Mientras Gaza languidece bajo las bombas, llegan mensajes contradictorios sobre la posibilidad de un alto el fuego temporal. Esta mañana fuentes egipcias anunciaron que Israel había aceptado la posibilidad de detener los ataques durante unas horas para abrir el cruce de Rafah en la frontera entre Egipto y la Franja y que salieran aquellas personas con pasaporte extranjero. Pero la oficina del primer ministro, Binyamín Netanyahu, ha desmentido estas informaciones. «No hay alto el fuego ni ayuda humanitaria en la Franja de Gaza a cambio de la expulsión de extranjeros«, ha dicho. Hamás también ha negado un acuerdo para un alto el fuego. Miles de personas se acumulan en la zona fronteriza esperando poder abandonar la Franja, donde ya han muerto 2.750 palestinos y 9.700 han resultado heridos en apenas 10 días de guerra, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.

Ante la escalada de violencia, las autoridades israelís han decidido evacuar a 28 comunidades fronterizas con el Líbano por temor a más ataques por parte de la milicia libanesa Hizbulá. Además, el portavoz del Ejército, el contralmirante Daniel Hagari, ha anunciado que hasta ahora han notificado a las familias de 199 rehenes que sus seres queridos están detenidos en la Franja de Gaza, entre los que se encuentran muchos ancianos, niños y mujeres. Por ahora, el número de soldados israelíes muertos asciende a 293. La policía ha dicho en un comunicado que las autoridades han recibido los cuerpos de 936 ciudadanos, residentes y trabajadores extranjeros que han muerto durante la guerra. Unos 615 cuerpos ya han sido identificados y 494 han sido trasladados para su entierro.

Invasión terrestre

Las tropas israelíes llevan días preparándose para entrar por tierra en la Franja de Gaza y, por eso, han pedido a los civiles del norte del enclave que abandonen sus casas. Muchos de ellos han decidido quedarse, ya que la huida no les garantiza salvar la vida. «Nuestra responsabilidad ahora es entrar en Gaza, ir a los lugares donde Hamás se está preparando, actuando, planificando y lanzando; atáquenlos en todas partes, a cada comandante, a cada operativo, destruyan la infraestructura», ha dicho el jefe del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Herzi Halevi, en una visita a los soldados en el sur de Israel. «En una palabra: ganar», ha concluido. La inminente invasión de Gaza abre nuevas incógnitas sobre cuál será el futuro del enclave ante una posible ocupación israelí del territorio. 

Además, la tensión se ha extendido a Cisjordania donde ya han muerto al menos 57 palestinos por la violencia del Ejército israelí o los colonos radicales. Las autoridades militares han anunciado el arresto de 360 palestinos buscados en todos los territorios ocupados, incluidos 210 afiliados a Hamás, desde que empezó la guerra el pasado sábado. Desde primera hora de la mañana, las sirenas han seguido sonando en las localidades sureñas de Israel, donde cada vez quedan menos israelís ya que el Ejército ha decidido evacuarlos como parte de la preparación para la invasión terrestre.