Impasibles y tratando de rebajar al máximo el tono para restarle importancia al debate de este jueves en el Senado. El PSOE enfocó con perfil bajo el debate de la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado convocado por el PP como ariete contra la negociación de una amnistía y, tras las primeras intervenciones, fuentes de la dirección del grupo ironizaban con que “esto es Génova 2”. Un debate del PP y para el PP. Al menos, así lo quieren ver los socialistas para minimizar su impacto, conscientes de que el Senado, con mayoría del PP, busca convertirse esta legislatura en una suerte de Cámara de resistencia de Génova. Para Ferraz, una muestra más de que los populares están “parasitando” esta institución.

El presidente de Cataluña, Pere Aragonès, fue el primero en intervenir y situó la amnistía como un primer paso para desembocar en un referéndum pactado. Desde Génova cargaron contra el PSOE, que limitará su protagonismo a la intervención del portavoz en la comisión Juan Espadas, por “permitir que un dirigente de ERC sea quien verbalice en su nombre los puntos que están marcando las cesiones de los socialistas al independentismo”.

“Le recomendamos al PP tranquilidad, respeto institucional, que asuman el resultado electoral, y que no instrumentalicen las instituciones con el argumentario de la calle Génova”, responden fuentes de Ferraz. “Parasitar de esta forma el Senado, la FEMP o el CGPJ es un modus operandi que agradecemos que el PP muestre”, apuntan para fijarse también en “sus pactos de la vergüenza con VOX”. Todo ello, aducen, serviría “para que el país vea hasta que punto Alberto Núñez Feijóo ha asimilado un discurso ultra, lejos de aquel que decían moderado que vino a Madrid hace un año y medio”.

Los populares están centrando su discurso en la defensa de la igualdad entre españoles para repudiar las negociaciones de investidura con las formaciones independentistas. “Aragonés ha fijado la amnistía y el referéndum para la independencia de Cataluña como los puntos imprescindibles de su apoyo al candidato socialista. Sánchez ya ha defendido la amnistía y no faltará mucho para que lo haga con el referéndum”, advierten desde Génova.

Fuentes de la dirección socialistas restan importancia a las palabras de Aragonès para enmarcarlas en su pugna electoral con Junts. “Nada nuevo” y “previsible”, zanjan para negar que su posición manifestada en la Cámara Alta pueda alterar las negociaciones para la investidura. Todo sigue igual, concluyen. Asimismo, incluso destacan el valor institucional de que el presidente de Cataluña acuda al Senado.

Ningún presidente autonómico (Asturias, Castilla La Mancha y Navarra) acudirá al Senado en una estrategia de ninguneo trazada desde Ferraz. El encargado de marcar la posición del PSOE será el andaluz Juan Espadas, como portavoz en la comisión de los socialistas. Su intención pasa afrontar de forma monográfica un encuentro sobre la reforma del sistema de financiación autonómica. “Estaremos encantados de debatir a fondo y sobre un asunto que es muy importante pero cuando toque”, señalaban ayer desde el grupo socialista.

Los socialistas dejan claro que este jueves en el Senado no van a hablar de ninguna negociación del Gobierno ni de las conversaciones abiertas con el resto de grupos políticos para la investidura sino que se centrarán “la igualdad entre territorios” y de que cualquier acuerdo, insisten, se adoptará “dentro del marco de la Constitución española”. La dirección federal del PSOE ha tratado de minimizar la entidad de un debate que considera una maniobra política más del PP para erosionar a Sánchez.