El Mundial de motociclismo acaba de aterrizar en el precioso circuito de Phillip Island, un lugar paradisiaco próximo a Melbourne, un trazado idealizado por los pilotos y muy querido por los mil habitantes del ‘paddock’ por su extraordinaria posición frente al mar. El Gran Premio de Australia puede marcar, ya casi definitivamente, el camino de los tres títulos mundiales en juego, que tiene, de momento, como líderes a los españoles Jaume Masiá (M3, Honda) y Pedro Acosta (M2, Kalex), junto al campeón italiano ‘Pecco’ Bagnaia (MotoGP, Ducati), que acaba de arrebatarle el liderato al madrileño Jorge Martín (Ducati), que se fue al suelo en Mandalika, cuando mandaba muy sobrado también, como ya hizo el sábado, en la carrera grande del domingo.
185 puntos en juego
Quedan en juego 185 puntos entre los sábados y domingos de Australia, Tailandia, Malasia, Catar y Valencia. La diferencia entre Bagnia y Martín es, ahora, de 18 puntos, pero, a mitad de campeonato, llegó a ser de hasta 69 puntos, que el piloto de San Sebastián de los Reyes, líder del equipo privado ‘satélite’ Prima Pramac de Ducati, logró enjugar tras ganar la carrera al ‘sprint’ de Indonesia, el pasado sábado, y ponerse líder por poquito. Tan poquito como le duró esa gloria, pues al día siguiente, el domingo, se fue al suelo y permitió que Bagnaia ganase la carrera arrancando desde la 13ª posición de la parrilla, una gesta que no se veía desde el 2006, con Marco Melandri en Turquía.
Durante los últimos días ha habido muchísimo ruido ante la posibilidad de que la fábrica Ducati estuviese seriamente preocupada por el hecho de que un piloto privado y un equipo ‘satélite’ se hiciesen con el título mundial de pilotos (cosa que no sucede desde el 2001, cuando lo logró Valentino Rossi), desbancando al ‘team’ oficial, destronando a su propio campeón, ‘Pecco’ Bagnaia, e impidiendo que el patrocinador principal de la fábrica de Borgo Panigale, Lenovo, pudiese vanagloriarse de semejante conquista.
Tanto Paolo Ciabatti, Director Deportivo de Ducati Corse, como, en menor medida, el ingeniero Giggi Dall’Igna, Director General del ‘team’ italiano, han puesto el grito en el cielo ante semejante sospecha. “Esto será muy duro, quedan cinco carreras, que serán apasionantes”, acaba de declarar Dall’Igna’, que elogió el resurgimiento de Bagnaia “todo un campeón” y lamentó “la precipitación y excesivo entusiasmo de Martín, el domingo”. “Lo que está ocurriendo estas últimos semanas demuestran la incertidumbre de un desafío que está totalmente centrado en Ducati y que prometer seguir siendo emocionante y totalmente deportivo, limpio. Estamos orgullosos con todo esto”.
«Me irrita que digan que no queremos que gane Martín, ni Pramac. Si no quisiésemos que ganasen, nos les daríamos el mismo material que a Bagnaia, el mismo»
Ciabatti fue muchísimo más contundente a la hora de expresar lo que opina la firma italiana ante semejante reto. “Me irrita, me irrita muchísimo, que se vaya diciendo por ahí que Ducati no quiere que Martín y Pramac ganen el título Mundial de pilotos. De momento, hemos renovado, en Mandalika, el título de constructores, el sábado, gracias a la victoria de Martín y estamos tremendamente felices por ello”.
“Repito”, insistió Ciabatti, “ese pensamiento, esa afirmación, me irritan porque todo el mundo sabe que Martín piloto la misma moto, repito, la misma moto que Bagnaia, incluidas las nuevas aletas sobre la suspensión delantera. Es más, Pramac tiene destinados, durante todo el año, siete ingenieros de fábrica en su equipo. Es evidente, digo yo, que si viésemos como peligroso o inoportuno que Martín y Pramac ganasen el título, no les daríamos la misma moto, idéntico material y posibilidad de éxito que a Bagnaia”.
Ciabatti ha terminado su exposición y defensa de la neutralidad y, sobre todo, la deportividad, recordando que “en Ducati tenemos cuatro pilotos bajo contrato: Bagnaia, Bastianini, Martín y Zarco. Y a los cuatro les pagamos para ganar, por descontado”.