El plan ‘premium’ actual, introducido el pasado febrero, cuesta 8 euros al mes u 84 euros al año. Quienes pagan tienen acceso a beneficios como el pin azul de verificación de su cuenta, la posibilidad de editar sus publicaciones y un mejor posicionamiento de estas para impulsar su viralidad.
Musk crea ahora dos otros niveles, como adelantó ‘Bloomberg’ a principios de mes. El primero costará menos de 8 euros al mes y no reducirá el nivel de anuncios visto por los usuarios. El otro será más caro y sí eliminará todos los anuncios. El plan actual, por otro lado, mostrará «la mitad de anuncios» a los suscriptores. El precio de esas dos nuevas versiones es aún una incógnita.
Ganar más dinero
Con este nuevo movimiento, el magnate tecnológico busca atraer a más gente a pagar por el uso de X. Y es que el plan de suscripción lanzado hace ocho meses no parece estar generando el dinero esperado. En el último año, los ingresos por publicidad de la compañía, su principal vía de ingresos, han caído un 55%, según un análisis externo al que Reuters tuvo acceso.
Ese no es el único giro tomado por Musk con la intención de potenciar el mermado negocio de la antigua Twitter. A principios de semana, el polémico empresario confirmó que los nuevos usuarios de la red social deberán pagar obligatoriamente un dólar al año para poder publicar mensajes. La medida, que se testeará primero en Nueva Zelanda y Filipinas, tendría el objetivo de «combatir los bots (cuentas automatizadas) sin bloquear a usuarios reales».
Musk ha usado recurrentemente el argumento de los ‘bots’ para justificar subidas de precio. Sin embargo, múltiples informes detallan cómo los cambios introducidos por el magnate, especialmente el plan de suscripción, están dando alas a la desinformación. Una reciente investigación señala que el 74% de los bulos más virales sobre la guerra entre Israel y Hamás han sido compartidos por usuarios verificados de la plataforma. Algunos incluso han sido amplificados por el mismo Musk, algo ya habitual.