El Ministerio del Interior ordenó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que adopten «medidas complementarias» del nivel 4 de alerta antiterrorista sobre determinados «puntos especialmente sensibles». Una decisión tomada por el ministro en funciones, Fernando Grande-Marlaska, junto a la mesa de expertos policiales en pleno conflicto bélico entre Israel y Palestina, y tras los ataques yihadistas en Francia y Bélgica de las últimas fechas. Lo cierto es que el nivel 4 sobre 5 de activación antiterrorista no sube, pero sí se refuerza en enclaves sensibles como el partido de esta noche en el pabellón de la Fuente de San Luis, en la ciudad de València, entre el Valencia Basket y el Maccabi de Tel Aviv, una de las instituciones más representativas de la cultura hebrea.
Por la mañana, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, desveló que «más de 700 efectivos de la Policía, entre uniformados y de paisano» se encargarán de velar por la seguridad de todas las personas involucradas en el encuentro de la Euroliga. El «operativo global» no abarcará solo el recinto deportivo y un perímetro ampliado en los alrededores del mismo, sino que «todas las infraestructuras estratégicas estarán reforzadas». Infraestructuras como, por ejemplo, estaciones, el puerto y el aeropuerto de Manises, en el que aterrizó anoche la expedición del Maccabi en vuelo privado y blindada por un grupo de seguridad de élite propio.
Llegada al anochecer a Manises
Pasadas las ocho y media de la noche, miembros de la Policía Nacional controlaron la llegada del conjunto macabeo, apoyados desde el aire por un helicóptero. Ninguna de las partes implicadas en la seguridad del evento ofrecieron detalles sobre el punto de concentración del club israelí en València y, de hecho, solo trascendió que el equipo de Tel Aviv tenía pista reservada en la Fonteta para realizar este miércoles una sesión suave de entrenamiento horas antes del encuentro.
Tras desvelar diversas «reuniones técnicas» mantenidas por la Delegación del Gobierno tanto con la Euroliga como con el Valencia BC, que también ha incrementado la seguridad privada en el pabellón, Bernabé hizo «un llamamiento a la afición para que tenga paciencia porque los accesos van a estar más controlados y, por lo tanto, se dilatará la entrada».
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Prohibición de pancartas o banderas
Asimismo, desde el club ‘taronja’ se avisó de que «con el objetivo de ofrecer las máximas garantías a todos los aficionados», estos serán «sometidos a controles más exhaustivos» sobre las pertenencias con las que accedan al pabellón. De hecho, esta tarde se procederá a una aplicación muy estricta de la Ley contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, que establece, entre otras prohibiciones, las de «introducir cualquier clase de arma u objeto que pueda producir los mismos efectos» o «introducir, exhibir o elaborar pancartas, banderas, símbolos u otras señales con mensajes que inciten a la violencia, o en cuya virtud una persona o grupo de ellas sea amenaza, insultada o vejada». Como «consecuencia, la apertura de puertas se adelantará a las 19:00 horas de la tarde».
La Euroliga no valoró jugar a puerta cerrada
El encuentro, que empezará a las 20:30 h, debía haberse jugado este 18 de octubre en Israel, aunque el estallido de la guerra hizo que la Euroliga cambiase las sedes y lo trasladase a Valencia. Cuestionada por la opción de jugar sin público, posibilidad que la competición privada no barajó, la delegada del Gobierno contestó: «Sabemos que hay otros organismos que suspendieron partidos en los que jugaban equipos israelíes, pero eso corresponde al organizador, que es la Euroliga».
Incertidumbre en los jugadores
En el Valencia BC, su capitán, Víctor Claver, admitió que los jugadores, en especial los extranjeros, «tenían dudas de qué era un partido de alto riesgo y si la situación iba más allá». «Hemos pedido al club que nos explicara la situación y la organización prevista y, después de hablarlo, la gente lo ha entendido», admitió el valenciano. En la misma línea que Claver, que resaltó que los jugadores del Maccabi «están haciendo un gran esfuerzo para seguir su rutina normal», el entrenador, Álex Mumbrú, respondió así a la pregunta de si habían contemplado no jugar el partido en la evaluación de riesgos: «Hemos de ser solidarios, si vienen con 12 jugadores con la situación que están viviendo, faltaría que nosotros pusiéramos impedimentos».
Por último, mientras, la piscina de La Fonteta, anexa al pabellón, estará cerrada durante la jornada de este miércoles. Las medidas de seguridad incluyen, también, a los accesos a un colegio de la zona, que cambiarán de calle a partir de las 17 horas. Incluso, las demás instalaciones del pabellón municipal que no conciernen al partido se mantendrán clausuradas hasta el mismo jueves por la mañana.