La cuestión palestina se ha colado de lleno en las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Tras el ataque terrorista de Hamás sobre Israel y la respuesta de Netanyahu, el conflicto se ha colado en clave nacional y las discrepancias entre el arco parlamentario ha servido de reproches, posturas antagónicas y matices que avivan tensiones como ocurre con Podemos y Sumar y que dan buena tinta del grado en el que se encuentran las posiciones de los partidos de cara a reelegir a Sánchez como presidente.
La semana pasada, Podemos se quejaba de que Sumar había bloqueado una PNL sobre el conflicto y el sábado, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, pedía llevar al presidente israelí ante la Corte Penal Internacional. El lunes, Sumar registraba en el Congreso una propuesta similar y posteriormente Podemos no confirmaba que suscribían el escrito aunque los de Díaz explicaban que habían contado con el respaldo de toda la coalición. Además, exigían a Sánchez reconocer a Palestina como Estado. Una hora después, durante la Cumbre de Berlín celebrada en los Balcanes, Sánchez apostaba ante los líderes europeos por reconocer a Palestina como forma de solucionar el conflicto.
Sin embargo, no siempre ha sido así. Fuentes negociadoras de Sumar señalan que el PSOE lleva eliminando de los borradores del acuerdo de Gobierno que intercambian desde agosto el reconocimiento de Palestina como estado. En concreto, explican que cada vez que Sumar ha mandado esta cuestión, el PSOE devolvía el documento con sus modificaciones y el párrafo en el que se hacía referencia a Palestina aparecía borrado.
Pese a todo, los socios se han coordinado para responder al duro comunicado de la Embajada de Israel, en el que condenaban las declaraciones de «algunos miembros» del Gobierno y aseguraban que han optado «por alinearse con el terrorismo tipo ISIS». Aunque citaban a esas partes del Gobierno, se referían a las palabras del pasado sábado de la también titular de Derechos Sociales, Ione Belarra, en las que pedía a Pedro Sánchez llevar a Netanyahu a la Corte Penal Internacional para juzgarle por crímenes de guerra. Además, desde el primer momento, insiste en hablar del «genocidio» israelí.
La respuesta del Gobierno a Israel que realizó el Ministerio de Exteriores se pactó entre los dos bloques. José Manuel Albares llamó a Yolanda Díaz para acordar una respuesta, en la que el Ejecutivo puso freno a lo que se consideró una injerencia de otro país en la política española y la libertad de expresión. El PSOE rebaja el tono y dice que se llamó a la otra parte para hablar y que tuvieran conocimiento. En Sumar, que se trabajó en el texto de manera conjunta. Fuera como fuera, ambas partes pactaron el contenido.
Apretar al PSOE con Palestina
Ahora el objetivo de Sumar es ‘apretar’ al PSOE con Palestina. La jugada lanzaba el pasado lunes pidiendo al PSOE que reconozca a Palestina como estado solo tuvo una hora de recorrido. Casi de manera paralela, Sánchez fijó postura y este martes por la noche confirmó que había defendido ante la UE que se reconozca tanto a Palestina como Israel.
Ambos coinciden en el fondo, que es una causa que comparte la izquierda históricamente. Sin embargo, el PSOE matiza que «ellos» pasan de perfil por los atentados de Hamás. En Sumar también comparten la sintonía, aunque muestran otros «matices» en la forma en la que el PSOE quiere reconocer a Palestina. De hecho, señalan que dudan si deben esperar a lo que decida la UE, repitiendo la decisión que tomó el Gobierno de Rajoy en 2014 cuando el Congreso aprobó el reconocimiento de Palestina y se decidió esperar a la postura de los veintisiete o hacerlo de manera unilateral como pide Sumar. De hecho, en el entorno de Díaz señalan que es un debate que está dividiendo al partido de Sánchez. Fuentes consultadas del PSOE no niegan que exista ese debate dado que es un tema muy sensible para la izquierda española, aunque prefieren mostrarse cautos y discretos y dejar que sea Sánchez el que decida la cuestión
Sumar no quiere renunciar a que se apueste por la vía de la UE y sea una de las primeras medidas del próximo Ejecutivo en caso de que consigan los votos favorables para la investidura. Por ello, presionan para que, en los borradores que se intercambian ambos partidos el párrafo que hace referencia a Palestina vuelva tal cual se mandó y sin ser eliminado.
Pese a todo, en el PSOE siguen incómodos con las palabras que realiza Podemos e Ione Belarra. La tensión entre Sumar y los morados es notable y se escenifica en cada postura que se realizan unos y otros. Tampoco el PSOE, que a pesar de ser Belarra la líder de Podemos, ser ministra y ser la protagonista de la polémica, no recibió la llamada de Albares. De hecho, este martes el responsable de la diplomacia española desautorizó desde la sala de prensa de Moncloa a Belarra y volvió a repetir que las únicas voces «autorizadas» en política exterior son la suya y la del presidente del Gobierno.