Berk le prometió a su novia que le ayudaría con el puesto de albóndigas de Sengül y le ha mentido a su madre para poder salir de casa. Por eso, cuando el pelirrojo se presenta allí, Aybike no puede evitar darle un gran abrazo. Ogulcan, que todavía no se fía del todo del hijo de Ayla, espeta: “Menos hablar y más trabajar”.

Ogulcan le empieza a dar órdenes a su cuñado y Berk, sin rechistar, se pone a limpiar una mesa que ya no tiene comensales.

Lo que nadie se espera es que, a lo lejos, Ayla está vigilando a su hijo y le impresiona muchísimo ver a su hijo con ayudando a Aybike. La madre del pelirrojo, afirmándose a sí misma que no va a permitir que su hijo se rebaje de esa manera, se acerca al puesto.

Ayla le empieza a recriminar a su nuera que haya puesto a limpiar a su hijo, pero Berk enseguida la defiende. “He venido porque he querido”, afirma el pelirrojo y su madre insiste con que se vayan de la zona.

No voy a ninguna parte”, le espeta Berk. Ante esa situación y con Ayla abandonando el negocio de Sengül, Aybike le recomienda a su novio que se vaya con su madre. Sin embargo, él no quiere, afirma que es hora de que su madre se vaya acostumbrando a la idea de que jamás van a romper.