«Fortaleciendo lo que nos une lograremos encarar el futuro con mayor confianza». El Rey Felipe VI, que como manda el protocolo ha presidido la ceremonia de entrega de los Premios «Princesa de Asturias» en el teatro Campoamor, ha relatado en su discurso la «emoción y gratitud» que le produce participar en la 43.º gala de los galardones, que ha estado marcada por los mensajes de unión y paz frente al conflicto de Oriente Próximo y Ucrania. En su intervención, en la que ha destacado la labor de los premiados, ha pedido el cese de los conflictos armados y ha resaltado la importancia de la unidad en la sociedad, también ha agradecido el recibimiento «cálido y acogedor» que ha recibido la Familia Real de los asturianos. El monarca no ha dudado en destacar la satisfacción que les produce a la Reina Letizia y a él, «como Reyes y como padres», ver los pasos que va dando en su formación la Princesa Leonor, que el 31 de este mes cumple la mayoría de edad: «Nos hace estar profundamente orgullosos su sentido del deber, de su entrega y de la ilusión con la que afronta su futuro».

Sobre ello también habló la propia Leonor, en un discurso pronunciado tras el desfile de premiados, y antes que el del monarca. «Me gustaría poder expresar con facilidad lo que siento en un día como hoy, aquí en Oviedo, después de haber prestado juramento de servicio a España ante nuestra bandera hace apenas dos semanas», comenzó diciendo la Princesa, quien también aseguró «comprender y valorar» la aportación de los premiados a la sociedad. «Esto solo lo podemos lograr con objetivos comunes y esfuerzo individual y colectivo», resaltó, en un mensaje de unidad en la misma línea del que después formularía su padre. «Quiero dar las gracias a todos nuestros premiados, también a los que nos han dejado. Por esa luz que proyectan sobre los retos y la complejidad del mundo que nos toca vivir. Y por hacer que los premios que llevan mi nombre nos animen a recorrer un camino compartido y esperanzado, sin eludir esfuerzos y con responsabilidad», concluyó.

Antes de las palabras de sus Altezas Reales, tuvo lugar la entrega de los galardones. El keniata Elud Kipchoge, premio de los Deportes, fue el primero de los galardonados en intervenir. «Correr es un vehículo que tiene el poder de unirnos. Correr une a personas de todos los ámbitos de la vida, permitiendo que distintas culturas y trayectorias se unan par acorrer», resaltó el keniata, «orgulloso» de recibir el premio.

También intervino Luis Pizarro, director ejecutivo de Iniciativas Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi), premio de Cooperación Internacional, quien también izó la bandera de la unión y la solidaridad. «Juntos estamos demostrando que un modelo de investigación y desarrollo sin fines de lucro, basado en las necesidades de los pacientes, es posible», aseguró.

Durante la entrega de los diplomas y los premios, Marina Ordine y Rosalía Broccolo, hermana y pareja del fallecido Nuccio Ordine, distinguido con el galardón de Comunicación y Humanidades, protagonizaron uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, al leer las notas para su discurso que había dejado escritas el profesor antes de su muerte, que había pensado en dedicar a los maestros. «En silencio y lejos del foco mediático, especialmente en los países más pobres del mundo, cambian la vida de sus alumnos», dejó escrito.

La última de las premiadas en hablar fue la estadounidense Meryl Streep, sin lugar a dudas la premiada que más pasiones ha levantado en esta edición de los premios, quien ha hablado de la influencia que ha tenido sobre ella su profesión como actriz y de la importancia de la empatía. «Puede ser una forma radical de acercamiento y diplomacia, igualmente crucial en otros ámbitos de actividad. En este nuestro mundo cada vez más hostil y volátil, espero que podamos hacer nuestra otra regla que se enseña a todos los actores: lo importante es escuchar», sentenció.

La ceremonia ha acabado con el himno de Asturias, interpretado por la Real Banda de Gaitas «Ciudad de Oviedo», que tanto Felipe VI como la Princesa Leonor han entonado. Los galardonados han abandonado el escenario por el pasillo central del teatro Campoamor, que interpretó el pasacalles «El Xarreru».