La segunda vuelta en Ecuador bien valdría una película sobre linajes si no fuera por la extendida sombra de muerte violenta que rodea a esta segunda vuelta electoral en Ecuador, al punto que será vigilada por 53.000 policías y 43.000 militares. Este domingo se enfrentan Daniel Noboahijo del magnate Álvaro Noboa, en nombre de la centroderecha, y Luisa González, hija política de Rafael Correa. El candidato de Alianza Democrática, favorito en algunos sondeos, tiene la oportunidad de vindicar a su padre, eterno perdedor en las urnas, entre otros contra el propio Correa, depositario de parte de sus enconos. Ahora, don Álvaro, el dueño de una extendida trama de negocios, tiene una «bonita» oportunidad de revancha, al menos de su apellido. El adjetivo «bonita» resuena de manera especial en Ecuador: así se llama la marca del plátano que exporta al mundo y el equipo de fútbol que participa de la liga profesional de ese país donde 17 millones de ciudadanos están en condiciones de elegir al sustituto de Guillermo Lasso.

El actual presidente convocó comicios anticipados para esquivar una moción de censura parlamentaria. La huida hacia adelante fue mejor que una vergonzosa destitución por supuestos actos dolosos en el Estado. El ganador de esta contienda completará su mandato, hasta 2025. En 18 meses, aproximadamente, los ecuatorianos deberán votar nuevamente. Pero un año y medio es una eternidad en una sociedad cuyo rostro ha sido cambiada por el señorío del narcotráfico tanto en las calles como en las prisiones, desde donde dirige buena parte de sus negocios en complicidad con los cárteles mexicanos y la mafia balcánica. De acuerdo con el último Informe Global Contra el Crimen Organizado Transnacional (Gitoc), Ecuador ya forma parte de la lista de los 10 países con mayor nivel de criminalidad, junto con Myanmar, Colombia, México, Paraguay, República del Congo, Nigeria, Sudáfrica, Irak, Afganistán y Líbano.

En sus 29 accidentados meses en el Palacio Carondelet, Lasso realizó 24 nombramientos en el Gabinete de Seguridad y decretó numerosos estados de excepción. El asesinato de un candidato presidencial, Fernando Villavicencio, a pocos días de celebrarse el primer turno, le obligó a tomar medidas drásticas que no surtieron mayor efecto. Tras la muerte en una prisión de los seis colombianos implicados en aquel homicidio, Lasso ubicó a Fausto Cobo al frente del Servicio de Atención a las Personas Privadas de la Libertad (SNAI). El funcionario hizo una declaración de impotencia al tomar posesión del cargo. «En ocho semanas no voy a solucionar las vulnerabilidades de las cárceles«. Reconoció que el país enfrenta «una amenaza mucho más fuerte y compleja» de la que se imaginan los habitantes de ese país. «El 80% de la cocaína que sale de Ecuador va a la Unión Europea», dijo el embajador de la UE en Quito, Charles-Michel Geurts. Es en las ciudades portuarias donde la violencia gana intensidades anteriormente desconocidas.

Violencia y migración

Decenas de miles de ecuatorianos se han marchado a Estados Unidos, vía México. El Salvador de Nayib Bukele, presentado por parte de la dirigencia política como receta implacable para desarticular al narcotráfico, se ha convertido en el nuevo trampolín de esta corriente migratoria. Solo este año se fueron 104.003 personas. Las remesas que envían los ecuatorianos desde el exterior resultan fundamentales para darle aire a la economía que este año crecería 1,1%: solo en los primeros seis meses se ha girado una cifra récord de 2.545,4 millones de dólares. El 71% de ese dinero proviene de EEUU.

La compleja trama que incluye a la migración, la violencia y otras formas de inseguridad –se calcula que la pobreza golpea al 27% de la población– no es ajena al descrédito de la política como modo de resolución de las contradicciones y conflictos. El inesperado ascenso de la figura de Noboa hijo es consecuencia de esa desafección. Dos años atrás, este economista entró a la Asamblea Nacional (Congreso) donde tuvo un papel irrelevante. Su juventud y condición de novato, pero también la portación de un apellido «ilustre», el del dueño de «Bonita» y una red de negocios paternos que van desde el plástico al fertilizante, del cartón a las finanzas, con inocultable incidencia en la economía y la política, le permitieron adquirir un protagonismo excepcional en esta contienda. Para hacer más explícito el vínculo filial, Alianza Democrática, su coalición, Noboa hijo se ha valido de la misma canción electoral que utilizaba don Álvaro: «Ecuador, Noboa está al frente/ que siembre el futuro/que cambie el presente/juntemos las manos/juntemos las mentes/no más corrupción«.

¿Primera presidenta de la historia?

La abogada González, 10 años mayor que su rival y con mayor experiencia en la gestión y el Parlamento, puede convertirse en la primera presidenta de Ecuador. Su mensaje al electorado ha sido tan acotado como previsible: Ecuador ha tenido 10 años de bonanza con Correa. Se trata, por lo tanto, de recuperar esa senda que incluye un mayor protagonismo estatal en la economía y políticas públicas destinadas a los más desfavorecidos. Lo que ella ha presentado como una era virtuosa es, sin embargo, rechazada por sectores importantes de la población, entre ellos el movimiento indígena, cuyo voto puede ser decisivo. El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, ha reconocido la encrucijada en la que se encuentran los pueblos originarios: optar por el correísmo, que supieron enfrentar en las calles, o una versión 2.0 de Noboa, un apellido que les provoca aversión.

«Ante la duda y el miedo, ante la incertidumbre de no saber quién prevalecerá, lo correcto es apelar a las sinceras convicciones de paz y reconciliación. Ecuador no merece otro round de revanchas y odios. Se requiere, urgentemente, un mandatario que logre sanar heridas y haga que el país mire, finalmente, hacia adelante y hacia fuera», pidió el diario ‘La Hora’ en su editorial. No parece estar en manos de ninguno de los candidatos la posibilidad de semejante proeza.