En medio de la crisis tras los ataques de Hamás, bancos israelíes implementarán un paquete de alivio financiero para residentes y empresas afectados, facilitando condiciones en créditos e hipotecas.
En un intento por mitigar el impacto financiero de la reciente violencia en la región, los bancos en Israel han delineado un conjunto de iniciativas de apoyo financiero para los residentes y negocios en las zonas cercanas a la Franja de Gaza. Estas medidas, confirmadas por el Banco Central el domingo pasado, están dirigidas a familias, empresas locales, soldados reservistas y familiares directos de aquellos que sufrieron bajas o secuestros durante los ataques de Hamás.
El conflicto escaló dramáticamente el 7 de octubre, después de que Hamás ejecutara un ataque devastador. Más de 1.500 agresores invadieron Israel y asesinaron a más de 1.300 individuos y dejando cerca de 4.000 heridos, además de tomar aproximadamente 200 rehenes. La violencia, marcada por un incesante lanzamiento de cohetes, afectó gravemente a civiles y forzó el cierre de comercios y escuelas.
En respuesta a la emergencia, el Departamento de Supervisión Bancaria instó a instituciones financieras y emisores de tarjetas de crédito a aplicar medidas extraordinarias para suavizar las obligaciones crediticias y las tarifas para cuatro grupos específicos afectados por el conflicto. Estos incluyen aquellos en un radio de 30 kilómetros de Gaza, los evacuados, los militares de reserva y los familiares cercanos de las víctimas.
El plan contempla la posibilidad para los afectados de pausar sus pagos hipotecarios por tres meses sin intereses adicionales ni cargos. Similarmente, se permitirá un retraso en la devolución de créditos personales y empresariales, con montos específicos definidos en las regulaciones. Los beneficiarios podrán, luego, añadir los montos diferidos al final de sus periodos de pago o distribuirlos en los plazos restantes.
Amir Yaron, el Gobernador del Banco de Israel, enfatizó la responsabilidad colectiva en estos momentos de crisis, señalando que la colaboración bancaria es crucial para aliviar las presiones económicas derivadas de la situación bélica. Además, las críticas han crecido contra los grandes bancos, particularmente después de que se beneficiaran de aumentos en los tipos de interés, lo que ha elevado significativamente las cargas financieras sobre prestatarios e hipotecados.
Daniel Hahiashvili, Supervisor de Bancos, recalcó que la resiliencia de los bancos israelíes es fruto de años de fortalecimiento y ahora es imperativo usarla para respaldar a la población afectada. El paquete, que estima costará entre 2.000 y 3.000 millones de NIS, también se extiende a otros clientes bancarios, ofreciéndoles términos de aplazamiento en sus préstamos.
Estas intervenciones financieras, destinadas a proporcionar un respiro inmediato a aquellos directamente impactados por el conflicto, se prevén entrar en vigor a partir del 31 de octubre, proporcionando un soporte esencial durante un periodo tumultuoso en Israel.