El teatro como espacio de memoria, de resistencia, de trabajo en equipo y de creación ha sido reivindicado este lunes en la séptima edición de los Premios José Estruch, gestados en memoria del director y profesor de escena alicantino con los que reconocer lo mejor que ha pasado por las tablas del Teatro Principal de Alicante durante la última temporada.
En esta ocasión, la ceremonia ha recordado también la pasión por el teatro de otro hombre esencial de las artes escénicas, Guillermo Heras, director durante casi tres décadas de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos, fallecido el pasado mes de julio, que ha recibido la Llàntia de Honor de manos de la subdirectora del Principal, María Dolores Padilla, su hermana, María Fernanda Heras. Emocionada, ha asegurado que «él estaría muy orgulloso de recogerlo»tras señalar que «murió trabajando en lo que quería» ya que «su vida era el teatro».
La gala de este año ha sido respaldada por el público -«sin él, sin los actores y creadores no existiría el teatro», ha destacado Padilla- y la ceremonia ha reflejado un viaje onírico a través de la música de Dani Catalá y su banda, las trompetas del Conservatorio de Superior de Música Óscar Esplá, la performance artística de Equipo Latente y la danza aérea de la compañía Subcielo.
La ceremonia ha contado con una novedad en esta séptima edición, ya que los premiados han respondido a una pregunta sentados en un sofá tras recibir el galardón que, si bien ha restado algo de agilidad, también ha permitido conocer algo más la gestación de las obras o las sensaciones de sus creadores.
La primera en sentarse en el sofá ha sido la coreógrafa alcoyana Sol Picó, premiada por su contribución a las artes escénicas de la Comunidad Valenciana tras más de treinta años de carrera y otros tantos espectáculos por todo el mundo. «Lo que realmente me sorprende es haber resistido treinta años con una compañía en este país, donde es difícil que la cultura tenga el lugar que se merece, y que sigamos con ganas e ilusión», ha reconocido, tras agregar que es «un placer seguir alimentando los corazones con la danza».
Las once actrices de la obra Ladies Football Club -Alicia González, Ana Rayo, Andrea Guasch, Belén González, Carla Hidalgo, Diana Palazón, Irene Maquieira, Noemí Arribas, María Pascual, Nur Leví y Xenia Reguant-, que cuentan la historia de los primeros equipos de fútbol femenino surgidos en el Reino Unido cuando los hombres combatían en la Primera Guerra Mundial, se han apretujado en el sofá para defender que «no hay nada más bonito que hacer un trabajo en equipo, de todas y para todas» tras agradecer la llàntia a la mejor interpretación de reparto como «un bonito cierre de este montaje al que le quedan solo dos funciones por hacer y es un merecidísimo premio a un currazo descomunal».
Pedro Casablanc (llàntia a mejor actor principal por Decadencia, obra que además dirigió) ha lamentado no poder recoger el galardón por estar rodando en Bilbao pero ha dejado claro con humor mediante un vídeo que «dirigir teatro está un poco sobrevalorado, es el actor el que pone en pie el texto. El director se limita a mirar lo que el actor le da y eso he hecho yo: mirar lo que hago».
También ha aparecido proyectado Alberto San Juan (llàntia a mejor dirección por Lectura fácil) para transmitir su «muchísimo agradecimiento» por el galardón. La escultura de Hans Some la ha recibido uno de los actores de esta obra que revienta el concepto de discapacidad, Pablo Sánchez, quien ha elogiado a San Juan como «maestro» y se ha reconocido «muy orgulloso por dentro y por fuera» de haber participado en este montaje.
Vanessa Montfort (mejor autoría por El síndrome del copiloto) ha recordado el esfuerzo de Guillermo Heras por traducir a autores, y compartido el premio con la actriz Cuca Escribano, con quien creó el montaje durante la pandemia «soñando con que los teatros volvían a abrir y fue posible. El arte es resistencia».
Mireia Portas ha sido reconocida con la llàntia a mejor actriz principal por su papel de Lina Lamont en Cantando bajo la lluvia, una interpretación que también le valió el Premio Talía a mejor actriz de musical. Portas ha querido dar las gracias por ser premiada por su interpretación «a secas» (sin la apostilla de actriz «de musical») de un personaje simpático que no se adapta a los tiempos y ha aplaudido al teatro alicantino por haber ofrecido en una temporada 44 montajes al público.
Por último, las representantes del mejor espectáculo, Los santos inocentes, obra de GG Producción Escénica y Teatro del Nómada, han considerado que la obra de Miguel Delibes sigue plenamente vigente en el siglo XXI por ofrecer «una reflexión profunda y humana de los males de la sociedad y poner el acento en el valor de la justicia social».