El Monbus Obradoiro recibía este sábado al Bàsquet Girona, uno de los equipos que ha comenzado la temporada sorprendiendo. Los compostelanos volvían para jugar en su templo, el Multiusos Fontes do Sar, con ganas de resarcirse de la amarga derrota ante el Andorra.

Pese a todo, los de Moncho Fernández llegaban con la importante baja de Eric Washington por motivos personales, las cuales han suscitado dudas sobre su continuidad en el club e incluso algunos periodistas han afirmado que el club le busca sustituto. Pese a todo, desde la entidad santiaguesa han negado que se le esté buscando recambio y afirman que cuentan con que el jugador volverá para la semana.

Además, el Obra mantuvo la duda hasta el último momento de si jugaría Jordan Howard, quien finalmente sería descartado para el choque. Dentro de los santiagueses había que sumar la baja de Rigoberto Mendoza, mientras que el Girona no pudo contar con Juani Marcos.

El partido comenzó con la afición dando lo máximo de si desde el inicio para levantar a su equipo y Tres Tinkle regalaba a los aficionados un triple y una canasta debajo del aro en respuesta, con tres puntos de Ike Iroegbu de por medio. El Obra comenzaba con ganas, pero arrancaba los tres minutos iniciales con tres faltas que podrían condicionarles en el devenir de los siete minutos restantes, pero rápidamente se ponía el Girona en la misma situación.

Ambos equipos intercambiaban canastas al inicio (13-10) y parecía que el plan de Moncho pasaba por buscar a Artem Pustovyi en la pintura. Ante la falta de Howard y Washington el plan cambiaba a jugar con el gigante ucraniano, que con un mate tras una jugada con buena circulación y un tremendo gancho se ponía con 6 puntos.

Marek Blazevic lograba sacarle la quinta falta a los catalanes, con poco menos de tres minutos por jugar, y ponía el 18-14 en el electrónico tras anotar uno de sus lanzamientos. Thomas Scrubb aprovechaba esa situación para ir con más agresividad penetrando y sacaba una falta tras canasta, sin anotar el adicional, y un gran tiro con reverso a media distancia que levantaba a Sar y forzaba el tiempo Salva Camps (22-14).

Regresaban a pista los dos equipos y lo hacía de la mejor forma posible el Obra con canasta, acabando la posesión, de Álex Suárez. Pero rápidamente cortaba el partido el trío arbitral al revisar por challenge de Moncho una polémica falta de Blazevic sobre Gyorgy Golomán, sin cambiar su decisión. El cuarto terminaba con 24-17 y con un Obra que demostraba buenas sensaciones en ataque.

Volvían a la cancha los dos conjuntos y los santiagueses lo hacían a golpe de mate de Blazevic. Arrancaba el segundo cuarto con pocos puntos y un Girona que rápidamente se cargaba con 3 faltas de nuevo, donde el Obra comenzaba más disciplinado en ese aspecto y con buen movimiento de balón. Pese a todo, los catalanes recortaban (28-23) y Moncho pedía tiempo para cortar la reacción de los de Camps.

Pero el Obra no lograba detener a sus rivales, que lograban remontar 28-29, tras mostrarse erráticos e incómodos en el campo rival. Volvía a pedir tiempo Moncho y daba descanso a Pustovyi con Rubén Guerrero. Pero seguían sin dar con la tecla, con 0 de 6 en triples en el cuarto, y se cargaban con cinco faltas los locales, al igual que sus rivales, e Iroegbu anotaba sus dos tiros libres para poner la diferencia en 31-38 con poco menos de dos minutos.

Cortaba el parcial Scrubb con una buena bomba lateral, pero los árbitros no dejaban de castigar al Obra con las faltas que cometían, ofreciendo dos tiros libres a Markel Brown, de los que metería uno, más posesión tras la antideportiva de Tinkle. Aún así, recortaban los compostelanos para irse al descanso 35-39.

Se iba Moncho a los vestuarios teniendo que reactivar a su equipo en ataque, que sobre todo necesitaban tener más acierto en el tiro exterior tras anotar 1 de sus 12 intentos en la primera parte. Debían de reencontrarse también en el poste, el cual les costó buscar al cierre del segundo cuarto y donde lograban sacar puntos importantes con sus interiores y en penetración.

Regresaban los dos equipos con intercambio de canastas y Fernando Zurbriggen lograba encontrar a Scrubb, que sacaba un tres más uno sin anotar el adicional, pero cogiendo un rebote posterior tras intento de tres del base argentino para sumar otros dos bajo el aro 42-41. Suárez dinamitaba la reacción compostelana con otro triple que forzaba a Camps a pedir tiempo. Los triples volvían a los de Moncho.

Seguía el Obra manteniendo el ritmo en un cuarto que estaba siendo completamente suyo, mientras que el Girona seguía perdido en defensa y se cargaba con cuatro faltas a los cinco minutos (50-43). Y con el acierto exterior, el trabajo en ataque y la entrega en defensa llegaba el +10 (55-45) y Sar volvía a despertar con intensidad.

Amagaba el Girona con la remontada, pero un mate de Pustovyi y un triple de Scrubb dilapidaban las opciones de los catalanes. El gigante ucraniano cometía una falta tras la canasta del canadiense que le ponía con cuatro, lo que lo mandaba al banquillo. Terminaba el cuarto, dominado por el Obra, con el 64-53.

Comenzaban despistados y erráticos los compostelanos y los de Camps castigaban y recortaban 64-57. Moncho movía ficha e introducía a Guerrero, Zurbriggen y, posteriormente, a Álvaro Muñoz para tratar de despertar del letargo. Malas noticias para el Girona, que veía como Quino Colom acababa por los suelos con el base argentino del Obra, aparentemente resentido del tobillo izquierdo.

Mindaugas Susinskas anotaba los dos tiros libres en lugar del base español y un triple que ponía el 67-64. El Alquimista de Pontepedriña pedía tiempo ante la imperiosa necesidad de cortar el parcial y recuperar el terreno perdido. No podían dormirse en los laureles ahora.

Pero una antideportiva sobre Pustovyi que pasaba a personal tras el challenge de Camps, provocaba que los compostelanos siguieran perdidos y los catalanes remontaban 67-68. Aún por encima, llegaban a la quinta falta y obligados a remar contra viento y marea para remontar. En ese momento aparecían el pívot ucraniano y Álex Suárez con un triple para romper la mala racha, que confirmaba Artem con un mate brutal que forzaba el tiempo del Girona (75-70).

Se prendía la Caldeira con una posible falta sobre Zurbriggen tras su canasta en contraataque, pitando otra en contra de los compostelanos. El partido era una guerra y Pustovyi el que más golpes se llevaba en ataque, donde los árbitros eran muy permisivos con los catalanes, aunque finalmente terminaba expulsando a Golomán. El capitán, Muñoz, aparecía como héroe de los santiagueses a falta de un minuto con un triple que volvían loca a la Caldeira y al propio alero (80-73). Tiempo de Camps que protestaba por las celebraciones de Álvaro con la afición, buscando rascar algo sin suerte. Mucho le habían dado ya los árbitros.

Tras fallar Iroegbu su segundo tiro libre, Pons machacaba en el rebote.

Los colegiados pitaban antideportiva sobre Zurbriggen cuando intentaba salir de su campo, anotando los dos. El base argentino sacaba otra falta a Pons en la posesión posterior a sus lanzamientos y anotaba uno de sus intentos (83-76). Pero Iroegbu mantenía a los suyos con un gran triple a falta de 21 segundos.

El Girona confiaba en recuperar en el saque del Obra en su pista, pero le caía la técnica a Pons al impedir el saque de Álvaro al pisar la lína, que terminaba expulsado. Anotaba el capitán y lograban sacar para Zurbriggen que conseguía la falta y anotaba uno de sus intentos. Se acababa el tiempo y el Obra ganaba 85 a 79.