Este sábado (18.30 horas) Sergio Ramos vuelve a medirse al Real Madrid con la camiseta del Sevilla. La última vez que lo hizo, el 14 de mayo de 2005, el fútbol español vivía en una glaciación anterior. España seguía manteniendo como único título la Eurocopa de 1964 y ni se le pasaba por la cabeza aspirar a ganar un Mundial. Como mucho, pasar de cuartos de final.
Ese mismo día, sin embargo, supuso un punto de inflexión para el Barcelona de Messi, que aquel sábado ganó su primera Liga en un partido en el que el argentino no jugó ni un minuto pese a haber debutado esa temporada con los azulgranas. Fue con Frank Rijkaard en el banquillo y la conquistó tras empatar a uno en el campo del Levante. Aquella noche, el Barça alineó a Valdés; Oleguer, Puyol, Márquez, Van Bronckhorst (Sylvinho); Iniesta (Motta) Xavi, Deco; Giuly, Eto’o y Ronaldinho. Messi lo vio desde el banquillo y el Barça terminó con seis años de sequía de títulos en Liga.
Zapatero y ‘La camisa negra’
Por entonces, España estaba gobernada por el PSOE, con José Luis Rodríguez Zapatero como inquilino de la Moncloa, donde estuvo desde 2004 a 2011. El número 1 de los 40 principales lo ocupaba esa semana ‘La camisa negra’ del colombiano Juanes. Y once días después, el 25 de mayo de 2005, se jugó en el Estadio Atatürk de Estambul una de las finales más recordadas de la historia de la Copa de Europa. El Liverpool de Rafa Benítez, hoy técnico del Celta, al que comandaba Xabi Alonso, actual entrenador del Bayer Leverkusen, fue capaz de darle la vuelta al 3-0 que señalaba el marcador al descanso ante el Milan de Carlo Ancelotti, hoy en el Real Madrid. En la tanda de penaltis los ‘reds’ se llevaron el título de Champions en un año en el que la participación española fue pobre, con el Real Madrid cayendo en octavos ante la Juventus, después de ganar (1-0) en el Bernabéu y caer (2-0) en Turín.
Para entonces Luis Aragonés, que fue designado seleccionador nacional el 1 de julio de 2004 como sustituto de Iñaki Sáez, comenzaba a construir la selección que acabaría dominando el fútbol mundial tras encadenar dos Eurocopas y un Mundial con la celebrada apuesta por el ‘tiqui-taca’ del Sabio de Hortaleza.
Aquel sábado el destino quiso que Ramos inaugurase el marcador en Nervión a los 19 minutos tras un saque de falta en corto del brasileño Renato a Sergio, que el de Camas clavó desde lejos en la red sin que Iker Casillas pudiera evitarlo. Después llegaría el empate, tras un tanto en propia meta de Javi Navarro, y más tarde el 1-2 de Zinedine Zidane, cerrando la igualada final Baptista, quien ya había marcado en el Bernabéu. El Real Madrid alineó aquella tarde un once formado por Casillas; Salgado, Helguera, Samuel, Roberto Carlos; Beckham, Gravesen, Zidane, Raúl; Owen y Ronaldo; con Vanderlei Luxemburgo en el banquillo. Y en el Sevilla de Caparrós, Sergio ya compartía vestuario con Jesús Navas, otro canterano prometedor.
Para entonces ya se hablaba del interés de Florentino Pérez por Sergio Ramos para reforzar la zaga blanca, pero pese a los rumores el canterano aún jugó el primer partido de la temporada siguiente (2005-06), en el Pizjuán ante el Racing de Santander. Horas después se hizo pública su contratación por el Real Madrid, club en el que estuvo hasta el final de la temporada 2020-21. El de Camas se convirtió en el primer fichaje español de Florentino, que para entonces ya había contratado a Figo, Conceiçao, Makelele, Zidane, Ronaldo, Beckham, Samuel, Woodgate y Owen. Junto a Ramos, esa temporada llegaron al Bernabéu Robinho, Baptista, Cicinho, Diogo, Cassano, Pablo García y Gravesen.
El Real Madrid llega como líder
18 años después los blancos llegan al Pizjuán con un nuevo look. El Real Madrid de Bellingham aterriza en Nervión como líder, con ocho victorias y una sola derrota, en el derbi ante el Atlético. El inglés es el máximo goleador de la Liga con ocho goles y Ancelotti ha reestructurado el esquema táctico del equipo a falta de la anunciada llegada de un Kylian Mbappé que sigue jugando en el París Saint-Germain.
El Sevilla, por su parte, es 14º en Liga con apenas dos victorias en ocho partidos y solo dos puntos por encima del descenso. En su banquillo se estrena este sábado el uruguayo Diego Alonso, con quien Sergio Ramos no se cruzó en el campo porque el uruguayo se marchó a los Tigres de Monterrey para ganar la Liga azteca el año que el sevillista se asomó a la Liga.
El fichaje del charrúa ha levantado controversia en el sevillismo porque se trata de un técnico que ha dirigido equipos como el Bella Vista, Guaraní, Peñarol, Olimpia, Pachuca, Monterrey, Inter de Miami y la selección de Uruguay. Pero no tiene experiencia en las grandes ligas europeas y eso ha generado escepticismo en la grada por esta apuesta del nuevo director deportivo hispalense, Víctor Orta.
Así cierra Ramos el círculo con este partido que vuelve a jugar 18 años después, un periodo durante el que el Sevilla ha ganado siete veces la Europa League y el Real Madrid cinco la Champions. Sin duda, la etapa más exitosa del fútbol español. Pero todo esto no contará cuando el árbitro pite el inicio del partido y Ramos trate de marcar de nuevo con la camiseta del Sevilla, como aquel 14 de mayo en que batió a un Iker Casillas que terminó siendo más que su compañero, su “hermano”.