MADRID/ MÉRIDA, 19 (EUROPA PRESS)

La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha lamentado este jueves que mientras el Gobierno de Pedro Sánchez «negocia privilegios y se pagan peajes al independentismo», todavía «hay regiones como Extremadura que son ignoradas y que no son escuchadas».

En ese sentido, Guardiola ha reafirmado que Extremadura no quiere «la caridad» del Estado, ha dicho. «Yo lo único que quiero es una herramienta digna y constitucional como es la solidaridad del Estado, la solidaridad entre las regiones», por lo que ha insistido en que no quiere «migajas» ni «condescendencia».

María Guardiola se ha pronunciado de esta forma durante su intervención este jueves en la Comisión General de las Comunidades Autónomas que se celebra en el Senado, convocada por el PP para mostrar el rechazo a la amnistía de su poder territorial.

En su intervención, la presidenta extremeña ha advertido de que España «está atravesando un momento crítico», pero ha aseverado que «es un gran país», por lo que ha instado a que no se les «olvide nunca y que no se le olvide a aquellos poquitos que quieren romperlo», ha dicho.

Así, ha lamentado que España «es un país que respeta las discordias, que se hace fuerte ante la adversidad», pero ha alertado de que «el auge del populismo y el inexplicable seguidismo socialista han deteriorado nuestras instituciones y han quebrado las normas de convivencia democráticas».

«GOBIERNO ADANISTA Y CAPRICHOSO»

Guardiola ha lamentado que España está «padeciendo un Gobierno adanista y caprichoso», así como «un poder piterpanesco que se niega a crecer» tras lo que ha lamentado que «el populismo lleva casi una década devorando los cimientos de nuestra democracia», y que ha provocado que en la actualidad «desde el poder Ejecutivo, se ataca abiertamente al poder Judicial» o a la prensa libre, y se «admite abiertamente que se trabaja para beneficiar a una minoría, saltándose no solo los principios de justicia, de igualdad, de solidaridad».

Ante esta situación, la presidenta extremeña ha advertido que «ni todos sus ataques, ni todas sus mentiras, ni todos sus bulos van a callarnos la boca y van a hacernos bajar los brazos», por lo que «frente a esas termitas, que todo lo destruyen», el PP va «a trabajar como las hormigas», un partido que se «convierte en la resistencia frente a ese plan del populismo que se está aprovechando de un presidente del Gobierno débil para socavar todo aquello que hemos construido entre todos durante una vida».

En ese sentido, Guardiola se ha preguntado «¿cuánto puede durar un gobierno tan inconsistente y tan disparatado?» en el caso de que Pedro Sánchez sea investido con los apoyos de los independentistas catalanes, tras lo que ha planteado si «¿serían la amnistía, la autodeterminación, la condonación discrecional de una deuda en una de sus regiones una posibilidad real dentro de cualquier democracia moderna?», tras lo que ha respondido que no.

Por eso, ha considerado que el precio a pagar por Pedro Sánchez para conseguir los siete votos de Junts «es inédito» en España y «no tendría precedentes en Europa», por lo que ha considerado que en caso de que logre la investidura, Sánchez «no gobernará, solamente alargará su poder blandamente hasta que su ambición termine devorándolo».

RECONSTRUIR LO DETERIORADO

Así, la presidenta extremeña ha advertido que desde las comunidades autónomas gobernadas por el PP no se van «a quedar de brazos cruzados», sino que van «a estar reconstruyendo lo deteriorado», hasta llegar a unas nuevas elecciones que traerán «a un presidente del Gobierno que esté a la altura de este país y a la altura de estas circunstancias, a un presidente como Alberto Núñez Feijóo», ha reafirmado.

Según ha advertido, «quien utiliza el poder para romper y no para unir jamás pasará la historia como un buen presidente», tras lo que ha lamentado que el PSOE ha elegido «pactar con cualquiera, sin pensar en las consecuencias», ya que es un partido que «henchido de soberbia».

Ante esta situación, «vamos directos al abismo, a la asimetría, a una España de primera y a una España de segunda», y todo ello por siete votos, que según Guardiola, «es la distancia exacta entre la dignidad y el oprobio», tras lo que ha lamentado que «la España presidida por Pedro Sánchez avanza hacia la niebla con más temeridad que valentía», ha dicho la presidenta extremeña.

En ese sentido, la presidenta de la Junta ha reafirmado que «Extremadura es leal a España, pero España no va a ser leal a Extremadura si su gobierno paga el precio exigido por el independentismo», tras lo que ha señalado que se rebela «contra una forma de hacer política que desgaja a la Constitución, que la exprime y que la desoye».

«NO QUIERO LA CARIDAD DEL ESTADO»

«Yo no quiero la caridad del Estado. Yo lo único que quiero es una herramienta digna y constitucional como es la solidaridad del Estado, la solidaridad entre las regiones», tras lo que ha aseverado que no quiere «migajas» ni «condescendencia», ha dicho.

«Amnistía, autodeterminación, condonación de la deuda. Ese es el pago que exige el independentismo catalán», así como «pedir perdón a los delincuentes, facilitar la ruptura de nuestro país y saquear aquellas comunidades autónomas que cumplimos con nuestras obligaciones para satisfacer al separatismo», ha criticado la presidenta extremeña.

«Jamás un candidato a la investidura se mostró tan frágil, tan desesperado y tan permisivo con aquellos que quieren y que siempre han querido lo peor para España», tras lo que ha reivindicado que Extremadura es «una tierra agraviada que lucha por su futuro y que lo que quiere es ni más ni menos que lo que se merece», ha resaltado.

Extremadura es «un tierra honesta, que lo que pide es justicia e igualdad», tras lo que Guardiola ha lamentado que «mientras se negocian privilegios y se pagan peajes al independentismo, hay regiones como Extremadura que son ignoradas y que no son escuchadas», así como que «luchan contra la despoblación y contra la falta de oportunidades a pulmón».

Por eso, ha advertido que desde Extremadura no van «a tolerar que nos digan que tenemos que conformarnos con el tren de la vergüenza», trsa lo que ha lamentado que «para unos condonación, facilidades y parabienes, y para nosotros el cierre de industrias como la central nuclear de Almaraz».

Finalmente, María Guardiola ha reafirmado que «Extremadura va a crecer, Extremadura se levantará a pesar de tener un Gobierno que no la respeta», tras lo que ha mostrado su deseo de «una España fuerte y unida, donde la Constitución sea el faro que evite que políticos erráticos destrocen su barco contra las rocas», ha concluido.