Saber que tienes cáncer de mama es una noticia tan dura como impactante, aunque siempre va acompañada con la esperanzadora cifra de que un 70% de pacientes se curarán sin mayores consecuencias de futuro.

Cáncer de mama metastásico: un dato cruel y una esperanza

Sin embargo, el tan utilizado lazo rosa tiene un reverso negro. Es la cruz del 30% de pacientes que, después de haber recibido tratamiento para combatirlo, se encontrarán con que el cáncer ha vuelto y se ha expandido por otras partes del cuerpo (metástasis). Y ese es un golpe aún más duro.

Sobre todo, si la paciente creía que la lucha contra esta enfermedad había llegado a su ansiado final.

Aunque los datos en frío no son tan halagüeños…

  • «Sólo el año pasado fallecieron en España 6.617 personas por cáncer de mama metastásico», lamenta Pilar Fernández, presidenta de la Asociación de Cáncer de Mama Metastásico (AECMM) y también paciente oncológica desde hace 30 años.

Los expertos lanzan un mensaje de esperanza para las más de 10.000 españolas que se diagnostican cada año con cáncer de mama metastásico (CMm):

  • Es cierto que, llegado este momento, la enfermedad no se puede curar, pero sí que se está logrando que se cronifique. En otras palabras, los nuevos tratamientos están logrando que las pacientes puedan convivir con el cáncer de mama metastásico (CMm.)

El tumor se expande a otras partes del cuerpo

El cáncer de mama metastásico (CMm) es un tumor en la mama que se ha esparcido fuera de ésta, hacia otras partes del cuerpo. Por lo general, las células cancerosas se esparcen por:

  • Los huesos.
  • Los pulmones.
  • El cerebro.
  • El hígado.

En otras palabras, la metástasis se produce cuando las células cancerosas se desprenden del tumor original de la mama y van hacia otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático (una red de ganglios y vasos que eliminan bacterias, virus y desechos celulares).

En España se diagnostican alrededor de 34.000 casos anuales de cáncer de mama, de los que el 5% se diagnostican metastásicos (desde el principio) y de los que el 30% derivarán en metástasis.

Sólo en 2022, el cáncer de mama metastásico se cobró más de 6.600 vidas en España. Pexels


Más común a partir de los 50

Se trata de una enfermedad que tiene más probabilidad de aparecer con los años, tal y como indica la doctora María José Echarri, del Servicio de Oncología de Mama del Hospital Severo Ochoa de Leganés.

  • «El cáncer de mama es una enfermedad que, conforme cumplimos años, hay más probabilidad de tenerlo. Sobre todo en mujeres menopáusicas», especifica la experta.

Es por esta razón por la que, a partir de los 50 años (en el caso de tener antecedentes, a partir de los 40), se envía una carta a todas las mujeres para que acudan a realizarse su primera mamografía —una de muchas, puesto que se repite cada dos años a modo de control—.

Esta prueba se basa en una radiografía simple, en la que se observa todo el tejido mamario con el objetivo de encontrar (en el caso de que existan) indicios de cáncer de mama.

«Con esta prueba podemos tener hallazgos sospechosos de lo que pueda ser unas microcalcificaciones, un nódulo, una asimetría…Con una placa simple, como es una mamografía, podemos tener la detección precoz de un cáncer«.

A partir de los 50 años, las mujeres reciben una citación médica para realizarse una mamografía cada dos años. Freepik


Detección de metástasis

Aunque la mamografía es vital para la detección precoz, esta prueba se realiza para el cáncer en la mama.

Por lo tanto, para identificar una posible metástasis fuera de esta zona, la paciente puede presentar otros síntomas que pueden hacer ‘saltar las alarmas’:

  • Dolor constante de espalda, en los huesos o en las articulaciones.
  • Dificultad para orinar (incontinencia o incapacidad de orinar).
  • Adormecimiento o debilidad en cualquier lugar del cuerpo.
  • Tos seca constante.
  • Falta de aliento.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor torácico.
  • Pérdida del apetito.
  • Inflamación, dolor o sensibilidad abdominal.
  • Constantes náuseas, vómitos y pérdida de peso.
  • Ictericia (coloración amarillenta en la piel y la parte blanca de los ojos).
  • Dolores de cabeza intensos.
  • Problemas de la vista (visión borrosa, doble o pérdida de la visión).
  • Convulsiones.
  • Pérdida del equilibrio.
  • Confusión.

La pérdida del apetito, de peso, las náuseas y los vómitos son indicadores de que posiblemente exista un CMm. Freepik


Ante estos síntomas y la sospecha de un CMm, los expertos podrán recomendar otras pruebas como:

  • Un análisis de sangre, en el que se incluya marcadores tumorales.
  • Una exploración ósea de todo el cuerpo, con radiografías de huesos específicos o sin ellas.
  • Una resonancia magnética de la columna vertebral o el cerebro.

Entre otras.

Subtipos de cáncer de mama

El cáncer de mama se divide en subtipos. Es decir, dentro del cáncer de mama podemos identificar tres tipos, según los receptores habituales (estrógeno, progesterona y proteína HER2):

  • RH+. Son aquellos que presentan sobreexpresión de receptores hormonales.
  • HER2+. Estos presentan sobreexpresión o amplificación de HER2.

En cantidades normales, la proteína HER2 tiene un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento del revestimiento externo e interno del organismo, así como el tejido glandular.

Los disruptores endocrinos han adelantado la edad de la primera menstruación hasta los 10 años.

También puede darse HER2-Low cuando tiene algunas proteínas HER2 en la superficie celular, pero no las suficientes como para ser clasificado como HER2-positivo.

  • Triple negativo. No expresan ni receptores hormonales ni HER2, por lo que es uno de los más difíciles de tratar.

«Si a esto le sumas una metástasis, la gravedad de la patología es muchísimo mayor», explica Echarri.

En el cáncer de mama existen tres subtipos: RH+, HER2+ y triple negativo. Freepik


Novedades en los tratamientos

El cáncer de mama metastásico ya no es un caso perdido. No al menos desde hace unos años, tal y como recuerda Pilar Fernández, también paciente de cáncer de mama desde hace 30 años y paciente metastásica desde hace 7:

  • «Si me hubiesen detectado la metástasis 15 años atrás, ya no estaría aquí».

Si ya es difícil tratar un tumor localizado, ya podemos imaginarnos lo que significa tratar uno que esté extendido por otras zonas del cuerpo. Hacía unos años parecía imposible, pero, ahora, tratarlo y vencerlo es una posibilidad real.

En el último año, el Ministerio de Sanidad aprobó y anunció la obtención del precioreembolso para la inclusión de tres medicamentos en la cartera de productos del Sistema Nacional de Salud:

Según la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), este medicamento está indicado para el tratamiento de pacientes con cáncer de mama triple negativo irresecable (que no puede extraerse) o metastásico, que hayan recibido dos o más tratamientos sistémicos previos, al menos uno de ellos para la enfermedad avanzada.

Los nuevos tratamientos guían al cáncer de mama metastásico hacia la cronicidad de la enfermedad. Freepik


Está indicado para el cáncer de mama HER2-positivo no resecable o metastásico que han recibido una o más pautas previas dirigidas a HER2.

Durante la investigación, este fármaco demostró incrementar la supervivencia global, triplicar la supervivencia libre de progresión y multiplicar por siete la tasa de respuesta en pacientes con cáncer de mama triple negativo metastásico, el subtipo más agresivo y difícil de tratar de los carcinomas de mama.

La importancia de este tratamiento radica en que ha demostrado eficacia en pacientes adultos con cáncer de mama HER2 positivo metastásico o localmente avanzado, en combinación con trastuzumab y capecitabina. Esto ha dado como resultado que, en 1 de cada 5 pacientes metastásicas HER2 positivas, el tumor desaparezca por completo.

«Por definición, curar una metástasis es una tarea ardua… Pues que en una de cada cinco pacientes el tumor llegue a desaparecer por completo es algo que no habíamos visto en años», explica entusiasmada Echarri.

  • Aun así, las expertas recuerdan que el cáncer de mama metastásico no es curable, pero que, con esta hazaña, se consiguen pacientes de larga supervivencia.

Gracias a la investigación y al acceso de nuevos medicamentos, las pacientes con cáncer de mama metastásico son supervivientes de larga duración. Pexels


Medicina de precisión: El «caballo de Troya» del cáncer

En el último año, también se ha avanzado en los denominados anticuerpos conjugados a fármacos (ACF), o como a Echarri le gusta llamarlos: el caballo de Troya del cáncer.

Son anticuerpos monoclonales (proteínas del sistema inmunitario creados en un laboratorio) que llevan moléculas de quimioterapia. Éstos reconocen las células tumorales e introducen el medicamento de quimioterapia dentro de las células cancerosas, «sin que ellas se den cuenta».

El medicamento Tucatinib ha conseguido que el tumor desaparezca por completo en 1 de cada 5 pacientes metastásicas HER2 positivas.

«Es una manera de vehiculizar la quimioterapia de forma distinta. Ese medicamento con quimioterapia se mete dentro de la célula tumoral y la mata».

De esta manera, indica Echarri, se aumenta la eficacia y disminuye, a su vez, la toxicidad de otros tejidos que están sanos. Lo que se denomina medicina de precisión.

Menos uso de la quimioterapia

Si echamos la vista atrás, la quimioterapia era el tratamiento estrella (por no decir el único) después de una cirugía, con el que asegurar que el tumor no volviese a aparecer.

«Tratábamos con quimioterapia a 100 pacientes para que solo una se beneficiara. Ya te puedes imaginar la toxicidad que eso implicaba», rememora Echarri.

«Sólo el año pasado fallecieron en España 6.617 personas por cáncer de mama metastásico».

Pilar Fernández – Presidenta de la AECMM

Es uno de los momentos que más temen las pacientes cuando pisan por primera vez el área de Oncología tras la cirugía, dice esta experta. Sin embargo, en los últimos años ha habido una desescalada en la quimioterapia gracias a:

  • Las plataformas genómicas. Se trata de un proceso en el que los expertos analizan una serie de genes (extraídos del tumor operado) que tienen que ver con la capacidad de metástasis y, si reflejan un alto riesgo de volver a aparecer, se decide aplicar quimioterapia.

«Una quimioterapia tiene una serie de efectos secundarios, por lo que tienes que saber muy bien quién la necesita y quién no», apunta Echarri.

Gracias a las plataformas genómicas, los expertos pueden saber qué paciente necesita quimioterapia. Freepik


  • Tratamientos preventivos. En el caso del CMm, existen tratamientos adyuvantes con los que evitar que el tumor recaiga. No obstante, no existe un 0% de posibilidades de que el tumor no va a volver.

«Una paciente, por muy buen tratamiento preventivo que hagamos, tiene posibilidades de recaer. Por eso tenemos que afinar muy bien a través de las plataformas genómicas», detalla esta oncóloga. 

Demora en el acceso a medicamentos

El cáncer no espera y, por lo tanto, el acceso a los tratamientos tampoco lo debería hacer.

Este es un mensaje que, tanto expertos como pacientes, han reivindicado hasta la saciedad y lo siguen haciendo, puesto que todavía son muchas las pacientes que se quedan por el camino, esperando a una nueva línea de tratamiento.

  • «En España, hasta que podemos utilizar un medicamento innovador, pueden llegar a pasar entre 2 y 3 años desde que los estudios demuestran que es eficaz y seguro. En ese tiempo, perdemos a muchas pacientes por el camino», lamenta Echarri.

Al igual que ella, Pilar Fernández valida esta afirmación, rememorando cuántas compañeras han perdido la oportunidad de tratarse, por un mero problema estructural en cuanto al procedimiento de evaluación y financiación de fármacos innovadores en cáncer.

Los expertos denuncian que los medicamentos innovadores tardan en llegar a España entre 2 y 3 años desde su aprobación. Freepik


  • «Somos el primer país de Europa en cuanto a ensayos clínicos y reclutamiento de pacientes, y el segundo del mundo después de Estados Unidos. Pero a la hora de que los fármacos sean incorporados en nuestro sistema sanitario estamos en el puesto número 15 en comparación con nuestros ‘hermanos’ europeos», denuncia Fernández.

Para una imagen más nítida, los pacientes españoles tienen una espera de 611 días, frente a los 102 de países vecinos como Alemania, según refleja OncoLAB. A pesar, incluso, de que muchos de esos estudios se hayan realizado y financiado en España.

Un perfil cada vez más joven

Si bien es cierto que el cáncer de mama afecta en mayor medida a las mujeres (de 200 casos en mujeres, hay 1 en hombres) de entre 50 y 70 años, Echarri asegura que se está observando cánceres de mama a «edades más precoces» debidos a los cambios en los estilos de vida:

  • En la dieta.
  • En el entorno que respiramos.
  • La contaminación.
  • En los materiales a los que estamos expuestos.

Como son, por ejemplo, los bisfenoles. Plásticos de policarbonato que se utilizan a menudo en recipientes que almacenan alimentos y bebidas, como botellas de agua.

O los ftalatos. Presentes en envases de plástico, en algunos utensilios de cocina con plásticos o con materiales antiadherentes. También presentes en productos de cosmética, como perfumes, lacas o cremas para la piel, para hacerlos más persistentes.

Estos materiales son una serie de disruptores endocrinos, es decir sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal del organismo y generar su disfunción.

Los bisfenoles son disruptores hormonales presentes en los plásticos de policarbonato que se utilizan a menudo en recipientes que almacenan alimentos y bebidas. Freepik


Aunque no se ha demostrado que produzcan directamente un cáncer, sí están generando una serie de cambios en el metabolismo y en las hormonas.

Una situación que se ve reflejada a la perfección, indica Echarri, en la edad de la primera regla. «Es cada vez más temprana».

«Si preguntamos a nuestras abuelas (80-90 años), a qué edad les vino la regla, lo más frecuente es que nos digan que a los 14 o a los 16 años. Sin embargo, hoy en día, los 10 años ya se consideran una edad normal. Esto es un reflejo de que estamos sometidos a disruptores hormonales», ejemplifica la oncóloga.

«Todos estos factores están haciendo —añade Echarri—que tengamos cánceres de mama a edades más precoces».

Asimismo, a ello se le une que cada vez hay más casos gracias a que existen mejores diagnósticos y, con éstos, más detecciones por ‘casualidad’.

  • «Quizás van a hacerse un TAC (prueba diagnóstica utilizada para crear imágenes detalladas de los órganos internos, huesos, tejidos blandos y vasos sanguíneos) por un problema totalmente diferente y acaban encontrando un cáncer de mama«, apunta esta experta.

Los disruptores endocrinos han adelantado la primera menstruación, hasta los 10 años. Freepik


Mes de concienciación del cáncer de mama

Son todos estos mensajes los que los expertos lanzan a diario y los recalcan todavía más en el mes de octubre, dedicado a la concienciación del cáncer de mama.

Para recordar que aún son muchas las personas que fallecen por el retraso en el acceso a las nuevas líneas de tratamiento, que la investigación y los cribados no deben cesar, sobre todo ante un perfil cada vez más precoz, y para mandar un mensaje: la enfermedad ya empieza a rozar esa cronicidad tan deseada.