La noche de finados ha perdido fuelle en contraposición con la extranjera fiesta de Halloween en los últimos años. Las tradiciones canarias del día de los muertos han pasado a un segundo plano en muchas zonas de la capital grancanaria, por lo que desde la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria propone una noche de actividades para reanimar la festividad. ‘Ánimas, un paso por la historia en la noche de finados’, transportará a los visitantes a la Canarias del siglo XX en una representación teatral, que explicará cómo lidiaban con un proceso natural, pero no por ello menos doloroso, como un fallecimiento. Será la única actuación callejera después de que el Consistorio decidiera interpretar el Don Juan Tenorio en el interior del Teatro Pérez Gáldos.

«Recuperamos una de nuestras tradiciones más arraigadas, que en Las Palmas de Gran Canaria por la propia idiosincrasia de la ciudad la hemos tenido un poco olvidada, ya era hora de recordarla sobre todo en nuestro casco histórico», comentó el concejal del área, Adrián Santana durante la presentación del evento. El grupo teatral Dragos y laurel será el encargado de la actuación prevista a partir de las 21:00 en la plaza de Santa Ana, y que finalizará con una actuación de Los Gofiones a las 22:00 horas en el mismo sitio. Será un baile de finados acompañado por castañas, anís, piña y mucha música. «Es una defensa de nuestras tradiciones frente a otras que están bien, pero las nuestras tienen que ir por delante», reflejó el presidente de Los Gofiones, José Afonso.

La representación está previsto que sea un viaje en el tiempo a través del cual los visitantes podrán descubrir la forma en que las personas vivían, ya que la forma en que morimos ha cambiado de la misma manera en que ha cambiado la manera en que vivimos. Será una obra con un gran bagaje histórico detrás gracias a la colaboración del Instituto Canario de las Tradiciones. «La gente se puede sumergir y margullar en lo que era un acontecimiento como es la muerte», reflejó David Naranjo, presidente del Instituto. Y para ello se utilizará la vestimenta, los sonidos, los olores en una actuación que atrapará a los espectadores, pero que sobre todo contará con la historia de su mano. «No nos vamos a inventar nada», detalló Naranjo.

La noche de los finados se vivía, sobre todo, en la intimidad del hogar con un gran respeto por los muertos y también por aquellas almas que podían estar errantes o en el purgatorio, por lo que durante el acto se destacará este punto para lograr entender de forma amplia la misma naturaleza de la tradición. «Porque lo que hoy celebramos en la noche de finados de cara al público en plazas y en lugares que compartimos con la ciudadanía era algo que no se hacía y que realmente hoy lo hacemos para aprovecharnos de una demanda de la canariedad frente a celebraciones que pueden ser más atractivas para un público más joven«, añadió Naranjo.