No son tiempos fáciles para el cantante Alejandro Sanz. El pasado verano salía la luz su ruptura con la artista Rachel Valdés, con la que salió durante cuatro años, y el propio artista comentaba en sus redes sociales que no estaba pasando por un buen momento personal, poniendo el foco en su salud mental, lo que hizo saltar las alarmas de todos sus fans.
Ahora, un nuevo problema económico cerca al cantante. Según el diario El Mundo, el Juzgado de Primera Instancia número 47 de Madrid ha declarado al cantante «en rebeldía», al no lograr notificarle que tiene que abonar tres millones de euros de deuda impagada.
La magistrada española ha decretado la ejecución de una sentencia dictada por la Corte de Miami hace un par de años, en la que se establece que Sanz debe hacer frente con su patrimonio personal a una sanción por no haber pagado unos préstamos solicitados para comprar inmuebles de lujo en Florida.
En concreto, una «casa colonial de 1933» con más de 3.000 metros cuadrados, seis dormitorios, cinco baños, estudio de grabación, piscina y muelle privado en la zona de Sunset Lak.
La deuda inicial de Alejandro Sanz ascendía en 2020 a casi 12 millones de dólares, pero un fondo de inversión logró vender algunos inmuebles de su propiedad a un coste más bajo. Al final, entre deuda, el procedimiento y los intereses, el cantante debe todavía esos tres millones, a los que tendrá que hacer frente con la venta de varias de sus marcas registradas, participaciones en empresas, una finca en Cáceres y otra vivienda en Cádiz.
Esto si logran localizarle para notificarle el proceso, porque la justicia ha sido incapaz, desde el mes de junio hasta ahora, de localizar al cantante para comunicarle la resolución. Según relata El Mundo, la jueza advierte que el cantante podría estar intentando esquivar esta notificación para prolongar, aún más, el proceso judicial.