Noemí Galeano es paramédico israelí y trabaja sobre el terreno para ayudar a los heridos de la guerra entre Hamás e Israel. Esta sanitaria acudió el pasado sábado a ayudar a los heridos tras uno de los ataques más sangrientos de Hamás sobre los kibutz de Israel.
Cuenta que se adentró en este poblado de kibutz acompañada de su conductor de ambulancia. En un primer momento no sabía dónde se encontraban las víctimas pero en los 2 primeros kilómetros del camino comenzaron a encontrarse «con los cuerpos de los muertos en todos lados». Al principio pensaron que murieron por un fuego que cayó: «olía a carne y había un montón de cuerpos todavía con fuego de gente que trató de salir», relata.
Muchas de las víctimas que se encontraron en la zona habían estado en una fiesta de más de 3.000 personas y muchos de ellos fueron asesinados allí.
«Nunca pensé que en mi vida vería tanto bebé con su madre muerto»
Vio muchos bebés muertos. «Nunca en mi vida pensé que iba a ver una mamá muerta con su bebé también muerto«, señala. Recuerda que los cuerpos estaban en la calle cuando entraron a los kibutz, al lado de las puertas de las casas y en las calles. Noemí estuvo toda la semana pasada ayudando a los heridos y volvió a casa este viernes. Cuando fue al supermercado vio a una mujer con un cochecito y empezó «a correr como loca» recordando las víctimas que se había encontrado.
Señala la doctora que la gente que sobrevivió al brutal ataque del sábado pasado fueron quienes cerraron la puerta haciendo fuerza con sus propias manos. Todavía le persiguen muchas de las brutales escenas que se encontró en el camino: «bebés de 10 meses o un año que sacamos vivos, que estaban sentado en las sangre de sus padres».