos dichos nutracéuticos sí son útiles, tal y como puntualiza el doctor Botella:
- “Por ejemplo, una persona que lleve una dieta vegana debe tomar un suplemento de vitamina B-12, puesto que no se encuentra presente en ningún alimento de origen vegetal. Lo mismo pasa cuando en un análisis de sangre aparecen los valores de Vitamina D bajos, yaque se puede solucionar tomando nutracéuticos. Pero siempre en situaciones concretas”.
- Otro caso en el que tomar nutracéuticos es beneficioso y está demostrado es a la hora de controlar el colesterol.
Así lo indican los resultados obtenidos en un ensayo desarrollado por el servicio de Medicina Interna del Clínic de Barcelona, que mostraba que el suplemento comercializado como Aquilea Colesterol reducía el colesterol un 15% en tres meses y sin efectos secundarios.
¿Cuáles son los nutracéuticos más vendidos?
Collado comenta que algunos de los más vendidos en su farmacia son los probióticos, antioxidantes y productos para mejorar la calidad del sueño o controlar la ansiedad.
Según los estudios, otro de los nutracéuticos más consumidos en Europa son las vitaminas.
En España, siete de cada diez personas consumen vitaminas, según una reciente encuesta realizada en 14 países por la Food Supplements Europe (FSE) e Ipsos.
Los cinco complementos alimenticios más populares en la UE son:
- Vitamina D (46%)
- Vitamina C (36%)
- Magnesio (33%)
- Multivitamina/mineral (29%)
- Omega 3/aceite de pescado (19%)
Por otro lado, el estudio revela que casi nueve de cada diez ciudadanos europeos han tomado un complemento alimenticio en algún momento de su vida y que el 93% de ellos lo ha hecho en el último año.
Los suplementos alimenticios nunca sustituyen hábitos de vida saludables
El doctor Botella insiste en que lo más importante es tener unos hábitos de vida saludables, y afirma que:
- «Una persona que no sufra enfermedades graves, llevando una dieta sana, mediterránea, obtiene todos los nutrientes sin necesidad de suplementos”.
Por su parte, la doctora Collado recuerda que “debido al ritmo de vida que llevamos, en la mayoría de casos eso es insuficiente y es necesario suplementar, por ejemplo con vitamina D”
Eso sí, recomienda que sea siempre con productos de calidad y eficacia demostrada:
- «No es lo mismo una melatonina con el respaldo de un laboratorio y recomendada por un farmacéutico, que una del supermercado, que nadie supervisa los criterios de rigor ni de fabricación con medidas de biodisponibilidad y eficacia».
En definitiva, el mejor consejo sobre los nutracéuticos es que preguntemos siempre a nuestro médico y elijamos productos con evidencia científica demostrada.