El secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, asumirá en solitario este jueves poner voz a los socialistas en el debate de la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado convocado por el PP como ariete contra la negociación de una amnistía a los encausados del ‘procés’ catalán dentro de las conversaciones para una investidura de Pedro Sánchez. Espadas es portavoz de esa comisión pero, más allá de eso, la decisión, según ha podido saber este periódico, ha sido meditada y adoptada desde Ferraz, que ha optado porque el líder del PSOE andaluz acapare todo el protagonismo. De hecho, otros dirigentes territoriales del partido habían pedido la palabra, como es el caso del expresidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y la dirección federal ha decidido que sea sólo el dirigente andaluz quien posicione al PSOE en un debate que se prevé bronco y que los socialistas tratarán de despachar sin hablar de amnistía ni de “ningún otro futurible”.
Ningún presidente autonómico (Asturias, Castilla La Mancha y Navarra) acudirá al Senado en una estrategia de ninguneo trazada desde Ferraz. El catalán Pere Aragonès abrirá el debate con una intervención de diez minutos y después se ausentará “por cuestiones de agenda”, evitando que sea un once contra uno ni confrontar en solitario con todos los presidentes del PP. Los barones populares han celebrado la vuelta de Cataluña a un foro multilateral y hablan de «normalización».
El PSOE pedirá otro debate
Espadas anunciará que será él mismo quien pida un nuevo debate en esta comisión del Senado, una vez que haya Gobierno, para afrontar de forma monográfica un encuentro sobre la reforma del sistema de financiación autonómica. “Estaremos encantados de debatir a fondo y sobre un asunto que es muy importante pero cuando toque”, señalan desde el grupo socialista. El PSOE andaluz, la federación más numerosa del partido con más de 45.000 militantes, se ha convertido en un apoyo central para las negociaciones de Pedro Sánchez con Junts o ERC. Incluso en los momentos más duros de críticas internas, con socialistas andaluces de pedigrí como Felipe González o Alfonso Guerra azuzando contra una amnistía a Carles Puigdemont, los socialistas andaluces han cerrado filas y se han puesto detrás de su secretario general. Algo que hubiera sido impensable cuando Susana Díaz, ahora también senadora por la comunidad autónoma, actuaba como la principal crítica de Sánchez dentro del PSOE. La expresidenta andaluza, por cierto, guarda un silencio prudente y evita pisar charcos contra el secretario general pese a sus numerosas apariciones televisivas. Su acta de senadora depende de su partido, al ser cuota del PSOE en el Parlamento andaluz.
Sánchez acudió a Málaga para arrancar el curso político, exhibió el respaldo de la militancia en un multitudinario mitin en La Rinconada (Sevilla) y pronunció por primera vez la palabra amnistía en Granada, donde también ahondó en esa estrategia de alentar a la militancia frente a los duros ataques de la oposición por una amnistía que, pese al cierre de filas con Sánchez, sí abre dudas y genera vértigo por el coste político que pudiera tener para el PSOE en comunidades como Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha. Nadie oculta que es un asunto de difícil digestión en algunos territorios que requerirá de mucha pedagogía política.
Sobre «futuribles»
Los socialistas dejan claro que este jueves en el Senado no van a hablar de ninguna negociación del Gobierno ni de las conversaciones abiertas con el resto de grupos políticos para la investidura sino que se centrarán “la igualdad entre territorios” y de que cualquier acuerdo, insisten, se adoptará “dentro del marco de la Constitución española”. La dirección federal del PSOE ha tratado de minimizar la entidad de un debate que considera una maniobra política más del PP para erosionar a Sánchez. Los socialistas asumen públicamente que el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, se convertirá esta próxima legislatura, si llega a formarse un Gobierno de izquierdas, en una Cámara de freno a la acción del Ejecutivo y creen que esta cita del jueves es solo un aperitivo, reprochando al PP que “pervierta” la institución.
Desde el PSOE aseguran que la directriz es “rebajar al máximo el tono para restarle importancia” al debate en la Cámara Alta. La intervención de Espadas, de diez minutos, tendrá dos partes. Primero el secretario general del PSOE andaluz hablará de la cuestión formal y reprochará al PP que haya “forzado” esta convocatoria en lo que considera “un intento más de boicotear” las negociaciones abiertas para una investidura de Sánchez. Un proceso legitimado por el Rey, recuerdan los socialistas, que ha hecho formalmente el encargo al socialista de que trate de recabar los apoyos para formar Gobierno y que cumple su mandato, insisten, “dentro de la Constitución y los cauces democráticamente previstos”. Será el mensaje central que lleven los socialistas al Senado, evitando entrar “en el marco” del PP, que emprenderá una estrategia de acoso y derribo por el acuerdo de una amnistía para el líder de Junts, Carles Puigdemont, a cambio de sus votos.
Los socialistas reprocharán a los populares que se “salten las reglas del juego” y anticipen un debate “sobre hipótesis y futuribles”, ya que insisten en que no hay ningún acuerdo formal para una amnistía sobre el que debatir. “Es un intento de interferir en la negociación”, avisan, de ahí que se haya planteado un debate muy genérico sobre “la aplicación efectiva de los principios de igualdad ante la ley de todos los españoles, y de solidaridad entre las comunidades autónomas”, tal y como fue solicitado en el Senado por Javier Arenas y otros 19 senadores del PP.
Datos de dependencia
El PSOE hablará también de “igualdad y solidaridad” en España pero no desde luego desde la óptica del PP, que denuncia que una amnistía para los políticos independentistas catalanes hará saltar por los aires el principio de igualdad entre españoles y que denuncian además que un diálogo bilateral con Cataluña en asuntos como la financiación, como pide ERC y Junts, hace añicos el modelo de financiación autonómica y restará recursos al resto de comunidades. El PSOE hablará de “cómo las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez ha acortado la brecha de desigualdad entre los ciudadanos” y entre las comunidades. Espadas lleva en su carpeta los datos sobre dependencia aportados por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que denuncian un recorte de 98 millones respecto a las aportaciones de las comunidades autónomas. Las comunidades del PP salen mal paradas en este informe y Andalucía figura a la cola como la que menos invierte.
La última convocatoria de esta Comisión General de las Comunidades Autónomas en el Senado, en abril de 2022, se celebró para abordar la gestión de los fondos europeos y pese a la presencia de la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, todos los presidentes autonómicos delegaron en sus consejeros de Hacienda. La anterior, en abril de 2020, para hablar de la coordinación de la gestión de la pandemia contó con la ausencia de dos barones, el gallego, Alberto Núñez Feijóo, y el andaluz, Juan Manuel Moreno.