Familia de rehenes temen desventaja para no binacionales

Familia de octogenaria israelí secuestrada por Hamás en Gaza temen que los rehenes que no cuentan con doble nacionalidad queden atrás.

En medio de crecientes tensiones, la familia de Yaffa Adar, una israelí de 85 años retenida en Gaza por el grupo terrorista Hamás, manifestó su temor de que los rehenes sin ciudadanía extranjera sean ignorados tras la reciente liberación de ciudadanos con doble nacionalidad. Judith Raanan y su hija Natalie, ambas con ciudadanía estadounidense e israelí, fueron liberadas el viernes en un gesto que Hamás describió como “humanitario”.

Adva Adar, nieta de Yaffa, expresó a la emisora pública Kan su preocupación por aquellos que, como su abuela, carecen de influencia internacional. “Pensar en lo que eso significa para los que no tienen ciudadanía extranjera, para los que no tienen esas palancas de presión, da mucho miedo”, admitió Adva.

Fotografías difundidas muestran a la anciana Yaffa Adar siendo transportada por miembros de Hamás hacia el enclave palestino en un carrito de golf, imagen que ha cimentado la ansiedad de su familia. Adva subrayó la urgencia de la situación: “Mi abuela y muchas personas mayores que están prisioneras no tienen el privilegio de esperar este goteo lento. Mi abuela no tiene tiempo”.

La liberación de Judith y Natalie fue gestionada por la Cruz Roja, aunque los detalles específicos del proceso no se han divulgado. Esta acción de Hamás ha sido interpretada en Israel como un intento de mejorar su imagen tras los ataques terroristas recientes en el sur del país, donde el grupo llevó a cabo masacres.

Sin embargo, el destino de los rehenes sin la ventaja de una doble nacionalidad, como Yaffa Adar, sigue siendo incierto. Hamás ha negado hasta ahora el acceso de la Cruz Roja a estos prisioneros, aumentando la preocupación por su salud y seguridad, especialmente de aquellos que requieren medicamentos y atención médica urgente.

Adva resaltó la impotencia de su situación, enfatizando que ser solamente israelí pareciera ser un impedimento. “No tenemos las palancas de presión de las segundas nacionalidades, solo somos israelíes, lo que es absurdo que sea algo por lo que tengamos que disculparnos”, declaró.

La comunidad internacional ha mostrado empatía, pero Adva recalca que esto no es suficiente. “Al final, mi abuela necesita su medicación para el corazón, necesita su medicación para el riñón, y la empatía no la ayudará ahora. Más allá de la empatía, necesitamos acciones”, concluyó.

El portavoz de Hamás, Abu Obeida, alegó que Israel rechazó una oferta para liberar a dos rehenes más, siguiendo los protocolos que permitieron la liberación de dos ciudadanos estadounidenses. Frente a estas afirmaciones, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respondió firmemente, negando ceder ante lo que calificaron como “mentiras propagandísticas de Hamás”.

“Seguiremos haciendo todo lo posible para devolver a todos los rehenes y desaparecidos a sus hogares”, comunicó la oficina de Netanyahu, enfatizando la determinación del estado hebreo en medio de la crisis. El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), contralmirante Daniel Hagari, reiteró este compromiso, asegurando que el ejército trabaja ininterrumpidamente como “prioridad nacional” para asegurar el retorno de los cautivos.

En un contexto de creciente tensión desde que Hamás lanzara un devastador ataque el 7 de octubre, con la incursión de 2.500 terroristas en Israel, la situación ha escalado a niveles sin precedentes. El saldo brutal incluye más de 1.000 civiles masacrados y al menos 210 personas secuestradas, mientras que cohetes aterrorizan la región.

La violencia desatada ha sido de tal magnitud que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la describió como “la peor masacre del pueblo judío desde el Holocausto”. En respuesta a la agresión, Israel lanzó una contraofensiva, dando como resultado la muerte de aproximadamente 1.500 terroristas de Hamás, según fuentes israelíes.

Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, informó sobre más de 4.300 palestinos fallecidos debido a los ataques. Esta cifra, que no ha podido ser verificada de manera independiente, se cree que incluye a miembros armados de Hamás, así como a víctimas de una explosión en un hospital, la cual Israel atribuye a un proyectil defectuoso lanzado por la Yihad Islámica. A pesar de las acusaciones de Hamás, evidencia presentada por Israel y respaldada por Estados Unidos sugiere que la tragedia fue resultado de un cohete originado en Gaza que no alcanzó su objetivo israelí.

En este ambiente de crisis y acusaciones cruzadas, la prioridad declarada de Israel sigue siendo el rescate de “todos los rehenes”, sin distinción, como subrayó Hagari, rechazando insinuaciones de selectividad en sus esfuerzos de rescate. “Esta es una misión nacional, esto es lo que vemos ante nuestros ojos, y así seguiremos trabajando”, concluyó.