La autoestima es una cualidad vital para afrontar la vida y los retos del día a día con una actitud positiva y constructiva. Desgraciadamente, construir una buena autoestima es un proceso complejo, que empieza desde nuestra misma infancia. Se trata, al fin y al cabo, del concepto que cada persona tiene de sí misma y de su propia valía, y se construye, por tanto, sobre las experiencias, pensamientos y sensaciones vividos. No depende de lo que se sabe o se tiene: es cuestión de aceptación personal.
Por eso precisamente, dado el marcado carácter subjetivo que tiene, la autoestima puede, y suele, no ir en consonancia con las apreciaciones que otras personas puedan hacer de cada uno. Sin embargo, la autoestima baja es un problema que afecta a mucha gente y que comporta problemas de todo tipo, además de no permitir al afectado apreciar o siquiera reconocer sus propias aptitudes y cualidades, impidiéndole afrontar retos por falta de seguridad. Por suerte, si buscas cómo mejorar la autoestima, hay hábitos que puedes adoptar para ayudarte. Estos son algunos de ellos:
Identifica el origen de tu baja autoestima
Antes de nada, es necesario identificar el problema. El origen de una baja autoestima suele ser más sencillo de encontrar de lo que parece, aunque requiere hacerse a uno mismo algunas preguntas incómodas y responderlas con sinceridad. Cuando afrontes una situación que te provoca angustia e inseguridad, pregúntate a ti mismo por qué esa situación te incomoda durante al menos tres pasos para intentar llegar a la raíz del problema.
No te dejes llevar por la inactividad
El peor enemigo de la autoestima, a pesar de lo que tendemos a pensar, no es el fracaso: es la inacción. Las personas solemos huir de los problemas y evitar las situaciones de angustia por puro instinto, pero nuestra mente evolucionada nos juega malas pasadas y entra en conflicto con este reflejo, haciéndonos sentir culpabilidad y frustración cuando esto se da repetidamente.
Por el contrario, intentar superar los retos, incluso si no se consigue, es mucho más gratificante y mejora la autoestima. Cuando se afrontan los problemas de forma constructiva, incluso un fracaso proporciona sensación de avance, así que lucha contra tu miedo a intentarlo: los fracasos son parte del éxito.
Piensa en valores, no en objetivos
Obsesionarse con los objetivos suele conllevar una gran frustración cuando no se consigue llegar a estos. En su lugar, céntrate en los valores asociados a estos qué más importantes sean para ti.
Por poner un ejemplo, cuando intentas algo que necesita de mucha preparación y trabajo, te ciñes a valores de disciplina, perseverancia y esfuerzo. Si incluso tras semanas o meses de trabajo no consigues los resultados esperados, pero has mantenido tu actitud de trabajo, habrás sido fiel a tus valores y te sentirás con fuerzas para volver a intentarlo más adelante.
Racionaliza tu negatividad
Los pensamientos negativos que aparecen por culpa de la baja autoestima suelen ser irracionales, no obedecen a la lógica y siempre plantean el peor escenario posible en cada situación. Si identificas cuándo aparecen e intentas responderlos con objetividad y de forma racional en un diálogo interno, le quitarás poder a ese miedo irracional y tendrás más herramientas para combatir la negatividad de una amenaza que muchas veces es infundada.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.
✉️ Date de alta en la Newsletter de Vidae , para recibir los contenidos más interesantes para cuidar tu salud y sentirte bien.
Lee también
Lee también
Lee también