Las 52 horas –más de 5.000 kilómetros– por carretera que separan Zaragoza de Tel Aviv o el abismo cultural que diferencia estas dos tierras no han impedido que Aragón e Israel hayan estrechado sus relaciones comerciales en los últimos años. Todo lo contrario. El textil, la automoción, la industria papelera y la farmacéutica han construido un fuerte vínculo empresarial con el país sionista que crece a razón de un 20% anual desde antes de la pandemia y que en 2022 se ratificó como el duodécimo mercado exterior para Aragón de todo el mundo gracias a un saldo comercial positivo de 91,25 millones de euros.

Por todo ello, la autonomía no es ajena al conflicto desatado el pasado fin de semana en territorio palestino: Hamás lanzó una ofensiva terrorista con misiles sobre población civil en Israel y el Gobierno sionista respondió declarándole la guerra al grupo islamista y bombardeando de forma indisriminada la franja de Gaza.

No se queda la cosa en simples datos. En Zaragoza se lleva a cabo estos días un macroproyecto con sello sionista: la construcción de la nueva Línea Verde del tranvía en Jerusalén, que conectará la parte occidental de la ciudad santa con los asentamientos ilegales del Este de la ciudad, que pertenecen legalmente a Palestina, una cuestión que es, en el fondo, la raíz del conflicto sempiterno que divide el territorio palestino-israelí.

El consorcio formado por la constructora de ferrocarriles beasaindarra CAF y la compañía israelí Shapir se adjudicó en 2019 la iniciativa por valor de 1.800 millones de euros, que incluye la provisión de 114 nuevos trenes ligeros y la construcción de la vía y la rehabilitación de 46 unidades de la Línea Roja, así como otras provisiones de servicios técnicos. La participación de CAF está envuelta en un halo de críticas por el hecho de que la línea ferroviaria de nueva construcción tenga paradas en asentamientos ilegales que Israel ha ocupado desde 1980. Algunas organizaciones como Amnistía Internacional piden paralizar el proyecto y condenan que se «beneficie» de la colonización del territorio israelí.

Es más: el Gobierno palestino envío una carta a finales de septiembre –antes del estallido del conflicto– al Ministerio de Industria español en la que solicitaba a su responsable en funciones, Héctor Gomez, «acciones inmediatas y medidas para exigir a CAF y a GMV [otra constructora que se adjudicó un proyecto ferroviario en Israel] la suspensión y retirada de los proyectos ilegales».

Contazara y la farmacéutica Teva, dirigidas desde Israel

No es CAF la única empresa con sello aragonés que tiene una estrecha relación con Israel. La compañía especializada en contadores de agua Contazara, fundada en 1984 por las familias Franco y Bellvis, fue adquirida en 2009 por la multinacional israelí Arad, que se hizo con el 51% del accionariado en una operación que se cifró en torno a los ocho millones de euros.

Además de Contazara, una referencia en el mercado de la tecnología del agua, la multinacional farmacéutica israelí Teva también produce genéricos desde Zaragoza desde que adquirió la fábrica que se ubica en el polígono Malpica y que tiene sus raíces en la Industrial Farmacéutica de Zaragoza, fundada por Julio Gracia Zatorre y que pasó por varias manos antes del desembarco israelí.

El abrazo judío al comercio exterior aragonés vive un auge en los últimos años. En 2022 se registró el saldo comercial más alto de la serie histórica, que alcanzó los 91,25 millones de euros a favor de Aragón (109 millones de euros en exportaciones, con un crecimiento anual del 20,43 %).

Comanda la exportación con amplia holgura el sector de la confección, es decir, el textil, que viniendo de Zaragoza tiene nombre propio. Inditex es el mayor operador del aeropuerto de Zaragoza al movilizar en torno al 75 % de la carga total del aeródromo, que a su vez es la tercera terminal que más mercancías mueve de España. Casi la mitad (el 45 %) de lo que Aragón exporta a Israel pertenece al textil, con un volumen de negocio que la Cámara de Comercio de Zaragoza cifra en casi 50 millones de euros. No obstante, se avecina batacazo si Israel y Hamás no ponen fin a la guerra, pues la multinacional gallega que ahora dirige Marta Ortega tomó la decisión de cerrar «temporalmente» sus 84 tiendas en el único país judío del mundo. Al textil le sigue la automoción, con un volumen de negocio de 19,77 millones de euros (un 18,09 %), seguido por el papel (7,74 millones, un 7,08 %) y los medicamentos (6,74 millones, el 5,56 %). El aeropuerto de Tel_Aviv es el undécimo que más mercancías comparte con el aeródromo de Garrapinillos: en 2022 movió o recibió 2.001 toneladas.