Un grupo de ocho deportistas ucranianos, que sufren alguna discapacidad a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania, batieron el pasado domingo el récord mundial de fuerza. Siete de ellos mutilados, con prótesis, que reflejan la dureza del frente. Esta prueba se llevó a cabo en el último día del Arnold Classic Europe, en la Caja Mágica de Madrid, evento que toma el nombre del actor, político y culturista Arnold Schwarzenegger.
Se trata de un festival deportivo internacional, en el que cada año participan centenares de atletas, que compiten para conseguir marcas mundiales. Los participantes ucranianos han conseguido batir el récord mundial tras tirar con una cuerda de cuatro camiones, con un peso total de 35 toneladas.
‘Fuertes de Ucrania’, una competición que rompe fronteras
‘Ucrania Fuerte‘ fue la primera competición de deporte adaptado a los atletas veteranos y discapacitados, que sufrieron lesiones y heridas graves, durante la guerra. En esta competición participaron más de 400 atletas, de los que seleccionaron a los ocho más fuertes, para batir el actual récord de fuerza en el evento Arnold Classic Europe, que este año se ha celebrado en la capital española.
Estos ocho atletas y excombatientes se han unido bajo el nombre ‘Fuertes de Ucrania’. El objetivo es llamar la atención sobre el problema de la rehabilitación deportiva en los atletas, víctimas de la guerra, manifestando así, su derecho de participar en competiciones internacionales.
«Esto es muy motivador para nuestra recuperación, es la mejor medicina porque nadie en el planeta ha conseguido esto, solo nosotros«, explicaba Artem Marchenko, uno de los atletas que ha conseguido el récord mundial, a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica.
La historia que hay detrás del equipo ucraniano
El equipo ucraniano que ha batido el récord mundial de fuerza está formado por (de izquierda a derecha):
- Artem Pohoriliy (de Poltava), soldado mayor de las Tropas Terrestres de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que sufrió una herida en la extremidad izquierda inferior, durante un incendio en la región de Donetsk.
- V’yacheslav Tsyukh (de Kyiv), capitán de Primer Rango de las Fuerzas Armadas de Ingeniería, que vivió una explosión de una mina, causante de su herida en la extremidad derecha inferior.
- Yevhen Smaga (de Chernihiv), sargento de la primera brigada de tanques de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que sufrió heridas en los dos miembros inferiores, durante la defensa de la ciudad de Chernigiv.
- Vladyslav Shatilo (de Chernihiv), miembro de la 105ª Unidad Fronteriza del Servicio de Fronteras Estatales, que perdió la extremidad inferior izquierda, a consecuencia de la detonación de una mina en la región de Donetsk.
- Artem Marchenko (de Sumy), sargento del Estado Mayor de las tropas terrestres de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que sufrió fracturas en la extremidad superior derecha, durante un disparo en la región de Donetsk.
- Oleksandr Shvachka (de Kiev), que perdió la extremidad inferior izquierda, tras la explosión de un tanque en la batalla de Makarov.
- Mykhailo Drobotenko (de Kropivnytskyi), sargento Jefe de las Fuerzas Terrestres de las Fuerzas Armadas 57 de Ucrania. Fue herido en los dos miembros inferiores, durante una misión de reconocimiento en la región de Lugansk.
- Denis Barchuk (de Brovari), sargento menor de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania y que recibió una herida de una ametralladora en el miembro inferior, durante un bombardeo.
Dispuestos a conseguirlo
«Estoy seguro de que lo conseguiremos» decía Artem Marchenko, antes de que se iniciase la prueba. Lo mismo opinaba el público ucraniano. «Los vamos a apoyar para que consigan el récord», aseguraba una seguidora.
Los deportistas se mostraban nerviosos, pero convencidos de que lograrían su objetivo, para el que llevan entrenando desde su llegada a Madrid, el pasado 11 de octubre, un día antes de que comenzara el Arnold Classic Europe.
Bajo los gritos del público ucraniano, los atletas calentaban, se abrazaban e intentaban unir todas sus fuerzas para conseguir algo único. Los ocho se situaron sobre unas plataformas, en las que se apoyaron para tirar de una cuerda que los unía con cuatro camiones de 35 toneladas, que movieron unos 17 metros, en 35 segundos.
«Durante la prueba tenía muchos sentimientos internos, la cuerda era realmente pesada y solo estábamos concentrados en la pista. No oía nada, excepto a mi equipo«, explicaba Marchenko tras conseguir el récord mundial de fuerza.
Un público volcado
Tras conseguir el récord, los deportistas se acercaron al público, retirado unos metros de la pista por motivos de seguridad. Allí, decenas de ucranianos los esperaban con banderas de su país, mientras cantaban el himno nacional.
«Es increíble ver la fuerza que tienen a pesar de todo lo que han pasado. Encima siguen luchando para demostrar lo fuerte que es nuestro país y lo lejos que se puede llegar«, decía una seguidora ucraniana al término de la prueba. El pasado domingo, Madrid se llenó de voces que querían contar su dura realidad.
Estos ocho ‘veteranos de guerra’ no solo batieron el récord mundial de fuerza, sino que ganaron una batalla por dar visibilidad el rechazo con el que los deportistas ucranianos se han encontrado tras sufrir las consecuencias de la guerra. Atletas que esperan que este sea el primer paso para que se les incluya en las competiciones internacionales.