Tras dos semanas de iniciativas en el Senado contra Pedro Sánchez y su negociación para la investidura, el PSOE esperaba meter en apuros este martes a los Alberto Núñez Feijóo con una moción para condenar la violencia machista y los discursos negacionistas de Vox. El PP ha frenado el contragolpe del PSOE, aunque con un alto coste, admitir los «retrocesos» en esta materia que se han producido en ayuntamientos y comunidades autónomas controladas por la derecha.

En un intento de evidenciar las contradicciones de los populares, el PSOE llevó al pleno de este martes una moción que más allá de condenar la violencia machista buscaba manifestar el apoyo del Senado a los acuerdos internacionales y su adhesión a los objetivos de la Agenda 2030 -unas políticas que los de Santiago Abascal critican duramente-; y hacer un llamamiento a todos los poderes públicos, «sobre todo a los gobiernos estatales, autonómicos y locales«, para que «avancen en la lucha contra la violencia machista en España y combatan de forma expresa los discursos negacionistas». Aunque no hacían referencias explícitas a Vox, sí ponían el énfasis en la entrada de la extrema derecha en ayuntamientos y gobiernos autonómicos.

En una dura intervención, la senadora del PP Nidia Arévalo ha criticado, por un lado, que el Senado debería apoyar solo los acuerdos internacionales «ratificados por España» y no todos. Por otro, que el verbo «combatir«, para hablar de los discursos negacionistas, les parecía excesivo, propio de un «discurso bélico», y que preferían emplear el verbo «refutar«. En este sentido, presentaron dos enmiendas para modificar el texto de los socialistas que, además, sustituían el término «violencia machista» por el de «violencia de género«, más reducido.

«Lección de antifeminismo»

Estas críticas aún no tenían en cuenta la enmienda del BNG que han acabado aceptado los socialistas y que, entre otros asuntos, introduce la preocupación del Senado «ante los retrocesos en derechos que está impulsando la derecha en diversas instituciones del Estado«. En concreto, en ayuntamiento y comunidades autónomas. Sin embargo, los populares han preferido mostrar su repulsa ante la violencia machista, aunque fuera en otros términos distintos a los suyos, que respaldar a sus socios de Vox. Los ultras han sido los únicos que ha votado en contra.

No obstante, eso no ha impedido a los conservadores que criticaran al Ejecutivo. Arévalo ha dedicado gran parte de su primera intervención a cargar duramente contra el Gobierno de coalición por la aprobación de la ley del ‘solo sí es sí’. «Si algo dijo de verdad el presidente Sánchez es que ha sido el error más importante de su Gobierno. Son la decepción de las víctimas, la decepción de España«, ha sentenciado.

La senadora del PSOE Araceli Martínez ha tildado las palabras de la popular de «lección de antifeminismo a la altura de los discursos de Vox«, un partido que ha evitado el término «violencia machista» y ha reivindicado el de «violencia intrafamiliar«. La también senadora socialista Carmen Silva Rego ha denunciado esa «calculada ambigüedad» y ha puesto el acento en el peligro de este tipo de discursos negacionistas, recordando que hay partidos, como Vox, que han adquirido responsabilidades de gobierno. El PP lo ha admitido al respaldar la moción.