Israel promete cortar «la cabeza de la serpiente» y lanzar un ataque militar contra Irán si el grupo terrorista Hezbolá, respaldado por Teherán, se une a la guerra.

En una entrevista exclusiva con The Mail on Sunday, Nir Barkat, ministro de Economía de Israel, ha advertido de que los ayatolás de Irán serán «borrados de la faz de la tierra» si Hezbolá, grupo terrorista libanés apoyado por Irán, ataca a Israel.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han denunciado «los ataques que Hezbolá y otras organizaciones terroristas respaldadas por Irán que han perpetrado contra Israel desde el comienzo de la guerra con Hamás» el pasado 7 de octubre y han advertido también de los riesgos y consecuencias que estas agresiones tendrán para Líbano.

«Se supone que la frontera entre Israel y Líbano está libre de armas ilegales, que es el lenguaje de la ONU para las armas de Hezbolá, y se supone que ni siquiera están allí. Pero claramente lo están. Tienen libertad de movimiento. Han aprovechado muchas oportunidades para atacar a civiles y soldados israelíes», ha denunciado el teniente coronel israelí Jonathan Conricus en X.

Conricus ha advertido que Hezbolá «está jugando un juego muy, muy peligroso» disparando misiles, cohetes y vehículos aéreos no tripulados. En este sentido, las FDI han reiterado que «Israel solo se está defendiendo» y que es Hezbolá quien está agrediendo.

Las autoridades israelíes han responsabilizado a las autoridades de Líbano «de todo lo que ocurra en su territorio», y han extrapolado esta responsabilidad a Irán por el apoyo que da a Hezbolá asegurando que Israel está «tomando medidas preventivas» a futuro.

Estos comentarios unidos a los de Barkat plantean la posibilidad de una rápida escalada del conflicto regional y se adelantan a una esperada invasión terrestre israelí de la Franja de Gaza para «aniquilar» a Hamás.

Decenas de miles de soldados israelíes están apostados en las fronteras del territorio, donde Hamás, que también cuenta con el respaldo de Irán, mantiene a unos 200 rehenes capturados en el violento ataque al sur de Israel del 7 de octubre.

Pero aumentan los temores de que Israel pueda verse obligado a luchar en dos frentes, ya que la semana pasada Hezbolá y las Fuerzas de Defensa de Israel intercambiaron disparos repetidamente a lo largo de la frontera norte de Israel con el Líbano.