Las condiciones actuales del mercado distan de ser las ideales. A la inflación en niveles históricamente altos y los temores a una subida adicional de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) se han sumado el conflicto en Oriente Medio, el repunte de los bonos, la tensión renovada en el mercado del petróleo o diversos indicadores macroeconómicos que están induciendo más incertidumbre en el mercado. En este contexto, abrdn lo tiene claro: apostar por los dividendos.
«Las estrategias de inversión en dividendos tienen fama de ofrecer una atractiva rentabilidad a largo plazo y, en particular, una atractiva rentabilidad a largo plazo ajustada al riesgo«, destaca Josh Duitz, Head of Global Equities de la firma escocesa. Esto, apunta, se debe a sus ventajas defensivas, incluida una «menor volatilidad a la baja en condiciones de mercado más débiles por término medio». Sin embargo, añade, las condiciones específicas de cualquier ciclo económico también son «muy importantes», al igual que el tipo de estrategia de dividendos que se persigue.
En este sentido, este experto defiende que una estrategia de inversión en dividendos centrada en empresas que aumentan constantemente sus dividendos «funciona bien» en el contexto actual de la renta variable mundial. De igual modo, Duitz subraya que una estrategia de dividendos de este tipo puede ofrecer «una potente combinación de crecimiento y resistencia», algo que puede ser «especialmente adecuada para el actual entorno económico mundial de ralentización del crecimiento, inflación elevada y tipos de interés más altos».
MAYOR RENTABILIDAD Y MENOS VOLATILIDAD
En primer lugar, el estratega de abrdn recalca que las empresas que aumentan «sistemáticamente» sus dividendos tienden a ser compañías «bien establecidas, de alta calidad, con balances sólidos y una relativa resistencia de los beneficios».
Según Duitz, hay «pruebas sustanciales» en los mercados mundiales de renta variable que demuestran que las estrategias de inversión orientadas a los dividendos superan al mercado en general a largo plazo. «En los últimos 20 años, las empresas que han iniciado o aumentado sistemáticamente sus dividendos han superado holgadamente al índice global más amplio. Las empresas que han aumentado e iniciado el pago de dividendos también han superado a las empresas que han pagado dividendos pero sin aumentarlos y a las empresas que no pagan dividendos», agrega.
Asimismo, el otro principal atractivo de la inversión en dividendos, destaca Duitz, es el menor riesgo que entrañan. Según datos de abrdn, la menor volatilidad a la que se han visto sometidos estos títulos ha contribuido a «unos rendimientos ajustados al riesgo históricamente atractivos a largo plazo».
«Dentro de la renta variable mundial, la volatilidad de la rentabilidad anual en las compañías que pagan o aumentan dividendos es claramente inferior a la de las compañías que no pagan y las que recortan o eliminan dividendos. Además, en relación con la renta variable mundial más amplia (el índice MSCI ACWI), la volatilidad de la rentabilidad de las entidades del primer grupo también ha sido menor, lo que ha contribuido a una mejor rentabilidad ajustada al riesgo», apunta el experto de abrdn.
Según Duitz, esta menor volatilidad les ha dado una «reputación defensiva» a estas estrategias, ya que se vinculan a «ciertas cualidades que suelen prevalecer en los perfiles típicos de las empresas que pagan dividendos y hacen crecer los dividendos.» De hecho, la capacidad de pagar dividendos regularmente, y la capacidad de hacer crecer los dividendos, se ha considerado ampliamente como un indicador de calidad y crecimiento fiables de los beneficios.
«Las ventajas de riesgo de las estrategias de dividendos también pueden vincularse a la inversión basada en el comportamiento. En particular, en condiciones económicas y de mercado más difíciles, los inversores en renta variable han tendido a preferir la mayor certidumbre de los pagos de dividendos (que son intrínsecamente menos arriesgados y volátiles que las ganancias de capital), así como los flujos de caja iniciales que pueden proporcionar un valioso colchón contra la posible debilidad del capital», explica Duitz.
Por otro lado, las empresas suelen mostrarse «muy reacias» a recortar los dividendos «debido a los posibles efectos negativos de señalización». Esto, apuntan desde abrdn, es algo que también ayuda a explicar la «considerablemente» menor volatilidad interanual de los pagos de dividendos en comparación con los beneficios empresariales.
MENORES CAÍDAS Y EFECTO DE LA INFLACIÓN
Según Duitz, esta combinación de factores de comportamiento ayuda a explicar el rendimiento superior observado con frecuencia en las estrategias de dividendos en los mercados bajistas. Con todo, si bien es cierto que estos valores tienden a caer menos en mercados bajistas, también suelen subir menos en mercados alcistas.
«Sin embargo, las menores caídas de este segmento compensan ampliamente la menor captación de subidas, lo que se traduce en un rendimiento sustancialmente superior a largo plazo», recalca el experto de abrdn.
Asimismo, Duitz destaca que los ingresos procedentes de los dividendos de la renta variable tienen algunas ventajas «específicas en comparación con los ingresos procedentes de la renta fija. En primer lugar, «aunque con más riesgo», la renta variable «suele ofrecer un mayor potencial alcista derivado de la revalorización de los precios». En segundo, a diferencia de la mayoría de los bonos y otras inversiones que pagan tipos de interés fijos, las empresas «tienen la capacidad de aumentar sus pagos de dividendos con el tiempo». Por ello, «las empresas que aumentan sus dividendos en entornos inflacionistas pueden ofrecer oportunidades de ingresos con cobertura frente a la inflación«.
Además, el estratega de la firma escocesa recuerda que, aunque las estrategias de dividendos tengan una «comprensible» reputación defensiva, la abundancia de dividendos en sectores clave significa que «también hay un amplio margen para la diversificación». «El mercado de renta variable mundial (representado por el MSCI ACWI) está especialmente bien diversificado entre sectores y más que algunos mercados regionales, lo que creemos que respalda los argumentos a favor de un enfoque global de inversión en dividendos», sentencia.
«En resumen, creemos que la inversión a largo plazo en renta variable mundial centrada en el crecimiento de los dividendos está bien fundamentada empíricamente. Además, este enfoque puede resultar especialmente atractivo para los inversores que buscan exposición al mercado de renta variable mundial, pero con un mayor grado de resistencia incorporada. Sin embargo, también desde una perspectiva más táctica, creemos que el contexto económico actual parece muy adecuado para una estrategia centrada en el crecimiento de los dividendos», concluye Duitz.