De paseo por la Tumba del Jardín, en ese parque temático de la fe en que se ha convertido Jerusalén, mi acompañante se paró para hacer fotos a unos cristianos negros, ataviados con sus coloridas túnicas, que cantaban y bailaban alzando sus manos al cielo.
Cuando uno de aquellos alegres creyentes se dio cuenta, le devolvió la jugada. Y copiando su actitud, empezó a fotografiar al típico tío blanco, hetero, y grunge. Me reí ante la escena, y comprendí las razones del otro: Éxodo 21: 24-25, ojo por ojo. Si tratas a tu prójimo como a un mono de feria, tu prójimo hará lo propio contigo.
Estando en el campo con las ovejas, he recibido la llamada de una ONG de solidaridad con el pueblo palestino. Le expuse que era pastora de ovejas, a lo que el otro presto remarcó que él que era un firme defensor de la ganadería extensiva y de pastoreo.
Pero cuando le argumentaba la razón por la que no podía colaborar: la desestabilización climática causa estragos en la economía de mi granja familiar, por lo que veo cerca el terrible día en que no pueda alimentar a mis animales, y tenga que vender algunos para evitar venderlos todos, la voz al otro lado del teléfono aceleró la despedida.
Esta es una práctica habitual, según apuntan las compañeras de Ganaderas en Red que se encargan de llevar las redes sociales de GER. La gente da a Me Gusta cuando ve la bonita foto de una madre pastora portando a su bebé en la mochila canguro, mientras ejerce su labor. Pero cuando se denuncian los precios bajos, enfermedades del ganado, trabas burocráticas, la gente se va a otro lado, porque no quiere que les cuentes tus penas.
Las ganaderas, como los cristianos negros, no somos monos de feria.
GER, es la mayor red de mujeres ganaderas de toda Europa. No es una asociación ni una empresa, no recibe ayudas ni subvenciones. Es una red de apoyo. La misma red que llevan tejiendo las mujeres para cuidar unas de otras, mantener los ánimos arriba, pese a los vaivenes de la vida, y la ilusión intacta en el duro oficio de ser mujer, desde que el mundo es mundo.
GER es además el escaparate de internet donde poder adquirir directamente de las productoras alimentos saludables, nutritivos, a un precio sensato y digno, respetuosos con el medio ambiente, de bienestar animal real, no impostado, y de procedencia nacional.
Las ganaderas, y todas las mujeres rurales, cuyo día internacional se celebra el 15 de octubre, día de Santa Teresa, no son un florero, un objeto bonito y pintoresco, una anécdota, un trofeo del que presumir un día al año y olvidarse el resto.
Las ganaderas, y todas las mujeres rurales, trabajamos de igual a igual, compartimos las mismas faenas, los mismos desvelos e idénticas alegrías. Y además contribuimos con nuestros cuidados a sacar adelante una casa, a la familia.
Pilar de Tenerife es un gran ejemplo de mujer rural. Ha creado la Finca Ecológica La Jara, donde conserva una raza de cabra canaria en peligro de extinción, produce huevos, vegetales de huerto, y miel. También es una madre admirable.
Pero Pilar no es la cara bonita de una bonita foto. Este año han venido mal dadas. Primero fue el desolador incendio que arrasó con todo a su paso, obligándola a desalojar sus animales para ponerlos a salvo. Y ahora se ha visto obligada a sacrificar sus más de 200 gallinas, porque con el estrés post traumático dejaron de poner.
Nuestra hermana de tierra en el alma, viento en el pelo y ganado en el corazón, la leyenda que luce el dorso de nuestras famosas camisetas, ha mandado un SOS al Gobierno canario. Pero sus políticos no le han hecho caso porque están muy atareados con sus cosillas. Siguen estudiando si darle el Sí a Sánchez, cambiarle otra vez el nombre a la misma calle, o elegir fecha para celebrar la cena de empresa de Navidad. Lo dicho, muy ocupados.
Pilar ha pedido entonces ayuda a sus amigas de Ganaderas en Red. Como le dijo Lauren Bacall a Humphrey Bogart en Tener o no Tener, “cuando me necesites, silba”. Pilar no ha tenido que hacer nada, ni decir nada, tan sólo ha silbado, y todas a una hemos acudido a su llamada.
Su dramática situación actual requiere la mayor visibilidad y difusión. Estoy en contra de las redes sociales, así que sólo puedo ayudar con estas cuatro letras. Brava Pilar, mujer rural, trabajadora enérgica e incansable, no estés triste, no te rindas. Aunque todo a tu alrededor falle, esta red de ganaderas estará siempre a tu lado.