Onda ha sido este sábado sinónimo de fiesta con la explosión de júbilo y diversión que significa el pasacalle. Un multitudinario desfile en el que las peñas, después de coger fuerzas en los clásicos almuerzos para todo lo que está por venir, han hecho gala de su buen rollo y hermandad al ritmo de las charangas y la banda de música local.

Un pasacalle que ha sido la demostración de las enormes ganas que tenían los ondenses de reencontrarse con su Fira tras tantos meses de espera y han protagonizado el que siempre es uno de los actos más esperados por todos por la unión vecinal que desprende.




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Las mejores fotos de los almuerzos en la Fira d’Onda
Manolo Nebot

Tarde taurina descafeinada

Sin embargo, el nivel de la cuádruple exhibición de la tarde taurina no alcanzó las mismas cotas de espectacularidad que los concurridos actos de la mañana. El cartel prometía, especialmente los dos Bous de Fira patrocinados por el Ayuntamiento, pero no cuajaron. El ejemplar de Isabel Flores tenía una presencia digna para merecer la etiqueta de Bou de Fira, pero las fuerzas no le acompañaron y estuvo apático, sin embestir.

Toro de Isabel Flores recibido por Paco Pino. Raúl Villegas


Le siguió un Cebada Gago, que, pese a su belleza, estuvo reservón y no se le veía con muchas ganas de entrar al juego de los rodaors.  

Jesús Alcorcón, con el Cebada Gago. Raúl Villegas


Tras los animales brindados por el consistorio, irrumpió el Mollalta (patrocinado por ACT La Montera) en un recinto taurino lleno hasta las topes y con mucha sed de bou de carrer. A diferencia de los ejemplares anteriores, el toro no destacó ni mucho menos por su presencia, pero aun así fue de lo más salvable de toda la tarde.

El toro de Mollalta, recibido en su salida a la plaza por Eric Mallén. Raúl Villegas


El último en discordia fue un astado de Sergio Centelles (lo ofreció la peña Stan-K), al que, a pesar de una salida eléctrica, se le apagó la chispa rápido. 

El toro de Sergio Centelles. Raúl Villegas