El partido entre las selecciones de Bélgica y Suecia, correspondiente a la fase de clasificación de la Eurocopa de 2024 y que se estaba disputando en Bruselas, no se ha reanudado tras el final del primer tiempo por motivos de seguridad a raíz del fallecimiento de dos personas por arma de fuego en una plaza de la capital antes del encuentro. «Debido a los incidentes ocurridos esta noche en Bruselas, el juego está suspendido. Nuestros pensamientos están con todos los afectados», confirmó la selección belga en su perfil oficial de ‘X’, mientras que la UEFA aludió a «razones de seguridad».

Por su parte, el combinado sueco emitió un mensaje para sus aficionados «presentes en Bruselas». «La policía belga quiere que los aficionados suecos permanezcan en el estadio por razones de seguridad. Mantengan la calma y cuiden unos a otros. Nuestros pensamientos están con todos los familiares de los afectados en Bruselas», subrayó.

El capitán de Suecia, Victor Lindelof, señaló que habló «con todos los jugadores sobre cómo se sentían» y que luego lo hizo con los jugadores belgas para «explicarles» cómo veían la situación. «Teníamos muy claro que no queríamos seguir jugando el partido. Se lo explicamos (a los jugadores belgas) y estuvieron completamente de acuerdo», remarcó en declaraciones recogidas por la web del diario sueco ‘Aftonbladet’.

«Los que tenían familiares o amigos aquí querían intentar contactar con ellos directamente y ver que estaban bien. Creo que nuestro equipo de seguridad lo manejó muy bien y nos explicó la situación. Nos calmaron y dijeron que este es el lugar más seguro en Bruselas en este momento. Nos sentimos bastante seguros aquí a pesar de que la gente estaba preocupada», remarcó el central.

Por su parte, el seleccionador sueco, Janne Andersson, afirmó que se enteraron de la trágica noticia «en el descanso». «Estábamos muy tristes y los jugadores no querían jugar más. ¿En qué mundo vivimos? Últimamente ha habido muchas víctimas de violencia armada», lamentó.

Según informó el periódico belga ‘La Derniere Heure’, los jugadores suecos habrían decidido no volver al terreno de juego por los hechos acontecidos sobre las 19.00 horas, una petición que el conjunto local habría aceptado. El choque estaba con 1-1 en el marcador y ninguna de las dos selecciones se jugaba demasiado ya que Bélgica está matemáticamente clasificada para la EURO y Suecia se había quedado sin opciones por la victoria horas antes de Austria.

La web del mismo diario apuntó que a partir de las 23.50 horas, los aficionados del Estadio Rey Balduino, entre ellos los más de 600 suecos, pudieron empezar a abandonarlo, previa instalación de un perímetro de seguridad alrededor del recinto y de recibir escolta policial. El presidente de la Asociación Sueca, Fredrik Reinfeldt, ex primer ministro también del país, pidió a los seguidores que no vistiesen «camisetas amarillas».

La Casa Real de Bélgica, «consternada»

La Casa Real de Bélgica se ha mostrado «consternada» por el tiroteo en Bruselas que ha dejado al menos dos ciudadanos suecos muertos y otro más herido, ataque que ha sido reclamado por un individuo autoidentificado como miembro del grupo terrorista Estado Islámico y cuyo objetivo habría sido el de «vengar a los musulmanes». «Estamos consternados por el tiroteo que afectó a nuestra capital esta tarde. Nuestros pensamientos van en primer lugar a las víctimas, a sus familias y a sus seres queridos. Expresamos nuestro apoyo a las fuerzas de seguridad que están haciendo todo lo posible para detener al autor de estos actos», ha expresado la Casa Real belga en su cuenta de la red social X, antes Twitter.

Los servicios de seguridad de Suecia ya habían elevado en agosto el nivel de alerta antiterrorista para situarlo en el segundo escalón más alto, ya que consideraban que el país nórdico había pasado de ser considerado en ciertos círculos un objetivo «legítimo» a uno «prioritario» en el que cometer ataques. Suecia permanecía en el nivel tres de cinco, pero tanto el Servicio de Seguridad (SAPO) como las Fuerzas Armadas decidieron elevarlo a cuatro, lo que implica que el riesgo de que se produzcan atentados es alto.

Suecia también ha estado en el punto de mira en los últimos meses por la quema de ejemplares del Corán, replicadas con críticas políticas y manifestaciones desde países de mayoría musulmana.