Es una presencia habitual. En numerosos actos en favor de los presos de ETA la asistencia de niños, incluso su participación directa es frecuente. El último episodio se ha registrado este pasado fin de semana en la localidad guipuzcoana de Itsasondo, donde la plataforma de apoyo al colectivo de presos de ETA, Sare, organizó un ‘Etxera eguna’ (día de la vuelta a casa). En él, la programación de actos previstos en este municipio incluía varios dirigidos directamente a los niños, como un ‘scape room’ o una charla para escolares impartida por un exmiembro de ETA.
A ello se sumaron numerosos actos festivos como un acto de ‘bertsolaris’, una comida popular, baile con un ‘dj’ o una exposición a cargo de Mikel Otegi, condenado por el asesinato de dos ertzainas y organizada por el Consistorio de Itsasondo.
La plataforma de apoyo a los presos de ETA, Sare, que lidera quien fuera consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, lleva a cabo desde hace meses numerosos actos y movilizaciones para reclamar «la vuelta a casa» de los presos de ETA. Tras haber culminado el desmantelamiento de la política de dispersión, por la cual todos los presos de la banda terrorista cumplen condena en prisiones de Euskadi o Navarra, Sare impulsa una campaña con el lema ‘etxera’ que reclama la excarcelación de los presos y su retorno a casa.
Sare insiste en que la política de excepción no ha culminado y que al colectivo de presos de ETA aún se le aplica un régimen carcelario especial que limita su acceso a medidas como los regímenes de semilibertad o la concesión de terceros grados. Alrededor de una docena de progresiones de grado concedidos a presos de la banda han sido revocados por la Fiscalía y han provocado la vuelta a prisión de los presos. La insuficiente justificación y aval de su rechazo a la violencia es la razón fundamental en las que se han pasado las revocaciones.
‘Etxera eguna’
El ‘Etxera eguna’ celebrado en Itsasondo conto con un ‘scape room’ en el que participaron niños y en el que a través de distintas pruebas se pretendía «concienciar» a los menores de que «aún hay 151 presos presos y 33 refugiados», según reconocieron sus promotores. A través de la actividad, empleando a actores y pruebas a lo largo de la localidad en las que se recurría a los disfraces y a los relatos, se trasladaba a los niños que «Euskal Herria, vivir y hablar en euskera es un sentimiento que surgió hace cientos de años» y que hizo posible «el primer rey de Navarra». A lo largo de la actividad se subrayaba a los niños que en periodos de paz nunca ha habido presos ni refugiados y que como ahora vivimos en un periodo de paz, «los queremos en casa».
En este contexto, el ayuntamiento de Itsasondo, gobernado con mayoría absoluta por EH Bildu, promovió una exposición a cargo de Mikel Otegi y Nekane Munduate. La muestra de pinturas y esculturas exhibe el trabajo de Otegi, condenado a 34 años de prisión por el asesinato de dos ertzainas. Otegi resultó absuelto por un tribunal popular, tras lo que se fugó e ingresó en ETA. Detenido posteriormente, cumple condena en la prisión de Zaballa (Alava). La otra autora, Munduate, ha realizado varios trabajo denunciando los casos de tortura.
La oferta de actos se completa con el programado para mañana en Itsasondo y que contará con la presencia del histórico miembro de ETA, Joseba Sarrionaindia, quien en 1985 escapó de la cárcel oculto en los altavoces del cantante Imanol tras una actuación en prisión. Sarrionaindia, que cuenta con una larga trayectoria como escritor, huyó y se refugió en Cuba, de donde ha regresado recientemente. Impartirá una charla que, según el anuncio municipal está dirigida a escolares. Junto a él intervendrá la acordeonista Inés Osinaga.
Utilización de menores
La utilización de menores en los actos de apoyo u homenaje a presos de ETA se ha intensificado en los últimos meses. Durante los años en los que Sare reclamó el fin de la dispersión de los presos de la banda en cárceles alejadas de Euskadi y Navarra, los menores fueron uno de sus argumentos. Presentados como los ‘niños de la mochila’, los hijos de los presos de ETA y la obligación a tener que realizar largos viajes para ver a sus padres en prisión fue uno de los argumentos principales de sus movilizaciones. A ello suma numerosos actos en los que la presencia de menores ha sido constante, incluso portando pancartas u otros elementos.
La presencia de menores ha sido precisamente una de las denuncias más frecuentes de los colectivos de víctimas que consideran que están siendo manipulados. Añaden a ello la utilización de los más jóvenes que supone y sólo aspira a condicionar y alterar el relato de lo sucedido durante seis décadas de violencia en el País Vasco.